Nagore Irazueugi en su restaurante Bascoat.

Nagore Irazueugi en su restaurante Bascoat. Bascoat

Ocio 8-M: Día Internacional de la Mujer

Nagore, la "anfitriona" de uno de los mejores restaurantes de Madrid: "Ser madre me hizo emprender para sentirme viva"

La hostelera vasca Irazueugi es el alma de Bascoat, ganador de la mejor apertura gastronómica en la tercera edición de The Fork.

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Nagore Irazueugi ha sido siempre una emprendedora innata en el mundo gastronómico. Empezó con 20 años en este sector abriendo su propio chiringuito con un socio en Sotogrande (Cádiz). Después, de la mano de varios inversores, ha trabajado en los Alpes Suizos y Barcelona, hasta que acabó en Madrid como directora del restaurante Sagardi.

En la capital empezó su propia aventura. Con 30 años abrió Arima, un restaurante que permanece desde hace 9 años en la calle Ponzano. Seis años más tarde fue madre. "Después de serlo llegué a mi restaurante y sentí que mi ambición y mi ilusión hacia mi proyecto se había desvanecido. Sentí miedo de que eso dejara de funcionar. Fue un proyecto tan personal, que cuando dejas de tener ese impulso en él, se nota. Necesitaba sentirme viva otra vez, volver a emprender y hacer cosas que me tengan alerta, porque me muevo mucho mejor ahí", cuenta la propia hostelera.

Eso la llevó a abrir hace un año y medio, junto a su pareja sentimental y laboral, Rodrigo García, Bascoat (Paseo de La Habana, 33), el restaurante que se convirtió en el ganador de la tercera edición TheFork Awards, pasando a ser la mejor apertura gastronómica en 2023.

Ella, como "anfitriona y dueña", al frente de todo el equipo y la sala de Bascoat, y él, liderando la cocina, han creado el restaurante soñado para los grandes chefs. "Andoni Luis Aduriz (Mugaritz, 2 estrellas Michelin. Cerrado), que estuvo con Diego Guerrero (DSTAgE, 2 estrellas Michelin) comiendo, dijo: 'Bascoat es el restaurante vasco que soñábamos'".

Como bien lo ha descrito, Bascoat es un homenaje constante a la alta cocina vasca con un trato respetuoso al producto, una presencia y estética fina y elegante en la que reconoces todo lo que estás comiendo.

"Es la sutileza de lo de siempre, pero llevado a la belleza, a un entorno bonito, a un servicio que te atiende con mucho detalle. Yo sueño con que sea un restaurante que trascienda como grandes restaurantes de Madrid, como Zalacaín, que tiene mucha historia dentro de una capital tan importante", cuenta desde el corazón la hostelera vasca.

En la cocina del chef García se preparan pescados como el rodaballo (el más vendido), el lenguado o la merluza en tempura con salsa de almejas, "un plato que me crea recuerdos. Tras comer esa, todas las merluzas siguientes me han llevado a esta. Siempre cuento en la sala que es un privilegio poder crear recuerdos", asegura Nagore.

Aunque no es el único que deja huella. Otros clientes le han confesado que tampoco olvidarán los chipirones ni el ravioli de Bascoat. El ticket medio, aunque varía dependiendo de cuál de entre las 600 referencias de vino elijas, es de 120 euros por comensal.

Otra de las visitas enriquecedoras para Nagore fue la de Susana Pérez y Ana Barrón, enólogas al frente de las bodegas de Marqués de Vargas y Pazo de San Mauro. Además, esta última ha sido nombrada 'Enóloga del Año 2025' por el crítico Tim Atkin y ganadora del 'I Premio a la Profesional del Rioja 2024'.

Desde su reciente encuentro, Nagore ha decidido añadir entre sus vinos dos referencias de sus bodegas, Gran Reserva de Marqués de Vargas y Conde de San Cristóbal Reserva Especial.

En el Día de la Mujer, Nagore reflexiona sobre la igualdad en su sector. "Me he sentido y me siento valorada y reconocida. Hemos avanzado mucho. Soy la primera mujer independiente en mi familia. Por ejemplo, mi abuela no pudo trabajar. Antes pasábamos cosas por alto que ahora ni de coña. Esto no es una lucha. Creo en el tiempo. Poco a poco. Da igual el género, hay que trabajárselo".

Nagore Irazueugi, a sus 40 años, siente que está en una etapa de su vida muy diferente de cuando llegó a Madrid, "quería comerme el mundo"; ahora ha sido madre, por lo que tiene claro que "la necesidad de estar no es tan grande para afuera, sino para dentro. Nadie te tiene que dar el lugar, te lo tienes que dar tú".

Y de esta manera es cómo triunfan con la mayor discreción posible la anfitriona de Bascoat y su cocinero, una de las parejas más queridas entre los círculos gastronómicos. "Somos naturales y simpáticos. Tenemos mucha verdad en nuestras relaciones".