Microsoft compra Activision Blizzard y King

Microsoft compra Activision Blizzard y King Europa Press /DPA

Observatorio digital

El ‘combo’ más poderoso de Microsoft: con la compra de Activision Blizzard rompe el mercado de videojuegos

Tras adquirir Minecraft y Bethesda, Microsoft incorpora a un gigante del sector a su lucha por conquistar un mercado de 200.000 millones. 

19 enero, 2022 05:30

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El sector de los videojuegos ha visto este martes como, de forma totalmente inesperada, se producía uno de los movimientos corporativos que marcarán sin duda la historia de este mercado, tanto por el importe multimillonario de la operación como por las consecuencias que puede tener en el desarrollo de un sector con un enorme potencial de crecimiento. 

Microsoft ha anunciado la compra de Activision Blizzard, una de las mayores empresas de videojuegos del mundo, por 68.700 millones de dólares (unos 60.300 millones de euros). Una cifra que la convierte no solo en la mayor operación corporativa de la historia del gigante tecnológico, sino en la más importante que se ha realizado nunca en el sector. 

Esta compra confirma la apuesta que en los últimos años ha realizado Microsoft por reforzar su división de gaming y darle más peso dentro del negocio de la compañía. Y es que su decisión de no ampliar los recursos de esta unidad a principios de la década pasada provocó que sus capacidades de creación de contenidos se redujeran por esas fechas en comparación con las de su competencia.

Para revertir esta situación, la compañía tecnológica ha llevado a cabo distintas adquisiciones en los últimos años, sobre todo de empresas de tamaño medio, y de las que hasta ahora destacaban dos: la compra del estudio creador del popular Minecraft y la de Bethesda. 

En concreto, en septiembre de 2014, Microsoft pagó 2.500 millones de dólares (2.207 millones de euros) por hacerse con el estudio sueco Mojang, que había convertido su videojuego Minecraft en uno de los más populares del momento.

Sin embargo, fue con la compra de ZeniMax Media, empresa matriz de Bethesda Softworks, con la que confirmó que su apuesta por ser un líder en videojuegos iba en serio. Microsoft invirtió en septiembre de 2020 alrededor de 7.500 millones de dólares (6.622 millones de euros) en el dueño de franquicias como Fallout o DOOM. 

Y ahora, recién estrenado el año 2022, Microsoft da el golpe definitivo con la adquisición de Activision Blizzard y King, una operación que permite a la empresa situarse en el pódium mundial de la industria de los videojuegos, solo por detrás de Tencent Games, la división de juegos del gigante chino, y Sony. 

Revolución en el sector

Pero lo destacable de la unión de Microsoft y Activision Blizzard no está solo en el tamaño de la operación, sino en las consecuencias que tendrá para el mercado de los videojuegos, donde puede suponer un antes y un después en cuanto a su funcionamiento.

Y es que con Activision Blizzard dentro del paraguas de Microsoft, los usuarios de Xbox pueden llegar a tener acceso antes que los de otras plataformas a algunos de sus franquicias más populares o a mejores versiones.

Parrilla de videojuegos.

Parrilla de videojuegos.

Incluso, si ninguna decisión judicial o de las autoridades de competencia lo prohíbe, puede que la plataforma de Microsoft llegue a convertirse en proveedor exclusivo de juegos como Call of Duty, uno saga cuyos títulos más vendidos cada año, lo que puede suponer un factor diferencial a la hora de que un usuario se decante por adquirir una consola u otra.

Al igual que ocurre con las plataformas de streaming como Netflix, Disney+ o Amazon Prime Video, el contenido se ha convertido en un aspecto clave para captar y retener clientes. Y con la compra de Activision Blizzard, Microsoft se garantiza un importante nivel de derechos exclusivos y de valiosos activos de propiedad intelectual

Un mercado en crecimiento

Por todo ello, Microsoft está llamado a desempeñar un papel fundamental en un mercado que está valorado en 200.000 millones de dólares (176.000 millones euros) y para el que todos los expertos ven un enorme potencial de crecimiento, el mayor de toda la industria del entretenimiento.

Actualmente, alrededor de 3.000 millones de personas en todo el mundo son jugadores, una cifra que se espera alcance los 4.500 millones en 2030. Y al aumento de jugadores también le acompaña un aumento de la oferta, ya que en 2021 el número de lanzamientos se dispararon un 64%.

El de los videojuegos es un mercado "enórmemente dinámico" en el que están ganando cada vez más peso los dispositivos móviles, como los smartphones, y que será un elemento clave dentro las plataformas que se desarrollen en torno a uno de los conceptos más de moda en el mundo digital hoy en día: el metaverso. 

Para competir en este prometedor entorno, Microsoft suma con esta adquisición casi 10.000 trabajadores y 30 nuevos estudios que desarrollan juegos tan populares como Warcraft, Diablo, Overwatch, Call of Duty, Halo y Candy Crush. Una amplia variedad de títulos que evita que la compañía dependa de un único producto de éxito, lo que proporciona una mayor estabilidad y visibilidad a su negocio.

Una compañía sólida

Activision Blizzard no supone una inversión arriesgada para Microsoft, ni la apuesta por una compañía en pleno auge, como pudieron ser en su momento Skype o Microsoft. Por el contrario, es una empresa cotizada en bolsa, sólida, con larga trayectoria y con una amplia cartera de productos en el mercado. 

De hecho, sus orígenes se remontan al año 1979, muchos años antes de la aparición de gigantes como Nintendo y Sega, ya que por esas fechas Activision se convirtió en la primera empresa independiente en crear videojuegos para Atari.

La compañía espera cerrar el ejercicio 2021 con unos ingresos de 8.660 millones de dólares (7.643 millones de euros), lo que supone un 7,1% más que los 8.086 millones de dólares (7.136 millones de euros) que facturó en 2020. 

Además, lleva más de una década pagando dividendos en efectivo a sus accionistas. El último de ellos, de 0,47 euros por acción, se abonó el pasado 6 de mayo de 2021 y representó un incremento del 15% respecto a los 0,41 euros de 2020. 

Las acciones de Activision Blizzard han reaccionado con euforia a la oferta de 95 dólares por acción presentada por Microsoft, que supone una prima del 45% respecto al precio de cierre del viernes. En concreto, durante la jornada del martes han registrado subidas de en torno al 30%. 

Un optimismo del que también se ha contagiado otra gran empresa del mercado, Electronic Arts (EA), cuyos títulos han llegado a subir un 9%. Por el contrario, las acciones de Microsoft se han movido durante toda la jornada con caídas de entre el 1% y el 2%