Luis de Guindos y Álvaro Nadal en una imagen de archivo.

Luis de Guindos y Álvaro Nadal en una imagen de archivo.

Empresas

La pinza Nadal - Guindos, el temor de Atlantia en la OPA sobre Abertis

El ministro de Energía suena como posible candidato a sustituir al ministro de Economía si es nombrado vicepresidente del BCE. 

15 febrero, 2018 02:55

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Queda poco más de un mes para que se despeje definitivamente la incógnita sobre el futuro de Luis de Guindos. Si continúa como ministro de Economía o si, como Moncloa proclama a los cuatro vientos, será el nuevo vicepresidente del Banco Central Europeo porque está todo atado y bien atado entre las bambalinas europeas.

Este último escenario sería muy positivo para los intereses españoles, pero también es uno de los que más temor produce en las filas de la italiana Atlantia. Fuentes del sector explican que en los cuarteles de la familia Benetton hay cierta preocupación por una posible salida de Guindos rumbo al BCE ante los rumores que sitúan a Álvaro Nadal al frente de la cartera de Economía.

La actitud mantenida hasta ahora por Nadal así lo refrenda. No hay que olvidar que el ministro ha forzado la máquina para lograr que los italianos pidieran autorización para lanzar su oferta sobre Abertis. El pretexto, no compartido por Atlantia, era la existencia de activos de interés estratégico para España: autopistas de peaje y, sobre todo, la participación en Hispasat.

Autorización que ha llegado parcialmente tanto para Hochtief (que la pidió de forma voluntaria al ver la actitud del ministro), pero también para Atlantia. Fomento ha dado el OK a la OPA por la parte de autopistas de peaje, pero Nadal sigue estudiando si otorga o no el permiso a ambas empresas por la parte del operador de satélites.

Así que en Atlantia consideran que el posible ‘ascenso’ del actual ministro de Energía y Agenda Digital podría suponer un varapalo para sus intereses en España. Ya no tanto sobre el proceso de OPAs (dado que el calendario -por ahora- cuadra con el proceso de selección de Guindos) como por lo que podría ocurrir en el futuro en caso de hacerse con Abertis.

El pasado del ministro

No hay que olvidar que Nadal fue el director de la Oficina Económica de Moncloa y, por tanto, es uno de los ministros con mayor influencia sobre Rajoy. Así que su llegada a Economía podría darle un poder ‘cuasi omnímodo’. Tendría mucho que decir acerca de los planes económicos a corto plazo, y entre ellos podría estar el futuro de las autopistas de peaje en nuestro país; aunque en la práctica dependan de Fomento. No será una decisión directa, pero sí habría influencia. 

Un proceso importante en el que ya está inmerso el Ejecutivo de cara a los próximos meses. El primero de ellos, la puesta en el mercado de las autopistas quebradas. Un concurso por el que el Ejecutivo espera ingresar entre 700 millones y 1.000 millones de euros, que se celebrará antes de que acaba el año y al que Abertis ya ha mostrado su disposición a acudir.

Las bases no se han publicado, pero fuentes de mercado aseguran que el Gobierno hilará muy fino para evitar problemas en la adjudicación de alguno de los dos lotes previstos.

Las concesiones

El segundo proceso, y quizá más importante todavía, es el futuro de las autopistas de peaje actualmente en poder de Abertis. Sus ‘joyas de la corona’ caducan entre este año y 2021.

El pasado 29 de enero vencía el contrato con Iberpistas para la AP-6, ahora a la espera de ver qué va a ocurrir con ella. En 2019 expira la concesión de Aumar, que opera en la AP-7 los tramos de Tarragona-Valencia-Alicante y Sevilla-Cádiz en la AP-4. En 2021 acaba el plazo para Acesa, que tiene la explotación de distintos tramos de la AP-7 entre Montmeló y la Junquera; Barcelona y Tarragona; Montmeló y Papiol, así como la autopista de Zaragoza - Mediterráneo.

Ahora está en plena negociación el cómo -tras cincuenta años- se lleva a cabo todo este proceso de renovaciones. Fomento quiere consensuar la forma de actuar con el resto de partidos políticos, aunque la división es patente. Tal como se pudo comprobar este martes en el Congreso, la mayor parte de los grupos optó por pedir al Ejecutivo que se nacionalicen a medida que vayan venciendo, mientras que el PP es partidario de que vuelvan a manos del Estado para decidir si se vuelven o no a privatizar.

El actual director general de Abertis, José Aljaro, mostró la disposición del grupo a invertir en España, algo que también ha hecho la italiana Atlantia quien, además, ya ha dicho que tiene intención de mantener la sede de la compañía en nuestro país.

Las afrentas

Sin embargo, el ministro Nadal todavía tiene en su memoria algunas afrentas italianas que no está dispuesto a dejar pasar. La primera de ellas, la venta de Endesa a la italiana Enel, que ha visto cómo buena parte de sus activos se han transferido a la matriz, quedando limitada a su funcionamiento dentro de la península.

El segundo es la fusión de Abertis y Autostrade, truncada por el Gobierno italiano de Romano Prodi hace una década. Una operación idéntica a la actual pero con los papeles cambiados, y para la que el ejecutivo italiano tomó todas las medidas necesarias para frenar la operación.

Así que, con ese panorama, el sector da por descontado que en Atlantia no están muy satisfechos con la posibilidad de que Nadal refuerce su poder dentro del Ejecutivo con una cartera como la de Economía. Una empresa de la importancia de Abertis no puede llevarse mal con el Ejecutivo local, por mucho que los verdaderos activos de interés de la compañía se encuentren fuera de nuestras fronteras.

¿Qué ocurrirá? El tiempo dirá quién gana. De momento, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tiene que dar el visto bueno a la OPA de Hochtief, algo que podría ocurrir esta semana. Después, comenzará el período de 30 días en el que ambas ofertas competirán. Eso si no existe una mejora por parte de la italiana Atlantia, tal y como ya ha anunciado que podría hacer.

Se desconocen las condiciones de cómo se hará, pero en el mercado se da por descontado que estará en el entorno de los 20 euros, y que podría llegar a ofrecer los 20,5 euros por título. En caso de producirse, habría que llegar a la apertura de sobres cerrados, en el que cada uno hará su mejor propuesta. Y ahí ganará quien sea el mejor.