Una mujer se protege del sol con un paraguas cerca una terraza, en Talavera de la Reina.

Una mujer se protege del sol con un paraguas cerca una terraza, en Talavera de la Reina. Manu Reino / EFE

Macroeconomía

La ola de calor de agosto pasa factura a bares y restaurantes: epidemia de terrazas vacías y caída del ticket medio

Las ventas se haN ido frenando con la llegada de las temperaturas extremas.

Más información: Menos hielos en plena ola de calor: sus ventas caen un 20% y encienden alarmas de 'pinchazo' en bares y chiringuitos

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España sufrió durante el mes de agosto la ola de calor más intensa de su historia. 16 días de temperaturas extremas que han desatado numerosos incendios en varios puntos de la Península, dejando como saldo las mayores cifras de superficie quemada del siglo XXI.

La ola de calor también ha pasado factura a miles de bares y restaurantes españoles. El nivel de las temperaturas ha llevado a que las clásicas terrazas veraniegas se hayan vaciado estas jornadas y a que el ticket medio se haya reducido, según indican fuentes del sector.

De esta manera, el incremento de ventas que los negocios hosteleros habían experimentado en julio se ha venido frenando en agosto. Así lo indican los datos de ventas diarias de las empresas del sector de la hostelería del Ministerio de Hacienda.

Según este indicador, se pasó de un incremento de ventas del 16% en el mes de julio (respecto a 2024) a un frenazo del 9,8% con los inicios de la ola de calor en agosto. Es decir, los ingresos mejoraron, pero menos que en las semanas precedentes.

"No está siendo un mal verano, pero sí que está siendo distinto", indica José Luis Álvarez Almeida, presidente de Hostelería de España, la patronal del sector. "Venimos de dos años que han sido muy buenos y puede que estemos ante un cambio de tendencia".

En cualquier caso, apunta que la ola de calor está teniendo consecuencias para las miles de terrazas que se abren en España durante el verano. "Estas zonas se están resintiendo y las temperaturas extremas provocan una reducción de las ventas".

Se trata de miles de sillas y mesas que los clientes no pueden emplear por el calor extremo y cuya pérdida no se puede compensar en los locales acondicionados, normalmente más pequeños. ¿El resultado? Terrazas vacías y espacios insuficientes.

En cualquier caso, como ya contó EL ESPAÑOL-Invertia, el sector del hielo ya apunta a un eventual pinchazo de la hostelería este verano.

La Asociación de Fabricantes de Hielos Alimentarios de España (Asofies) avisa de que han perdido ventas de su producto estrella. En lugar de diez sacos por local, "demandan cinco o seis" cuando hacen un pedido.

"Ahí se ha notado bastante el pinchazo", apuntaba el presidente de Asofies, Manuel Bustos. "Entendemos que es un problema económico. Cuando viene alguna crisis nosotros lo notamos enseguida", remachaba, amparándose en comentarios que, asegura, le trasladan desde establecimientos hosteleros: no necesitan tanto hielo porque no venden tanto.

Álvarez Almeida no lo ve así. "El número de turistas no ha bajado y hay más vuelos que el año pasado". Sin embargo, sí que admite que hay inquietud en el sector por la contención que se está registrando en el ticket medio de los clientes. Algo que podría estar relacionado, opina, con el incremento de los precios de los hoteles y los alojamientos en las zonas turísticas.

A esto se suma la proliferación de pisos turísticos, que conducen a que los visitantes consuman menos en bares y restaurantes.

De esta manera, puede haber más turistas, pero su gasto no crece tanto, o incluso se reduce, indica el presidente de Hostelería de España, según las sensaciones que le transmiten las delegaciones que tiene la patronal por toda España.

De hecho, Álvarez Almeida teme que pueda haber una pérdida de rentabilidad este año, dado que los aumentos de ventas podrían no compensar los incrementos de costes (por materias primas y salarios) que están afrontando los hosteleros.

Por ahora, todo esto son sospechas, no certezas. La patronal espera tener datos concretos de la evolución del negocio de la hostelería española la próxima semana. Mientras, bares y restaurantes (y sus terrazas) se enfilan a sacar todo el jugo posible al final de este tórrido agosto.