María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda.

María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda. Eduardo Parra / Europa Press.

Economía

La recaudación por el IRPF de los asalariados y el IVA de los consumidores se disparará a techos históricos en el 25 y 26

La inflación acumulada y el aumento del consumo doméstico multiplican la recaudación por estas figuras tributarias frente al estancamiento de Sociedades.

Más información: Montero ofrecerá a cada CCAA una financiación 'a la carta' en plena precampaña y castigará a las que bajen impuestos.

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Las claves

España superará los 325.000 millones de euros en recaudación fiscal en 2025, batiendo récords históricos, principalmente por el aumento de ingresos en IRPF e IVA.

El aumento de la recaudación recae principalmente sobre asalariados y consumidores, ya que el Impuesto de Sociedades permanece estancado.

La subida de los ingresos fiscales se debe en gran parte a la inflación y al auge del consumo, afectando especialmente a la renta disponible de los hogares y aumentando la desigualdad.

Expertos advierten que la falta de ajuste de los impuestos a la inflación supone una carga extra para las rentas más bajas, que dedican una mayor proporción de su salario al pago de impuestos.

España va a batir de nuevo su récord absoluto en recaudación de impuestos en 2025, hasta superar los 325.000 millones de euros. Supone repetir una subida del 8,5%, similar a la que hubo el año pasado y en la línea de la que habrá en 2026.

Una previsión adelantada por la vicepresidenta segunda, María Jesús Montero que viene aderezada con dos claves: la primera, que el récord se logra sin subir más los impuestos. La segunda, que ese esfuerzo recaudatorio recaerá sobre todo en IVA e IRPF, dado que el Impuesto de Sociedades permanece estancado.

Eso quiere decir que serán las rentas del trabajo y los consumidores los que soporten la mayor parte del aumento de recaudación. Un hecho motivado por el efecto de la subida de los precios, en pleno auge del consumo doméstico.

Desde el Registro de Economistas y Asesores Fiscales (REAF) se alerta de que el parón en Sociedades en torno a una recaudación de 40.000 millones hace recaer toda la subida recaudatoria en IRPF e IVA.

Si hacemos caso a la evolución que prevén, el primero llegará a casi 140.000 millones, mientras que el IVA puede tocar la cota récord de los 100.000 millones. Para evaluar esas cifras hay que tener en cuenta que por IRPF se ingresaron en 2021 (hace cuatro años) 94.500 millones, casi un 50% menos. Mientras que en el IVA de aquel año fueron 72.500 millones, un 38% menos.

Así, la recaudación tributaria en los últimos cinco años va a aumentar un 43%, más de 96.600 millones de euros. Esto equivale a casi duplicar la recaudación de IVA.

Es cierto que el aumento de ingresos fiscales por IVA se justificaba en 2024 por el fin de las reducciones a ciertos productos energéticos, alimenticios y de primera necesidad. Pero si vamos a los datos de ejecución presupuestaria hasta septiembre, los ingresos en 2025 crecen a un ritmo del 9,1%. Y en impuestos sobre la Renta y Patrimonio lo hacen a un 13,6%.

El Impuesto de Sociedades, por su parte, elevó su cuantía un 6,6% en 2024 y mantenía ese ritmo hasta hace dos meses. Pero tanto desde la AIReF como desde otros servicios de estudios advierten de que el fin de los créditos fiscales por pérdidas en cursos anteriores ya se ha absorbido y, por tanto, la recaudación tiende a estabilizarse.

Lo mismo ocurre con los impuestos especiales sobre hidrocarburos, alcoholes y tabaco. Este año se añade el impuesto a la electricidad, que estaba suspendido por la crisis energética, si bien su recaudación (unos 1.500 millones) es menos significativa.

Más desigualdad

Un estudio del profesor Desiderio Romero-Jordán, publicado por Funcas, demuestra cómo ese aumento del IRPF y el IVA, aupados por la inflación, afecta directamente a la renta disponible de los hogares.

Casi el 70% del aumento de recaudación de 2024 se debe a esos dos impuestos, una proporción que puede ser más elevada en 2025 y siguientes si se reduce el 17% que hasta ahora acaparaba el Impuesto de Sociedades.

El profesor alerta del despegue recaudatorio tras la pandemia, sobre todo en el IRPF, cuya presión fiscal sobre los hogares supera la cota histórica del 8%.

El aumento de ingresos de esos grandes impuestos se debe en gran parte a la creación de empleo de los últimos años (con 3,1 millones de inmigrantes trabajando y 22,4 millones de ocupados, según datos de la EPA).

Pero lo que más afecta es el aumento de la inflación, que nunca se ha descontado del impuesto -lo cual genera el fenómeno de la progresividad en frío- y se estima en un 18,2% en el periodo 2019-2024, frente al 15,9% de subida salarial en convenio.

Las estimaciones del profesor Romero-Jordán apuntan a que la falta de desindexación de la inflación provocó un pago extra de los hogares españoles de 16.800 millones en esos cinco años en los principales impuestos.

En ese mismo sentido, el director del máster en riesgos financieros de Comillas-ICADE, Luis Garvia, coincide con el experto de Funcas en el efecto pernicioso que tiene ese descontrol de la inflación en los impuestos sobre la renta disponible de las familias.

Los hogares de ingresos más bajos tienen que dedicar una parte mayor de su renta a pagar, primero, el IVA sobre unos precios al alza y, después, unos impuestos elevados por esa inflación.

A su juicio, se trata de una discriminación negativa para las rentas bajas, que pone en duda el principio de redistribución que rige en el sistema fiscal y genera más desigualdad entre quienes tienen más holgura para consumir y los que se ajustan el cinturón cada fin de mes.

Si se descuenta la inflación desde 2008 (antes de la crisis financiera y en pleno boom inmobiliario y recaudatorio), los cálculos de Romero-Jordán demuestran que los hogares españoles han perdido una media de 4,3 puntos en su renta real, mientras que pagan un 14% más de IRPF.

Momento político

Las previsiones de 2026 y 2027, ya sin rebajas extraordinarias sobre el IVA y a pesar de tener la inflación controlada en el 2,5%, apuntan a crecimientos de recaudación anual superiores a los 23.800 millones.

Todo ello sin subir impuestos, dada la debilidad parlamentaria del Gobierno para sacar adelante cualquier iniciativa. Basta recordar la fallida subida al diésel de este verano, que le costó a España un recorte de más de mil millones en Fondos Next Generation.

Otra clave que recuerdan los expertos consultados es que el Gobierno ha centrado esta vorágine recaudatoria en 2026 y 2027, años clave por ser el fin de la legislatura.

El IVA y el IRPF son además los dos impuestos cuyo porcentaje de cesión a las CCAA se pretende aumentar. Son la moneda de cambio para sacar adelante la reforma de la financiación autonómica que se acaba de plantear.

El amplio margen de incremento recaudatorio que presentan va a ser un acicate más a la hora de negociar con cada territorio, en un año en el que se celebran varias elecciones autonómicas.