El hijo de un funcionario español en Bruselas escribe su 'carta' a los Reyes, junto al logo reivindicativo.

El hijo de un funcionario español en Bruselas escribe su 'carta' a los Reyes, junto al logo reivindicativo. E.E.

Política UNIÓN EUROPEA

Bronca en Bruselas por la fiesta del día de Reyes: Exteriores se inhibe y el 6 de enero será lectivo en las Escuelas Europeas

Alrededor de 50 eurodiputados de 11 países y grupos diversos, como populares, socialistas o las ultraderechas, firman una carta, a la que ha accedido este diario, exigiendo a la Comisión respetar esta tradición europea.

Más información: Moncloa cuela el catalán en las Escuelas Europeas como 'lengua nacional' para convencer a la UE de que lo haga idioma oficial.

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Las claves

El calendario escolar de las Escuelas Europeas en Bruselas elimina la festividad del 6 de enero, Día de Reyes, a partir del curso 2026-2027.

La decisión afecta a miles de alumnos, incluidos hijos de eurodiputados y funcionarios españoles, y ha generado una fuerte protesta entre familias y eurodiputados de varios países.

Más de 50 eurodiputados de 11 países han exigido a la Comisión Europea que rectifique, defendiendo la importancia cultural y familiar del Día de Reyes en Europa.

Sindicatos y asociaciones de padres critican que se hayan descartado alternativas sin considerar la diversidad cultural y denuncian un trato desigual respecto a otras festividades.

El día de Reyes, una de las tradiciones más arraigadas en España, corre peligro de desaparecer del calendario escolar en el corazón de Europa. El Secretariado General de las Escuelas Europeas ha diseñado un nuevo calendario para el curso 2026-2027 que elimina la festividad de la Epifanía.

El 6 de enero será lectivo para miles de alumnos en Bruselas, una decisión que afectará directamente a los hijos de eurodiputados, funcionarios y trabajadores españoles desplazados en la capital comunitaria.

Pero una cincuentena de eurodiputados de 11 países y diferentes grupos han enviado una carta a la Comisión Europea. La misiva, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, exige al comisario de Presupuesto, Antifraude y Administración Pública, el polaco Piotr Serafin, que intervenga.

Porque la indignación va mucho más allá de las familias españolas. La medida ignora una tradición que vertebra la cultura de numerosas regiones de la Unión Europea. "Lo más sorprendente del caso es el silencio oficial de España", expresan fuentes europarlamentarias.

La Representación Permanente de España ante la UE (REPER), que depende de Exteriores, no ha presentado batalla, según denuncian: "Lo que pasa es que la REPER se inhibe, porque ha quemado todo su capital político con el asunto de la oficialidad del catalán".

El Secretariado General de las Escuelas Europeas funciona como un ente supranacional. Sin embargo, en él participa la REPER española. Y España tendría capacidad real para exigir respeto por un día que es festivo común a todo el territorio nacional.

Existían alternativas. Había opciones sobre la mesa que permitían cumplir con los días lectivos obligatorios y salvar la fiesta de Reyes. Se ha optado, no obstante, por una vía que ignora la sensibilidad cultural española y de países como Italia, Polonia, o de algunas regiones de Alemania y Austria.

La respuesta política no se ha hecho esperar, aunque no ha venido del Gobierno, sino del Parlamento Europeo.

La carta, por iniciativa del PP español, ha tornado en transversal. La firman parlamentarios de grupos tan dispares como el Partido Popular Europeo (EPP); los Socialistas y Demócratas (S&D), algunos de ellos españoles; Patriotas por Europa (PFE) o los Conservadores y Reformistas (ECR).

Otros países

El texto es duro y directo. Los firmantes exigen una rectificación inmediata: "El día de Reyes está profundamente arraigado en la herencia cristiana de Europa", se lee en la carta. Los diputados recuerdan a la Comisión que esta fecha refleja "los fundamentos históricos, culturales y espirituales que han moldeado las sociedades europeas".

No es una cuestión menor, "ni una tradición marginal o simbólica, sino un elemento central de la vida social y familiar" que debe salvaguardarse, advierten en el documento.

La decisión del Secretariado genera además un agravio comparativo flagrante. Mientras en Bruselas se impone la asistencia a clase, la Escuela Europea de Múnich mantiene el festivo.

Y es que la Epifanía no es patrimonio exclusivo de España. En Alemania es festivo oficial en varios länder, como Baviera, Baden-Württemberg y Sajonia-Anhalt. Allí se celebra la tradición de los Sternsinger, niños que recorren las casas cantando. En Austria se celebra de un modo muy similar.

En Italia, el 6 de enero es festivo nacional con la figura de la Befana. Y también lo marca en rojo Polonia en su calendario oficial. Incluso en Francia, aunque no es festivo, la Épiphanie y la tradición de la Galette des Rois constituyen una celebración familiar intocable.

Otras comunidades

La indignación ha unido a comunidades muy diversas. Las asociaciones de padres de alumnos húngaros y griegos se han sumado a la reivindicación española. A estos colectivos, por ejemplo, sí se les respeta sistemáticamente la Pascua ortodoxa.

"Las decisiones sobre el calendario escolar no son puramente técnicas, tienen una clara dimensión política", denuncian los eurodiputados en su carta. Y advierten de que ignorar esto "arriesga socavar la confianza de las familias en las Escuelas Europeas".

Consideran que un calendario que obliga a los niños a ir al colegio ese día "falla en el compromiso del respeto efectivo a la diversidad cultural".

La presión ha llegado también desde el ámbito laboral. Los sindicatos del personal europeo se han sumado a la protesta. En otra carta a la que ha tenido acceso este periódico, el sindicato Renouveau & Démocratie califica la decisión de "preocupante".

El texto sindical critica la gestión del proceso. Denuncian que las alternativas "fueron descartadas sin una explicación satisfactoria". Alertan de que esto deja a los padres con la impresión de que su opinión "no fue genuinamente considerada".

Para el sindicato, la medida crea una "clara sensación de trato desigual".

El conflicto deja en evidencia una paradoja. Mientras el Gobierno español ha centrado sus esfuerzos diplomáticos en Bruselas en la oficialidad de las lenguas autonómicas españolas, una de las tradiciones culturales más transversales de España queda desprotegida en las instituciones comunitarias.

La pelota está ahora en el tejado de la Comisión Europea. La exigencia de medio centenar de eurodiputados y la presión sindical obligan a Bruselas a decidir si rectifica o si mantiene un calendario que borra los Reyes Magos de la agenda europea.