Tomás Serrano

Política CASO KOLDO

Ábalos mantiene en vilo al PSOE: pone condiciones para dejar el acta pese al ultimátum de Sánchez

El Partido Socialista busca una solución para el exministro que no suponga avalar su conducta en el 'caso Koldo'.

27 febrero, 2024 02:49

José Luis Ábalos mantiene en vilo a la dirección del PSOE. La Ejecutiva federal del partido aprobó por unanimidad la orden de Pedro Sánchez para exigirle la renuncia al escaño antes de la mañana de este martes, pero el exministro y exresponsable de Organización socialista se resiste a dar su brazo a torcer.

Sánchez hizo saltar el cortafuegos y lo acompañó de la petición de una comisión parlamentaria de investigación sobre las adjudicaciones durante la pandemia en todas las Administraciones que nunca antes quiso, que le sirve para presentar el caso como algo generalizado e intentar salpicar al PP. Muy en su estilo político de dar un giro brusco de guion para cambiar el paso y lanzar un espeso bote de humo.

El problema es que la primera parte depende del interesado y requiere su colaboración. Y por eso fue presionado durante todo el fin de semana por tierra, mar y aire.

[Sánchez quiere que Ábalos deje ya el escaño y cerrar el acuerdo con Junts sobre amnistía y Presupuestos]

La única opción del presidente del Gobierno para salir con los menos rasguños posibles de la crisis política provocada por el llamado “caso Koldo” es logrando sacar de la política a Ábalos y ofrecer su cabeza en bandeja como sacrificio ritual en favor del Ejecutivo y el PSOE.

Pero Ábalos se limitó este lunes a comunicar al Congreso su renuncia a la Presidencia de la Comisión de Interior de la Cámara. El exministro pone condiciones para dejar el acta pese al ultimátum de Sánchez

Fuentes de la dirección del PSOE interpretaron de ese movimiento un enrocamiento del exministro, porque entienden que si hubiera querido dejar el escaño hubiera servido con un sólo acto por el cual dejaba de ser diputado y como consecuencia abandonaba la Presidencia de la Comisión. 

Entienden que lo que quiere es evitar el escándalo de tener que presidir el miércoles dicha Comisión, en una sesión en la que, precisamente, se iba a hablar de corrupción. Es decir, que esa renuncia indica que pretende mantenerse en el escaño el miércoles.

Si persistiera, el PSOE podría expedientar a Ábalos y expulsarle al Grupo Mixto. Si fuera así, tendría capacidad para intervenir en los Plenos y el PSOE tendría que negociar también su voto a las iniciativas parlamentarias.

Sería un nuevo inconveniente en una legislatura cargada de trampas, contratiempos e imprevistos. Por ello, en el partido buscan una solución para Ábalos que no suponga avalar su conducta en el caso Koldo.

En declaraciones a la Sexta, Ábalos explicó anoche que seguía meditando su decisión y que actuará pensando en él y en quienes le apoyan: "Lo haré de acuerdo a lo que yo merezco y a lo que merecen otros".  

Todos contra Ábalos

La Ejecutiva de este lunes se reunió sin Sánchez, pero con sus instrucciones precisas sobre la mesa. Por eso hubo unanimidad en la decisión y, antes, unanimidad también en las intervenciones. Todos arremetieron contra Ábalos y criticaron su resistencia a apartarse de la política entregando el escaño.

Se entiende además en el PSOE que la propuesta de comisión de investigación supone un órdago para el PP, porque tendrán que estudiarse en ella asuntos como la intervención del hermano de Isabel Díaz Ayuso en la compra de mascarillas y material sanitario. O el caso de las mascarillas adquiridas con sobreprecio por el Ayuntamiento de Madrid.

Su puesta en marcha tiene aún una demora práctica, porque debe aprobarse en el Pleno. Además, hay una costumbre no escrita de no solapar comisiones de investigación, y en este momento ya hay tres a punto de arrancar que fueron pactadas con Junts y ERC para facilitar la investidura de Sánchez.

La segunda dificultad es poder fiscalizar a gobiernos autonómicos. La Constitución establece que esas comisiones pueden crearse para asuntos de interés, sin especificar. Pero esa norma limita también la capacidad de control del Congreso al Gobierno, no a otros poderes, ni a otras Administraciones.

Fuentes parlamentarias aseguran que es posible convocarles y pedirles documentación, pero no pedirles responsabilidades por su gestión.

Con la comisión, Sánchez logra salpicar a administraciones del PP y presentar el caso como algo general con las adjudicaciones durante la pandemia.

Durante las primeras semanas de la pandemia había una falta total de material y se aprobó un decreto para levantar todos los trámites de adjudicación de contratos. Luego el Tribunal de Cuentas y los organismos autonómicos equivalentes analizaron esos contratos y pusieron algunas objeciones.

En el caso Koldo lo que se analiza no es la legalidad de esos contratos o si tuvieron sobreprecios, sino la posibilidad de que cargos públicos como Koldo García cobraran presuntamente comisiones, es decir, la posibilidad de que haya delitos de cohecho.