Pedro Sánchez, en su reunión en Moncloa este lunes con la exsecretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, para debatir cuestiones internacionales

Pedro Sánchez, en su reunión en Moncloa este lunes con la exsecretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, para debatir cuestiones internacionales Moncloa

Política GOBIERNO

Sánchez, favorito para ser presidente del Consejo Europeo: pocos creen que deje la Moncloa en junio

"Si él lo quiere, sale", aseguran altos cargos de Bruselas, pues le corresponde a un presidente socialista del sur de Europa. 

23 enero, 2024 02:51

Pedro Sánchez es a día de hoy el candidato "número uno" para ser el próximo presidente del Consejo Europeo a mediados del próximo mes de junio. Los tradicionales equilibrios históricos, ideológicos y territoriales se han unido al calendario para señalarle como gran favorito, según altos cargos de Bruselas.

La pelota está en el tejado del presidente del Gobierno. "Si él lo quiere, sale", señalan estas fuentes. Otra cosa es que Sánchez esté dispuesto a cambiar de montura recién comenzada la carrera. Porque si los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete lo designan al frente del Consejo, deberá dimitir como presidente del Gobierno inmediatamente. 

Hay circunstancias que podrían convencerle. El presidente del Consejo es uno de los puestos más atractivos en Bruselas: es la máxima representación exterior de la UE y preside las cumbres de jefes de Estado y de Gobierno. 

Por otra parte, el difícil equilibrio en que se encuentra el Gobierno, bajo la presión permanente de sus socios -especialmente de Junts- aventura una legislatura corta, además de tortuosa.   

Pero en el supuesto de tomar la decisión de cambiar la política nacional por la europea, habrían pasado apenas siete meses desde la reelección y menos de un año desde el 23-J y se abriría una situación completamente nueva: ¿Un sucesor o sucesora del PSOE lograría la confianza de un Congreso tan polarizado y fragmentado con la amnistía (previsiblemente) ya en el BOE y con las elecciones catalanas a la vuelta de la esquina? ¿O se tendrían que convocar elecciones anticipadas?

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En ese caso, ¿se cumpliría por anticipado el plan Feijóo 2025, del que ya informó este periódico a finales de agosto pasado? "O presidente dos años, o presidente en dos años", apostó entonces Génova cuando el líder popular aún aspiraba a un Gobierno en solitario apoyado por el PSOE para "abordar las grandes reformas que necesita España".

La aceleración del calendario europeo ha venido provocada por el anuncio del actual presidente del Consejo, el belga Charles Michel, de que encabezará la lista de su partido en las elecciones de junio, lo que precipita el nombramiento de un sucesor. Y por las razones que ahora veremos, lo lógico es que el elegido sea un presidente de Gobierno en ejercicio, socialista y del sur de Europa.  

Por qué un primer ministro

"Desde que entró en vigor el Tratado de Lisboa, que creó la figura de presidente fijo del Consejo, los tres que ha habido eran primeros ministros en ejercicio", explica otra fuente europea. Herman van Rompuy (2009-2014) era jefe de Gobierno de Bélgica; Donald Tusk (2014-2019) lo era en Polonia; y Michel (2019-2024), de nuevo Bélgica.

"Es una mezcla de prestigio para el puesto, conocimientos del sistema intergubernamental comunitario, y que no moleste", añade este funcionario de la UE. "Sacas a alguien de su Gobierno porque, así, ya no tiene más ambición política propia y sí tiene, a la vez, autoridad sobre sus antiguos pares para organizar y dirigir las reuniones del Consejo".

Por lo tanto, Sánchez encajaría en este primer requisito.

Por qué un socialista

Todas las fuentes coinciden, además, en que es el turno de un socialista. De entrada, porque el Partido Popular Europeo (PPE) no puede vetarlo. El juego que tenían previsto los populares europeos era gobernar el reparto de sillones en junio, partiendo de su más que segura victoria electoral, con la presidencia de la Comisión para Ursula von der Leyen (que quiere repetir, aunque aún no lo ha anunciado oficialmente).

Se aseguraría el PPE la reelección con el apoyo de la tradicional coalición con los socialistas y los liberales, que podrían elegir, con el apoyo de los populares, entre Banco Central, Parlamento y Alto Representante... y ya en noviembre, con todo lo demás asignado, mantener su rechazo a un candidato como Sánchez.

"Pero ahora, eso es imposible: los socialistas nos vetarían a Ursula si vetamos a Pedro", explica un dirigente del PP español. "Y Pedro lleva labrándose apoyos para ese puesto desde hace dos años, como mínimo", como ya informó EL ESPAÑOL.

Además, "toca socialista seguro" porque "nadie entendería que, en el reparto, el segundo partido más grande de la UE volviera a elegir el cargo de Alto Representante, cuando pueden quedarse el Consejo". El cargo fue elegido por la Alianza de Socialistas y Demócratas Europeos (S&D) porque no había duda de que lo ocuparía Josep Borrell, que concitaba un consenso indiscutible.

Y hay que recordar que de los tres presidentes del Consejo, dos han sido del PPE y el otro, liberal... La lógica indica que ha llegado la hora de un socialista.

Por qué del sur

Hasta ahora, los tres presidentes han sido centroeuropeos o del Este. Además, de los actuales líderes que se sientan en el Consejo, sólo cinco son de la familia socialdemócrata: Zuzana Caputova, presidenta de Eslovaquia, es jefa de Estado y no cuenta (menos aún su primer ministro, Robert Fico, un populista perseguido por casos de corrupción); Robert Abela, primer ministro de Malta, tampoco puede optar por el poco peso de su país y por el todavía irresuelto caso Daphne CaruanaOlaf Scholz, canciller de Alemania, nunca saldría del cargo, y menos si en la Comisión va a estar su compatriota Von der Leyen.

Quedan dos que sí competirían como rivales de Sánchez: Mette Frederiksen (Dinamarca) podría ser una rival seria para Sánchez, pero ya habrá una mujer en el Ejecutivo comunitario (equilibrio de género); y António Costa (Portugal), en realidad, sólo sigue sentado en el Consejo en funciones hasta las elecciones de febrero, tras haber dimitido tras salpicarle un caso de corrupción.

Costa sonaba como "el elegido", según muchos, por su condición de socialista y del sur. Pero eso, ya se ve, sólo lo cumple hoy Pedro Sánchez.

¿Por qué español?

Finalmente, está el equilibrio histórico: lo más alto que ha llegado España en la UE ha sido a dos Altos Representantes (Javier Solana y el citado Borrell) y a tres presidentes del Parlamento: Enrique Barón (1989-1992), José María Gil-Robles (1997-1999) y, de nuevo, Borrell (2004-2007). España nunca ha presidido la Comisión ni el Consejo.

El nombre de Sánchez está en las quinielas de los favoritos de la prensa internacional. El Financial Times lo señalaba recientemente junto a Mario Draghi. Con todo, pocos creen hoy que dé ese paso en junio. 

Charles Michel ha cambiado los tiempos tradicionales del reparto de cargos en la UE, que siempre tiene lugar tras las elecciones. El belga cumplía mandato el 30 de noviembre, pero dejará el cargo el 16 de junio, pues presidir el Consejo es incompatible con el puesto de eurodiputado y él deberá tomar posesión de su acta de europarlamentario tras los comicios.

Eso es lo que obliga a designar un nuevo presidente (o presidenta) antes de que se haya nombrado al presidente de la Comisión Europea. El movimiento inesperado e inédito de Michel causó un enorme revuelo en Bruselas. Tanto en las instituciones europeas como en la política belga.

El partido liberal francófono de Bélgica tenía otro aspirante a liderar la candidatura, Didier Reynders. El actual comisario de Justicia no tardó más de 24 horas en buscarse otro acomodo y ya es el candidato oficial de su Gobierno para la Secretaría General del Consejo de Europa... una institución de nombre similar, pero que no tiene nada que ver con la UE.

Las cartas están sobre la mesa, aunque habrá reparto entre populares y socialistas: no hay sondeo que ponga en duda que el PPE ganará los comicios europeos; la única incógnita es la ventaja final que alcance sobre los socialistas, que, con la misma certeza, será segunda fuerza.

Las funciones del Consejo 

Además de representar a la UE en el resto del mundo y de presidir las cumbres de jefes de Estado y de Gobierno, la labor principal del Consejo es la de "definir la orientación y las prioridades políticas generales de la Unión Europea". Para establecer la agenda política, reúne trimestralmente a los máximos líderes de los países miembros.

El Consejo lo conforman los jefes de Estado o de Gobierno de los países de la UE, el propio presidente del órgano (actualmente, Charles Michel) y la presidenta de la Comisión Europea (ahora, Ursula von der Leyen).

El Consejo Europeo se ocupa de cuestiones complejas que no pueden resolverse en instancias inferiores de la cooperación intergubernamental. Por ejemplo, asuntos de seguridad común. También nombra a cargos en el Banco Central Europeo y en la Comisión.

El presidente es elegido para un período de dos años y medio, renovable una vez.