El PSOE ve "inasumible" el referéndum tras aceptar ya la amnistía: pide a Junts y ERC "cambiar de actitud"

En el marco de una competición interna entre las fuerzas independentistas, el presidente de Cataluña, Pere Aragonès, aseguró el domingo que la amnistía no era "el final de nada" y que se debía iniciar "una segunda fase" de negociación que acabe en el referéndum. Sus declaraciones van en la línea de las del expresidente Carles Puigdemont, que exige directamente reconocer la legitimidad del referéndum del 1 de octubre de 2017.

"Los independentistas tienen que cambiar de actitud" si quieren que las negociaciones de investidura lleguen a buen puerto, subrayan desde la dirección del PSOE. Los socialistas, entre los que hay un ánimo menos optimista respecto a las conversaciones para la investidura, esperan que este tipo de declaraciones no sean más que soflamas exaltadas en el contexto de la Diada celebrada este lunes.

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En un mensaje institucional televisado el domingo por la noche, Aragonès habló directamente de las negociaciones con el PSOE y Sumar, y llamó a aprovechar "la oportunidad" que ha dejado el 23-J a las fuerzas independentistas, a las que pidió unidad. "Cataluña tiene la clave de la gobernabilidad del Estado", reivindicó, y recordó que su objetivo es siempre el referéndum.

Desde el PSOE reconocen que ese tipo de expresiones tensan la cuerda más de lo que les gustaría y que, a la luz de ellas, aún no tienen claro que los independentistas tengan realmente la pretensión de llegar a acuerdos, especialmente en el caso de Junts.

Los socialistas interpretan que la pugna entre los dos independentismos, que se produce en un momento en el que el separatismo parece contar con menor apoyo social y a las puertas de las elecciones autonómicas catalanas del año que viene, será la que acabe dirimiendo la postura definitiva.

"Todo el mundo dice en público siempre que sí, que quiere negociar", aseguran las fuentes. "Pero eso no lo sabemos aún, tenemos que constatar que realmente quieren negociar", añaden, y critican que no se puede abordar una conversación bilateral "con posiciones que son inasumibles para los otros".

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La vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, se expresó este lunes en esa línea al decir que las palabras de Aragonès del domingo "no aportan nada nuevo de lo que vienen diciendo desde hace mucho tiempo". Remarcó que esa exigencia "se encuentra en las antípodas de lo que opina el PSOE".

Montero también recordó que el PSOE participó en la firma de la aplicación del artículo 155 de la Constitución que suspendió temporalmente la autonomía de Cataluña. Sin embargo, el PSOE ya rechazó en el pasado la amnistía –Salvador Illa dijo el 24 de julio que "ni hablar de ella" y Sánchez que no tenía encaje en la Carta Magna– y ahora está encima de la mesa. Habría que ver qué matices pueden caber en que el referéndum es "inasumible".

Después de Feijóo

La posición marcada por Aragonès también ha llegado a incomodar en cierta forma a Sumar, el compañero de coalición del PSOE y quien está llevando el peso de las conversaciones directas con Junts. Aunque la formación liderada por Yolanda Díaz no rechaza el referéndum, como sí hace el PSOE, pide a los independentistas que se centren en pactar primero la amnistía.

Jaume Asens, el principal negociador de Sumar y por extensión del Gobierno de coalición, pidió este lunes "no confundir o estresar a la opinión pública con las tácticas partidistas de cada uno de los actores que quieren meter en el debate otros asuntos". "El debate se debe centrar sobre una posible ley de amnistía que sirva para superar el enfrentamiento. Ya habrá tiempo para abrir otras carpetas, no tenemos que desviarnos de nuestro rumbo", añadió en una entrevista en Televisión Española.

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Pero en el PSOE todavía no se abren a hablar directamente de amnistía. En sus comparecencias hacen referencia a "fórmulas para el diálogo" y apelan a la discreción de las conversaciones para asegurar que lleguen a buen puerto.

El partido de Pedro Sánchez no se va a posicionar abiertamente al respecto hasta que se produzca el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo y el Rey encargue al actual presidente en funciones la tarea de volver a formar Gobierno.