El CIS de Tezanos marca el arranque de campaña al enfriar la expectativa del PP de ganar feudos al PSOE

En unas elecciones que se plantean como una primera vuelta de las generales de final de año, el CIS da de nuevo alas infundadas al PSOE. Ya lo hizo en 2019, cuando las previsiones de Tezanos anticiparon que Ángel Gabilondo presidiría la Comunidad de Madrid, Carmena seguiría al frente del Ayuntamiento y Pilar Alegría se alzaría como alcaldesa de Zaragoza. Nada de eso ocurrió. Tras ser derrotados en las urnas, los tres candidatos socialistas acabaron dejando los cargos para los que fueron elegidos.

La misma situación se repite esta vez, a las puertas de un 28-M crítico para las aspiraciones de un Alberto Núñez Feijóo al que todas las encuestas sitúan por encima de Sánchez. La trampa con la que juega Tezanos, señalan analistas independientes consultados por este periódico, es que la mayoría de las horquillas electorales son demasiado amplias y, en general, demasiado dirigidas. En otros casos, los muestreos son demasiado pequeños, siempre decantándose a favor del PSOE.

Esta es una constante que lleva repitiéndose desde que Sánchez nombró a Tezanos en junio de 2018. "El CIS auguraría una victoria de Sánchez en las primarias americanas", ironizaba este jueves el presidente andaluz, Juanma Moreno, quien pidió al director del Centro que por lo menos "guarde las formas" para "no faltarle el respeto a los ciudadanos".

"Si estos son los datos, imaginemos la realidad", añadían fuentes del PP madrileño, uno de los pocos que ganarían las elecciones con una claridad "que ni Tezanos ha podido ocultar".

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Como viene ocurriendo en ocasiones anteriores, la publicación del barómetro público ha llegado envuelta en polémica. Los grupos de la oposición hace tiempo que no otorgan credibilidad a esta encuesta, pero el pasado marzo también Podemos acusó a Tezanos de "manipulación" y le pidió "explicaciones". Tuvo que salir Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, a defender al hoy presidente del CIS y antes miembro de la Ejecutiva del PSOE: "Los criterios técnicos están fuera de toda duda".

En realidad, los criterios técnicos son los que provocan la polémica a cada barómetro. Las horquillas y muestreos mencionados anteriormente dan lugar a diversas interpretaciones a partir de los mismos datos: la del CIS pintando de rojo prácticamente todas las comunidades autónomas es una, sí, pero otros análisis y cocinas plantean algunas realidades bien distintas que podrían ser mucho más favorables al PP. 

Análisis alternativos

En el caso de la Comunidad Valenciana, por ejemplo, Tezanos pronostica una tercera edición del Pacto del Botánic (formado por PSOE, Compromís y Unidas Podemos), pero la realidad es que los datos también contemplan una posible suma del PP y Vox, suficiente para gobernar. En el caso de Aragón, una interpretación alternativa de los resultados del CIS le daría la mayoría a Javier Azcón (PP), que con 29 escaños podría gobernar de la mano de Vox (5) sin recurrir a Aragón Existe.

El caso más "flagrante" —así lo señalan los analistas consultados— sería el de Castilla-La Mancha. Donde Tezanos da mayoría absoluta al PSOE en solitario, las horquillas reales contemplan que podría estar sobredimensionando al socialismo en hasta 6 escaños e infravalorando la fuerza del PP en un máximo de 10. Este desfase sería clave a la hora de configurar el Parlamento, otorgando el gobierno a uno u otro lado del hemiciclo.

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Si algunos datos pueden interpretarse de varias maneras, hay otros que ni siquiera merecen la confianza. En lo relativo al Gobierno de las Islas Baleares (que también otorga al PSOE), los análisis de Tezanos deben de cogerse con pinzas, dado que están realizados a partir de sólo 400 encuestas directas, muy pocas para pintar un escenario claro.

Tezanos da aire a Sánchez

Las encuestas pintan una situación especialmente crítica en la Comunidad Valenciana, que muchos consideran clave para el cambio de posiciones. Plantea Tezanos que, esta vez sí, el PP de Carlos Mazón podría ganar las elecciones... pero sin posibilidades de llegar al gobierno. El socialista Ximo Puig reeditaría por tercera vez el Pacto del Botánic con Compromís y Podemos. En su horquilla más alta, los de Feijóo estarían a cuatro escaños de lograr la investidura.

En Aragón, por su parte, todo se juega al filo de la navaja. El socialista Javier Lambán tendría serias dificultades para revalidar la presidencia, pero un posible pacto con la Chunta, Podemos e Izquierda Unida devolvería el poder al PSOE. Desempeñaría un papel clave Aragón Existe, que de empeorar el pronóstico de Lambán, tendría la gobernabilidad en sus manos.

En Castilla-La Mancha, en contra de la gran mayoría de las encuestas publicadas por los periódicos estos días, Emiliano García-Page obtendría mayoría absoluta. El manchego sería un parlamento con muy poca fragmentación, ya que Podemos no llegaría al mínimo requerido para obtener representación. La suma de PP y Vox estaría lejos de hacerse con el poder.

Pocas dudas hay en Madrid, donde la victoria de Isabel Díaz Ayuso no se cuestiona y —al igual que Page en Castilla-La Mancha— rozaría con los dedos la mayoría absoluta sin depender de nadie. Mucho más complicado lo tendría su tándem municipal, José Luis Martínez-Almeida, que vería muy de cerca una suma de la izquierda liderada por Rita Maestre.

La aspirante de Más Madrid se quedaría a las puertas de la Alcaldía debido a la ausencia de Podemos, que no alcanzaría por los pelos el 5% suficiente para lograr representación en el Consistorio. 

El mismo patrón se repite en Asturias, donde Adrián Barbón mantendría la presidencia, pero necesitaría a Podemos. La suma de PP y Vox estaría lejos de ser suficiente. En Navarra, la fragmentación de la derecha tras la ruptura de PP y UPN volvería a facilitar la presidencia de la socialista María Chivite, con el concurso de Bildu y Geroa Bai, sin mayor problema.

El mapa previo a las elecciones del próximo 28 de mayo en las comunidades que se disputan es el siguiente: el PP gobierna en 2 de las 12 regiones en juego (Madrid y Murcia), mientras que el PSOE lo hace en 9 (Asturias, Navarra, Baleares, La Rioja, Canarias, Valencia, Aragón, Castilla-La Mancha y Extremadura). La restante, Cantabria, está en manos del PRC de Miguel Ángel Revilla, que también podría perder el Ejecutivo.

Es cierto que el poder territorial, en 2019, dio un vuelco en favor de los socialistas y que el mapa se tiñó de rojo. Pero de las cinco Comunidades que no entran en liza dentro de dos semanas, tres están en manos de los de Feijóo: Galicia, Andalucía y Castilla y León. Hay partido.