Sánchez y Yolanda Díaz se vuelcan en Barcelona como laboratorio de las generales y sus futuros pactos

Pero hay otro centro de atención importante en las elecciones municipales del 28-M, el Ayuntamiento de Barcelona. Porque sirve para medir efectos de la legislatura que termina, puede testar las expectativas de la plataforma Sumar y, además, anticipar la hipotética trama de acuerdos y coaliciones del bloque progresista o de izquierdas y entre los partidos independentistas para después de las generales.

Además, es el único ayuntamiento de capital en el que, según las encuestas, es posible que ganen hasta cuatro candidatos: Ada Colau (comuns), Xavier Trias (Junts), Ernest Maragall (ERC) y Jaume Collboni (PSC). Sería en todo caso con mayoría relativa y con necesidad de cruzar pactos, tal y como ha ocurrido en las últimas legislaturas en Barcelona.

[Yolanda Díaz jugará a dos barajas el 28-M: hará campaña con Más Madrid, Compromís y Podemos]

Moncloa cree posible un triunfo de Collboni y lo ve como un paso más en la estrategia de Pedro Sánchez respecto a Cataluña, en cuyo horizonte estaría lograr que Salvador Illa sea presidente de la Generalitat.

Sánchez suele presentar el resultado de esa estrategia como uno de los éxitos de su gestión porque, pese al desgaste por los indultos o la reforma de los delitos de sedición y malversación, habría logrado desinflamar el independentismo y, sobre todo, dividir a los partidos que defienden la independencia. Llegar a las elecciones de diciembre con un alcalde socialista en Barcelona le permitiría sacar pecho de ese resultado, según explican fuentes de Moncloa.

A su vez, para la izquierda del PSOE la apuesta es lograr que Colau tenga un tercer mandato. La alcaldesa de Barcelona es uno de los apoyos imprescindibles de Yolanda Díaz en su proyecto de Sumar.

Colau estuvo en el acto de Valencia en el que la vicepresidenta arrancó su proyecto, junto a Mónica García (Más Madrid) y Mónica Oltra (Compromís). Esta última cayó de la política cuando dimitió de su cargo en la Generalitat.

En sentido amplio, Barcelona es el único lugar donde Yolanda Díaz puede ganar el 28-M, aunque en otros puedan tener buenos resultados los partidos que la apoyan. Además, podría pactar con el PSC, anticipando también un hipotético acuerdo de coalición con Sánchez tras las generales.

Para Díaz, será un impulso importante llegar a diciembre con Colau en la Alcaldía de Barcelona y también la reforzaría en su pulso con Podemos, según fuentes de Sumar.

Su otra mirada el 28-M es hacia comunidades o ayuntamientos en los que Podemos o listas similares pueden ser decisivas para completar mayorías. Según algunas encuestas, eso podría ocurrir, por ejemplo, en Extremadura o Aragón, entre otras.

Para el presidente del Gobierno y su vicepresidenta segunda, Cataluña es imprescindible porque la comunidad aporta 48 escaños. Además, como el PP tiene una pésima posición en Cataluña es, junto al País Vasco, la comunidad en la que puede afianzar una ventaja con el PP.

En 2019, los socialistas tuvieron 12 escaños, frente a dos del PP. Los comuns tuvieron siete.

La batalla entre ERC y Junts

Por eso, Sánchez y Díaz se volcarán en Barcelona en la campaña electoral que arranca la próxima semana. La líder de Sumar participará en cuatro actos en Cataluña y cerrará en Barcelona.

Y el presidente del Gobierno irá en varias ocasiones a Cataluña y cerrará la campaña con actos en Lérida y Tarragona por la mañana, y por la tarde en Barcelona, con Collboni.

La otra variable de las elecciones en Barcelona es la referida al espacio político del independentismo. Un estudio de la consultora LLYC sobre encuestas, sostiene que Ernest Maragall podría ganar, con ligera ventaja sobre Collboni y Trías.

Esa batalla electoral es continuidad de la pugna entre ERC y Junts para lograr la posición hegemónica en el independentismo catalán. Pere Aragonés (ERC) ya gobierna la Generalitat en solitario, tras echar a los consellers de Junts, y ERC podría hacerse por primera vez con las dos principales instituciones de Cataluña.

Si ganara uno de los dos, es previsible un acuerdo entre ellos en el Ayuntamiento de Barcelona lo que, a su vez, tendría repercusión en la política nacional si Sánchez tiene números suficientes para seguir en la Moncloa. Si fuera así, es muy probable que esta vez necesite para la investidura los votos de ERC y también los de Junts.

De esa forma, las aspiraciones independentistas marcarían claramente la futura legislatura si PP y Vox no suman 176 escaños. ERC podría abordar ese escenario fortalecido en las instituciones catalanas.

Por contra, el PSOE da por perdidas de hecho la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. Especialmente, tras el episodio de los actos de celebración del Dos de Mayo que ha devuelto la zozobra al PSOE de Madrid.

Los socialistas valoraron llevar a la Junta Electoral a Isabel Díaz Ayuso por romper la neutralidad institucional con sus palabras en ese acto, pero finalmente la consigna de Ferraz ha sido pasar página del incidente, sobre la idea de que, finalmente, ha fortalecido a la presidenta madrileña. Ha conseguido confrontar con el Gobierno a su altura, como lo logró en 2020 con la foto de las banderas en la Puerta del Sol.