Félix Álvarez, en la biblioteca del Congreso.

Félix Álvarez, en la biblioteca del Congreso. Borja Sánchez-Trillo

Política ENTREVISTA

Felisuco: "Si sigue la pelea cainita, hay que echar la persiana. Edmundo debe retirar su candidatura"

"Tengo material de sobra para escribir un monólogo sobre lo que estamos viviendo en Cs" / "Teniendo en cuenta cómo está el partido y lo que se puede heredar, debemos dejar a un lado las vanidades" / "Nadie en la Historia de la Democracia ha pagado sus errores tan caro como Ciudadanos".

9 diciembre, 2022 02:09

Casi todas esas citas de grandes autores sobre el humor entrañan una característica en común: la risa es lo que nos salva. Esta conversación que viene ahora es muy seria. Porque tiene que ver con las amistades traicionadas, con un sueño en riesgo, con un proyecto que pudo ser y casi no es. Con una herencia disputada a machetazos. Aun así, Felisuco, político y comediante, sonríe. Debe de ser verdad. La risa nos salva.

Félix Álvarez (Santander, 1966) fue uno de esos profesionales de la "sociedad civil" integrado en Ciudadanos cuando el centro pujaba al alza en las encuestas. Llegó al Congreso como diputado y, además de lo previsible (el humorista), nos encontramos a un enamorado de la Comisión de Cultura. Un parlamentario entregado al trabajo de sus discursos. Ahí queda aquel día cuando, en pleno debate sobre el lenguaje inclusivo, se puso a leer La Regenta con el "todos y todas".

Se hundió Ciudadanos. Algunos se fueron. Él se quedó. Lo mandaron a su tierra, a Santander, para intentar lograr el gobierno cántabro. Eran otros días, otras metas. Hoy continúa allí haciendo oposición a Revilla.

También sigue implicado en el funcionamiento de la organización. "Llámenme romántico, llámenme loco", dice. Se lo llamamos. "Pero me voy a dejar la vida por este proyecto. Si dan tantas portadas a nuestra guerra, si tantas ganas tienen de que muramos, es que igual no hemos muerto del todo".

Felisuco es un buscavidas. Vendió coches, tuvo un bar, triunfó en la tele, vicepresidió el Racing. Hasta fue titular en el programa de radio de Walter García (un cántabro sabe que aquello fue el Olimpo).

En todas esas etapas, alguna vez, alguien le dijo que el tinglado estaba a punto de caerse. Pero siguió. Y alguna vez, efectivamente, se cayó el tinglado. Pero no la conciencia.

Concede esta entrevista porque ya no puede seguir callado. Llama a Edmundo Bal a "retirar su candidatura". Se lo pide para que, "entre todos", busquen una "tercera vía": un candidato de consenso que no sea ni Arrimadas ni el abogado del Estado. Alguien que simbolice "verdadero cambio" y "transición tranquila". Deja claro, por si se pudiera malinterpretar, que él no lo aceptaría ni loco. Aunque Felisuco, un poco loco sí que está. Se lo dirán sus compañeros al leerle esta entrevista: "¿Estás loco? ¿Cómo dices eso?".

¿Qué tal?

Pa echar al arroz, que decía mi abuela Cuca. Pero, cuidado, porque al arroz se puede echar bogavante o ropa vieja, que son las sobras de ayer. Espero que seamos bogavante.

¿Existe alguna manera de tomarse esto con humor?

Decía Churchill que el humor nos salva de lo que somos. Más vale que lo tengamos en esta situación que estamos atravesando. Es realmente muy complicada. Y últimamente se ha enrarecido mucho más de lo que algunos previmos. Pero sigo llevando el humor por bandera, sí. La refundación será de todos o no será. Espero que logremos una lista de unidad. Si no, no veo salida.

Algún chiste se le habrá ocurrido estos días.

Mantengo el sentido del humor, pero a este respecto se me ha quedado un poco seco. Es que entre lo de Ciudadanos y el España-Marruecos…

Hablando de lo de España en el Mundial… Una integrante del equipo de Almeida que antes trabajó para Cs dijo sobre la eliminación: “Es la versión futbolística del ‘entre hacer lo fácil y lo correcto hemos decidido hacer lo correcto, de ahí nuestros cero escaños’”. ¿Le recuerda a su partido? Muchas veces les he escuchado cosas parecidas. 

Bueno, nosotros… es que no tenemos ni la posesión de la pelota; la Selección, sí. Ni ellos ni nosotros rematamos a puerta, pero por lo menos ellos tienen la posesión. Hemos hecho lo que creíamos conveniente en una situación compleja, de mucha polarización. Eso nos ha sacado del tablero de juego. Nuestras decisiones, visto el desarrollo de los acontecimientos, no han sido las adecuadas. 

Pero, como en el fútbol, en política mandan los resultados. El resultado es inamovible, es verdad. Nos pone en nuestro sitio. Tenemos que asumir que necesitamos cambiar y dar un gran giro al partido. Es lo que estamos haciendo con la refundación.

El otro día hablaba usted de la güija.

Sí. A un periodista que ya nos mandaba al otro barrio le dije que le hablaba a través de la güija. No sé si estamos muertos, pero sí sé que hay mucha gente que tiene ganas de que lo estemos. Si hubiésemos muerto del todo, nos habrían dejado ya en paz. Vistas las ganas de que desaparezcamos, seguro que queda una posibilidad. Las posibilidades son muy pequeñas, pero están ahí.

Cuando habla de “algunos”, se refiere a políticos y periodistas. ¿Le dan un tanto de rabia los medios? Podría usted pensar: “Cuando hacíamos propuestas ni puñetero caso. Ahora que nos matamos nos dan hasta la portada”.

Estoy acostumbrado a que no me hagan caso. Le hablo desde esta arcadia periférica de Cantabria. Pero, oye, en cuanto tienes el más mínimo lío interno, ahí tienes tu trocito de portada. Las desavenencias internas son noticia en todos los partidos, pero nosotros sólo somos noticia si se nos va un concejal de un pueblo de Toledo. Imagínese ahora… Los problemas de Cs se han venido trasladando con una contundencia exagerada, pero lo comprendo. 

Se me ocurre una idea para destensar: esta Nochevieja podría subirse al escenario y deleitar a sus compañeros con un monólogo sobre lo ocurrido. 

Tendría material de sobra para escribir un monólogo sobre estas cuestiones que tanto daño nos están haciendo. Hay gente que lo está pasando realmente mal. Me acuerdo, sobre todo, de los concejales que llevan batiéndose el cobre tantos años, muchos de ellos sin cobrar un duro. Yo tengo un buen salario, pero ellos… Los miro con preocupación. Deben de estar confundidos, asustados y ofuscados.

"La refundación será de todos o de nadie. Creo que es la convicción mayoritaria en el partido"

Hay algo un tanto grotesco: ¿cómo es posible una pelea así por un partido al que las encuestas le auguran entre cero y un diputado? 

Todos mis compañeros creen en ese resquicio de esperanza. Creen que pueden sacar esto adelante. Me imagino que van por ahí los tiros.

Nunca mejor dicho.

Nunca mejor dicho, sí. Y hablando como Maradona. Teniendo en cuenta cómo está el partido y lo que se va a poder heredar, debemos dejar a un lado las vanidades, esas ensoñaciones que tienen algunos de que pueden sacar esto adelante sin contar con el resto. Porque es imposible. 

La refundación será de todos o de nadie. Creo que es la convicción mayoritaria en la organización. ¡Incluso apuntando bien, es posible que no demos en la diana! Por eso tenemos que utilizar el último cartucho como Dios manda. 

Con lo de “las ensoñaciones de algunos”, ¿se refiere usted a Edmundo Bal?

Es que no he entendido la candidatura de Edmundo, me dejó en shock. No se puede pedir unidad a la vez que se presenta una candidatura diciendo “que se sume quien quiera sumarse”. Los afiliados reclaman caras nuevas y regeneración, pero debemos hacer la transición de manera unitaria.

Todas las primarias abren en canal los partidos, pero hay organizaciones que tienen capacidad para soportar esa fractura. Nosotros hoy no la tenemos. No tenemos una estructura que pueda sostener esta pelea cainita. Nos estamos desangrando. No queda otra que ser todos cataplasma para frenar la hemorragia. Que nadie crea que “porque yo lo valgo” va a sacar adelante esto. 

Si hay pelea cainita, entonces, hay que echar la persiana.

Sí, sí.

Félix Álvarez es el líder de Ciudadanos en el Parlamento de Cantabria.

Félix Álvarez es el líder de Ciudadanos en el Parlamento de Cantabria. Borja Sánchez-Trillo

Me decía que la candidatura de Bal le ha dejado en “shock”. ¿Ha intentado hablar con él? ¿Ha mediado?

No, no le he llamado todavía, pero sí pienso hacerlo. Quiero escuchar sus argumentos y darle los míos. Soy un periférico, me llevo bien con todo el mundo en el partido. Sí, lo haré. He querido dejar pasar algo de tiempo para no abordar las cosas en caliente. Pero creo que Edmundo debe retirar su candidatura, aceptar la mano tendida de Inés y buscar una lista de unidad.

Deduzco, entonces, que usted es partidario de encontrar a un tercer candidato, un nombre de consenso que permita a Arrimadas y Bal apartarse. La llamada “tercera vía”.

Siempre he apostado por esa tercera vía. Creo que es la única posible. Que esté Inés o que esté Edmundo… en el fondo es lo mismo. Debemos elegir a una persona que tenga el respaldo de todos y que al mismo tiempo ostente cierta proyección mediática para lograr ese impacto hacia fuera. 

En ese caso, ¿quién podría ser el candidato de consenso?

Se está barajando. No quiero darle ningún nombre porque, si estoy pidiendo consenso, no puedo salir yo ahora apostando por alguien. Eso interferiría en el pacto.

Oiga, ¿y si se lo propusieran a usted? Tiene el cariño de la militancia y esa proyección mediática.

No, no. No estoy en disposición de asumir un reto de esa magnitud. Uno debe estar muy seguro de poder llevarlo adelante, yo no estoy en esa situación. Hay gente en el partido muchísimo más capacitada que yo. 

Más de un lector se preguntará: “Felisuco tiene su trabajo fuera de la política. ¿Por qué sigue todavía aquí?”.

Llegué a la política, es verdad, con los huevos pelados de trabajar. No tengo ningún miedo a volver al sector privado. Pero, llámeme romántico… Me creo el proyecto. Creo que el país lo necesita. No sé quién va a ocupar ese espectro llamado de centro: PP y PSOE están deseándolo, pero no lo representan de verdad.

"Sánchez está poniendo el país a los pies de los separatistas y el devenir territorial es tan delirante como desquiciante"

Han cambiado mucho las tornas: antes era Cs quien tenía 57 escaños; hoy es Vox quien ronda esa cifra.

Me parece mal negocio para España. El país necesita moderación, diálogo, consenso y acuerdos. La situación es francamente complicada. El PSOE está dejando el país… No hay distintos PSOE. Son el mismo. Sánchez está poniendo el país a los pies de los separatistas y el devenir territorial es tan desquiciante como delirante. Vox recoge el voto del cabreo y la contraposición. Tenemos que rascar la confianza de la gente moderada.

Las próximas elecciones generales dirimirán la continuidad de Sánchez: serán un con o contra Sánchez. En ese contexto, Ciudadanos lo tiene muy difícil.

Sin duda. El eje que funciona es el Sánchez-sí/Sánchez-no. Pero en las anteriores elecciones, muchísimo voto nuestro se fue a la abstención. Hay gente que está cansada del espectáculo lamentable en que se está convirtiendo la política. Tenemos que dirigirnos a esas personas. Ese pequeño reducto es nuestra pelea y, a partir de ahí, intentar crecer.

Félix Álvarez hace oposición a Miguel Ángel Revilla, que gobierna con el PSOE.

Félix Álvarez hace oposición a Miguel Ángel Revilla, que gobierna con el PSOE. Borja Sánchez-Trillo

¿Qué han hecho ustedes mal para que el eje “con Sánchez o contra Sánchez” les haya echado del tablero? Porque el liberalismo, teniendo en cuenta cómo está el PSOE, también se podría identificar como fuerza contraria a Sánchez. 

Porque hemos cometido errores estratégicos excesivamente grotescos. Es fácil verlo ahora que ha pasado el tiempo. Muchos españoles dieron una enorme confianza a Sánchez para evitar esta polarización. En 2019, no fuimos capaces de demostrar que Sánchez no estaba dispuesto a pactar con nosotros.

No hicieron ustedes una oferta lo suficientemente clara. 

Es verdad. Debimos hacerlo al fracasar aquella ridícula pelea entre Sánchez e Iglesias, cuando cayó su pacto por lo de las políticas de empleo. Ese mismo día debimos salir a tender la mano a Sánchez.

También le digo que nadie en la Historia de la Democracia ha pagado sus errores tan caro como Ciudadanos. No hemos robado, no hemos tenido casos de corrupción. Hemos gobernado con sentido común. Pero aun así, nuestros resultados fueron cero en Andalucía.

Hemos conocido estos días que, aparte de la lucha por el poder, hay una lucha ideológica: Bal quiere un partido más abierto a pactar con el Gobierno, “menos de derechas”. Y Arrimadas está enfrente porque considera que el liberalismo es incompatible con Sánchez.

Que desde fuera unos nos llamen “muleta del sanchismo” y otros “derecha pura” está bien, nos sitúa en el lugar correcto. Pero que lo hagamos desde dentro me parece un delirio.

A los afiliados se les preguntó si el partido debía pactar a derecha e izquierda. Hubo un “sí” mayoritario. Pero no se preguntó si Cs debe pactar con el PSOE de Sánchez. Por lo que oigo yo, muchos de nuestros afiliados creen que el principal problema de España es Pedro Sánchez. 

Bal critica que, en la calle, se percibe Ciudadanos como “un partido de derechas”. ¿Usted también lo escucha en Santander? 

No, la verdad es que no. Hemos alcanzado acuerdos con el Gobierno de Cantabria, donde está el PSOE. El problema del Ejecutivo central es que, incluso las buenas leyes, son utilizadas por Moncloa para hacer ideología. Por eso, a nivel nacional, debemos pensarnos muy y mucho si apoyarlas.

"A mí no me dicen por la calle que Ciudadanos sea un partido de derechas"

Esa disputa quedó de manifiesto con el que fue origen del conflicto: la ley de Irene Montero. Arrimadas se arrepiente de haber votado que sí y Bal se muestra orgulloso. ¿Dónde está usted?

Edmundo dice que no se arrepiente, yo sí estaría arrepentido. Pienso en lo que han pasado esas víctimas, en lo que deben de estar reviviendo viendo cómo se reducen las penas a sus agresores… Ojo, y lo digo a pesar de todo lo bueno que tiene la ley, que lo tiene. Pero la laguna en la ley era lo suficientemente grande como para haber votado en contra.

Hay una segunda parte: lo peor es que nos dimos cuenta antes, presentamos una enmienda para corregirlo, nos la tumbaron, ¡y votamos que sí a la ley! Encima no éramos decisivos, todavía me lo pones peor. No pasa nada por pedir disculpas.

Félix Álvarez, Felisuco, llama a la unidad en plena guerra interna de Ciudadanos.

Félix Álvarez, Felisuco, llama a la "unidad" en plena guerra interna de Ciudadanos. Borja Sánchez-Trillo

Mientras tanto, la dirección del PP llama a los dirigentes más conocidos de Cs a sumarse a sus filas. ¿Le han tentado? 

No he tenido muestras de cariño más allá de las habituales. Entiendo a Feijóo: intenta que no esté la papeleta de Ciudadanos en las elecciones para poder rascar algún punto. Nuestros “restos”, si no entramos, pueden ser decisivos. Sigo creyendo en este proyecto. Sé que parezco un romántico, pero me voy a dejar la vida por esto. 

¿Cree que Feijóo será presidente tras las próximas generales?

Tengo mis dudas. Sánchez, pese a todo, es un animal político. Además, carece de escrúpulos y es capaz de hacer cualquier cosa por mantenerse en el poder. Feijóo lo tiene complicado. Vamos a ver cómo transcurre 2023.

Feijóo me desconcierta: a veces lo oigo hablar de nacionalismos amables. Suele criticar a Bildu, ERC, Podemos… Pero se olvida del PNV. ¡Qué casualidad! Es más de lo mismo, lo que teníamos antes con el PP. 

¿Tiene una opinión de Revilla parecida a la de Sánchez?

Revilla es más populista que Sánchez, también más listo. Tiene más escrúpulos. Lleva gobernando un montón de años y nunca se hace responsable de lo que pasa en Cantabria. Me parece una de las mayores estafas que ha tenido esta tierra. No saca ningún proyecto adelante. 

Pero Revilla es un genio de los medios. ¿Le va a pedir consejo para ver cómo se puede rescatar a Ciudadanos?

Pero es un poco Bruja Lola. Lanza catorce predicciones, falla en trece y agita como nadie la bandera de ese único acierto. No, no le voy a pedir consejo.

En todo esto, es llamativo el silencio de Albert Rivera: no dijo nada durante la Opa que les hicieron Casado y García Egea, no participó en la última convención del partido y no parece que vaya a hacerlo en la refundación.

Me gustaría que fuese de otra manera. El apoyo de Rivera nos haría mucho bien. Pero también quiero decir otra cosa: su comportamiento es coherente. Tras el batacazo de 2019, dijo que se iba y es lo que ha hecho. Ha cumplido.

La UCD, el CDS, el Partido Reformista, UPyD, Ciudadanos… ¿El centro es una batalla perdida? 

No. Porque estuvimos a punto de ganar una gran batalla en 2019. No soy nostálgico, no me gusta echar la vista atrás. Pero… sumábamos 180 diputados. Es verdad que Sánchez nunca hubiera pactado con nosotros, le daba más miedo Rivera que Iglesias. Sin embargo, si lo hubiésemos desenmascarado… Soy un romántico, hay una última oportunidad.