El Gobierno de coalición traslada al Congreso sus disputas y tensa los grupos parlamentarios

El Gobierno de coalición traslada al Congreso sus disputas y tensa los grupos parlamentarios

Política

La forma de legislar del Gobierno traslada sus disputas al Parlamento y tensa a PSOE y Podemos

El insólito procedimiento de abordar las leyes provoca el atasco de los proyectos, amplifica las discrepancias y lleva a votaciones al límite.

7 noviembre, 2022 01:30

“El Gobierno habla con una única voz”, suele repetir la portavoz, Isabel Rodríguez, en las ruedas de prensa del Consejo de Ministros. Sin embargo, cada vez es más frecuente una peculiar manera de legislar del Ejecutivo en la que se aprueban los proyectos de ley de cada uno de los sectores del Gobierno como si fueran de todos los ministros y, a continuación, se traslada al Parlamento la discusión y el debate que antes se desarrollaba en la reunión de los ministros.

De esa forma, lo que se consigue es tensionar el Parlamento, bloquear proyectos de ley y amplificar las discrepancias internas sobre asuntos concretos, llegando a votaciones al límite.

El resultado es también un cierto malestar en los grupos parlamentarios y la acumulación de discrepancias entre PSOE y Unidas Podemos en teoría fuera del Consejo de Ministros.

"Vamos dando patadas al balón, pero finalmente nos lo terminamos encontrando y siempre al límite de los plazos de enmiendas", asegura un destacado miembro del Grupo Socialista.

Describe el atasco que se acumula con leyes importantes sobre las que no se ha cerrado el acuerdo entre socialistas y Podemos, hasta el punto de que queda en el aire su aprobación en esta legislatura.

[La Ley de Vivienda se atasca en el Congreso mientras los precios del alquiler alcanzan su máximo en 22 capitales]

Fuentes del Gobierno admiten también que esta situación prueba dificultades de interlocución en el seno del Ejecutivo. Teóricamente las grandes decisiones las discuten directamente el presidente Pedro Sánchez y la vicepresidenta Yolanda Díaz y los propios ministerios para las cuestiones técnicas. Pero en multitud de casos ese protocolo interno no funciona.

Hasta ahora, era extraño que los partidos del Gobierno presentaran enmiendas a proyectos de ley, salvo las que surgen de transacciones con otros, pero en esta legislatura esa es una de las costumbres que han cambiado. Con el primer Gobierno de coalición de la historia constitucional se ven cosas en el Congreso que nunca antes se habían visto, incluyendo formas peculiares de legislar, como el uso de proposiciones de ley de los grupos, pese a ser textos elaborados por los ministerios.

El Gobierno se comprometió al inicio de la legislatura a informar a los socios parlamentarios antes de aprobar las iniciativas. Por ejemplo, el pacto de investidura del PSOE con el PNV señala que el Gobierno se compromete a "mantener una comunicación fluida y constante con EAJ-PNV, dando a conocer con antelación suficiente los proyectos e iniciativas que el Gobierno desee impulsar".

Sin embargo, en la práctica el Gobierno empezó por dejar para el Congreso la negociación con los socios parlamentarios y ahora, en la segunda mitad de la legislatura, se aplaza también la negociación interna.

Se estableció en los primeros Presupuestos del Estado una dinámica de negociación previa entre PSOE y Unidas Podemos que se cumplió, pero ahora no se aplica para proyectos de ley concretos.

Los casos más evidentes son la Ley de Vivienda y la Ley Trans, pero es aplicable a la de bienestar animal, la ilegalización de la prostitución y el tratamiento de los vientres de alquiler, entre otros.

El proyecto de Ley de Vivienda fue aprobado en el Consejo de Ministros el pasado 1 de febrero y, curiosamente, fue presentado por la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y también por la de Asuntos Sociales, Ione Belarra, haciéndola ambos suya después de una intensa negociación.

Y también curiosamente se aprobó con la petición de que siguiera trámite de urgencia en el Parlamento, a pesar de lo cual está atascada.

De hecho, ha tenido ya nueve ampliaciones de los plazos de enmiendas, porque el PSOE presentó modificaciones en el Congreso al texto aprobado en el Consejo de Ministros y se mantiene la discrepancia sobre esos puntos clave. 

La ley corre peligro, a pesar de que su aprobación fue pactada hace un año para poder sacar adelante los Presupuestos para 2022.

La Ley Trans tiene sólo dos ampliaciones de plazo de enmiendas pero, de momento, no tienen éxito las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos sobre las enmiendas presentadas al proyecto de ley que aprobó el Consejo de Ministros.

El proyecto de ley se aprobó el 26 de junio pasado, también con voluntad de trámite urgente y fue presentada por la ministra de Igualdad, Irene Montero, hablando en nombre del Gobierno en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Para las leyes de Igualdad en trámite queda aún la discusión en el Congreso entre PSOE y Unidas Podemos sobre la ilegalización de la prostitución que defienden los socialistas y el tratamiento de los "vientres de alquiler".

También se ha trasladado al Congreso la discusión sobre el proyecto de Ley de protección, derechos y bienestar de los animales. Fue aprobado en Consejo de Ministros el pasado verano y ya lleva cinco aplazamientos por presentación de enmiendas.

Igualmente, en este caso, el PSOE presentó enmiendas al texto acordado en Consejo de Ministros, que Unidas Podemos no acepta. Se refieren a excepciones para la caza.

Otro caso es el del proyecto de Ley de Sanidad aprobado por el Consejo de Ministros y cuestionado por Unidas Podemos en el Congreso. Este mismo viernes, el portavoz de Podemos, Pablo Echenique, escribió un tuit en el que asegura: "La forma de evitar que Ayuso siga destrozando la sanidad en Madrid es derogar la ley 15/1997 de Aznar y Feijóo que permite la privatización salvaje. El texto actual de la "ley Darias" deja la ley del PP intacta y, por eso, vamos a pelear duro en el parlamento para enmendarla".