Tomás Serrano

Tomás Serrano

Política ELECCIONES ANDALUZAS 19-J

Feijóo cree que el 19-J le permite hablar a Sánchez de tú a tú e insistir en los pactos con más autoridad

El líder nacional del PP ya tiene a sus espaldas cuatro mayorías absolutas: tres en Galicia y la del domingo en las elecciones andaluzas.

21 junio, 2022 02:46

El guion ha cambiado. La próxima vez que Alberto Núñez Feijóo pise el palacio de la Moncloa para entrevistarse con el presidente Pedro Sánchez ya no lo hará como un recién llegado a la política nacional, que intenta sobrevivir a las intrigas madrileñas, sino como el hombre que tiene a sus espaldas cuatro mayorías absolutas.

Las tres primeras le permitieron gobernar la Xunta de Galicia sin sobresaltos durante 13 años. La cuarta, obtenida el domingo por Juanma Moreno en Andalucía, demuestra que la fórmula del éxito de Feijóo puede aplicarse en el resto de España: un mensaje transversal y moderado, sin estridencias, que busca atraer a los votantes desencantados del PSOE.

Esta fórmula también ha funcionado en Andalucía, como se demostró en la noche del 13-J. "El PSOE nos decían que nunca podríamos gobernar en Andalucía. Después de hacerlo durante cuatro años, hemos obtenido mayoría absoluta", destacaba este lunes el coordinador general del PP, Elías Bendodo, que ha sido el encargado de diseñar la campaña de Juanma Moreno.

El líder nacional del PP considera que esta última victoria le concede la autoridad moral necesaria para que el presidente Pedro Sánchez acceda a negociar los pactos de Estado que le ha planteado: en materia económica, de Defensa y el que llegará en las próximas semanas para renovar del Poder Judicial.

Las tornas han cambiado. El político gallego avalado por cuatro mayorías absolutas tiene enfrente al presidente Sánchez, que gobierna haciendo equilibrios sobre una frágil alianza de partidos en proceso de descomposición: con Podemos torpedeando la tramitación de los proyectos de Ley del PSOE (como la Ley Audiovisual) y Gabriel Rufián anunciando cada día el último paso hacia el abismo.

[Dirigentes del PSOE y de Podemos empiezan a plantearse cuándo romper la coalición]

Tras su llegada a la calle Génova, Alberto Núñez Feijóo decidió tomar la iniciativa. En su primera visita a la Moncloa, el pasado 7 de abril, planteó a Pedro Sánchez una propuesta para inyectar 15.000 millones de euros a las familias y a las empresas, con el fin de compensar la pérdida de poder adquisitivo provocada por la inflación.

Y la semana pasada remitió a la Moncloa una segunda propuesta de pacto sobre Defensa y Seguridad, con la que pretende poner en evidencia que el presidente Pedro Sánchez no puede contar con ninguno de sus socios (tampoco con Podemos) para afrontar la política internacional y la Cumbre de la OTAN que Madrid acogerá a finales de este mes de junio.

Cita en el Senado

El presidente del Gobierno ha respondido hasta ahora con desdén a estas propuestas de pacto de Estado: se ha limitado a exigir al PP que apoye en las Cortes su decreto ley contra los efectos económicos de la guerra de Ucrania y que se siente a negociar ya la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

El mismo desdén con el que Sánchez trató a Feijóo en su primer cara a cara en el Senado. Cuando el líder de los populares tendió la mano al presidente para aplicar sus rebajas fiscales a las familias, éste le replicó que lo único que hace el PP es "estorbar, estorbar y estorbar". 

Pedro Sánchez tenía la oportunidad de enfrentarse a Feijóo en un segundo debate parlamentario esta semana, en el Senado. Pero dado que la derrota del PSOE parecía inevitable en Andalucía, decidió aplazarlo hasta después del verano

Antes llegará el Debate sobre el Estado de la Nación en el Congreso, en el que la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, se enfrentará a Pedro Sánchez. El primer Debate sobre el Estado de la Nación en siete años se celebrará en pleno mes de julio, con la mitad de los españoles en la playa y, por tanto, con un impacto informativo amortiguado.

Independencia judicial

El tercer pacto de Estado, para renovar el Poder Judicial, llegará en el mes de julio. Feijóo no ha permitido que le marque los tiempos Pedro Sánchez, quien en su primer encuentro en la Moncloa le exigió pactar la renovación del Tribunal Constitucional antes del 12 de junio.

La propuesta que prepara el PP prevé renovar de forma inmediata el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y los cuatro magistrados del Constitucional cuyo mandato concluyó el 12 de junio, con el actual sistema previsto en la Ley Orgánica del Poder Judicial (es decir, por designación política de los partidos a través de las Cortes).

Pero Feijóo exigirá a Pedro Sánchez se comprometa a modificar luego el sistema de elección del Poder Judicial para garantizar su "independencia". Es decir, se trata de avanzar hacia un modelo en el que los jueces elijan a al menos una parte de sus representantes en el CGPJ, tal como exige la Comisión Europea.

El PP también planteará fórmulas para evitar la dependencia de la Fiscalía General del Estado respecto al Gobierno. Para ello ha recogido las sugerencias de las principales asociaciones de jueces, magistrados y fiscales (también la Asociación de Juezas y Jueces para la Democracia, afín al PSOE).

"El PP frena a Vox"

El resultado electoral del 13-J ha tenido otros efectos colaterales. Los socialistas daban por descontada la victoria electoral de Juanma Moreno. Pero su abrumadora mayoría absoluta de 58 escaños echó por tierra el argumentario preparado para culpar al PP de la entrada de la "extrema derecha" en el gobierno de la Junta.

La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, tuvo que improvisar una rueda de prensa, al filo de la medianoche, en la que atribuyó la victoria de Moreno... a los "ingentes recursos" que el Gobierno le ha transferido para gestionar la pandemia.

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, y el coordinador general Elías Bendodo han transmitido el mismo mensaje: "El PP ha conseguido frenar a Vox". El miedo a Vox sembrado por el PSOE ha contribuido a ampliar la mayoria absoluta de Moreno.

El resultado del 13-J ha desmontado así el mantra que permitía a los socialistas identificar al PP con la "extrema derecha". Ya no se volverá a escuchar ese argumento en una campaña electoral.