Andrea Levy: "Mi padre no quería que fuera a verle al hospital durante el 'procés' por miedo a represalias"

LAS CHARLAS DEL INEFABLE- "Sánchez quiere arreglar lo de Cataluña, pero pasará a la historia como un guasón" / "Almeida está muy crecido y hasta le llueven novias, ¿quién se lo iba a decir?".

5 junio, 2021 01:37

Cristian Campos Marcos Ondarra

Andrea Levy (Barcelona, 1984) ha respondido durante 30 minutos a las preguntas de Cristian Campos, jefe de Opinión de EL ESPAÑOL, y Marcos Ondarra, redactor de Política.

La delegada de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, y miembro de la Dirección Nacional del PP, es la décima invitada de este diario a Las charlas del Inefable, entrevistas informales en las que sólo se exige un requisito: que el entrevistado pida una bebida alcohólica y no agua, café o un refresco.

Andrea Levy afirma que su fama de fiestera no le hace fama, que suele retirarse de las fiestas a las 2:00 de la madrugada y que le gustan los cócteles "de señora mayor" (Gimlet, Bloody Mary, Apple Martinis) además del jerez, la manzanilla de Sanlúcar, el Campari y el vermut. También confiesa que no se liga más siendo política, quizá por el temor de muchos a salir con alguien significado ideológicamente.

Levy dice también durante la entrevista que Gabriel Rufián es buena compañía para tomarse una cerveza (a pesar de su caricaturización como "demonio con cuernos y rabo"). La delegada de Cultura del Ayuntamiento no se iría sin embargo de copas con José Zaragoza, del PSC, que se burló de ella por su enfermedad y al que pide que done una semana de sueldo a una asociación de fibromialgia.

Preguntada por los indultos, que considera "una tomadura de pelo", la política del PP los rechaza y defiende su sospecha de que Pedro Sánchez pretende pasar a la historia como el pacificador de Cataluña, pero que lo hará más bien como "un guasón".

Las charlas del Inefable con Andrea Levy. Silvia P. Cabeza

Andrea Levy dice también que le encantan las canciones de Nacho Vegas, pero que sus ideas políticas, "con todo el cariño", son francamente cuestionables.

Luego, la delegada de Cultura explica cómo su padre, hospitalizado en Cataluña durante los momentos culminantes del procés, le pidió que se abstuviera de visitarle por miedo a la reacción de unas enfermeras y unos médicos que lucían a todas horas el lazo amarillo que distingue a los ultranacionalistas catalanes.

En su última pregunta, Levy confiesa qué fue de su agria polémica con Gerard Piqué.