El presidente de la Generalitat, Quim Torra, con el lehendakari, Iñigo Urkullu, en el palacio Ajuria Enea de Vitoria.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, con el lehendakari, Iñigo Urkullu, en el palacio Ajuria Enea de Vitoria. Efe

Política

Torra y Urkullu rechazan que el Gobierno asuma sus competencias en el estado de alarma

Los líderes de las formaciones nacionalistas califican como un "155 encubierto" el decreto del estado de alarma que prepara el Gobierno.

14 marzo, 2020 17:41

Mientras el Gobierno ultima las medidas que conllevará la aplicación del estado de alarma, Iñigo Urkullu y Quim Torra han trazado vía telefónica su propio plan. En la hora de la pandemia, han situado como prioridad el mantenimiento de su "soberanía". Así lo han exteriorizado ambos tras poner fin a la llamada.

Distintos dirigentes de las formaciones separatistas ya califican el mando único decretado por Moncloa como "un nuevo 155 encubierto". Pedro Sánchez, ante el descontrol del coronavirus, se ha visto obligado a confeccionar un "mando único" con capacidad de acción "inmediata" en todo el Estado. Una medida que los nacionalistas catalanes y vascos interpretan en clave invasiva.

Meritxell Budó, portavoz del Govern, ha comparecido para reforzar y estirar el mensaje de Torra: "No permitiremos que confisquen nuestras competencias". Como muestra, este botón: los Mossos ya han empezado a realizar controles en las principales carreteras de acceso a Cataluña.

El Govern de Cataluña no permitirá "que se vulneren" sus competencias EP

Una actitud que ha soliviantado a ese PSOE reacio al coqueteo con el secesionismo. El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha contestado: "La cadena de actuación necesita un mando único. El coronavirus no entiende de Estatutos de Autonomía".

Este desafío, según las fuentes consultadas por este diario, ha sido una de las razones que ha entorpecido y dilatado el Consejo de Ministros. El presidente del Gobierno va a comparecer casi seis horas más tarde de lo previsto. Su debilidad aritmética -el Ejecutivo depende del separatismo- y la "plurinacionalidad" de Podemos y el PSC dificulta sobremanera la acción unitaria del Estado.

El propio Torra ha lanzado un tuit que ha caído como una granada en el Consejo, al que Pablo Iglesias ha debido acudir a pesar de su cuarentena: "He llamado al lehendakari Urkullu (...) Coincidimos en que no podemos aceptar que el Gobierno español confisque nuestras competencias de salud, seguridad y transporte".

El líder del País Vasco, por lo menos en público, no ha ido tan lejos, pero sus palabras se limitan a la "sanidad pública vasca". No ha contradecido a Torra, por lo que queda de manifiesto que, con la llegada de esta crisis, el PNV ha abrazado la doctrina del separatismo catalán.

Tanto Urkullu como Torra se niegan a interpretar el "mando único" decretado como una cuestión de necesidad. Anoche, cuando el presidente de la Generalitat pedía colaboración a Sánchez... era para confinar a su "país", la "República catalana".

El lehendakari habló por teléfono con Sánchez este viernes, pero según contó en rueda de prensa no fue informado de esa autoridad nacional que estaba a punto de llegar. Urkullu insiste en actuar de "manera coordinada", pero se resiste a ceder sus competencias para frenar la pandemia.

El desafío de ambos líderes autonómicos ha desatado una tormenta en Moncloa, teniendo en cuenta que esta misma tarde iba a celebrarse una gran conferencia de presidentes autonómicos, precisamente para activar las medidas del estado de alarma. El acto ha quedado suspendido hasta este domingo por la mañana.

Abascal pide detenerlos

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha escrito en su perfil de Twitter que, de oponerse al real decreto, habría que "detener" a los dos líderes autonómicos y "suspender" las autonomías "por completo".

"Pues habrá que deteneros a los dos. Y suspender esas autonomías por completo. Hay que ser miserable para, en medio de esta tragedia, tratar de continuar el golpe e incluso extenderlo", ha escrito.

Mientras tanto, el líder de Vox ha ofrecido a Sánchez sus 52 escaños para poder ejercer ese "mando único" sin palos en las ruedas.