Patricia, propietaria de La Flamenca de Borgoña.

Patricia, propietaria de La Flamenca de Borgoña. YouTube de la marca Sabadell

Política CATALUÑA

La flamenca de Borgoña: "Los separatistas han publicado hasta el colegio al que va mi hijo"

Las amenazas y el acoso a Patricia Muñoz, propietaria de una marca de moda, empezaron con su colección 'La república no existe, idiota'. 

9 agosto, 2019 02:40

Ha sido acosada e insultada en las redes sociales, amenazada por independentistas anónimos y por otros con nombre y apellidos, han hecho pintadas en la fachada de su domicilio, han lanzado huevos contra sus ventanas, han publicado su número de teléfono, su dirección particular y hasta el colegio donde estudia su hijo. Y todo ello, por una marca de moda. Una marca de moda cuya última colección es una línea de bikinis y de bañadores con la bandera de España y la cruz de Borgoña. Algo que en la Cataluña nacionalista amerita la muerte social.  

Patricia Muñoz es catalana, tiene 35 años y lleva desde los tres viviendo en Sabadell. El 12 de octubre de 2018, Patricia creó su propia marca de moda junto con un socio. La llamó La flamenca de Borgoña y la publicitó como "marca de moda española". En su tienda física, pero también en su página web, Patricia vende camisas, camisetas, bikinis, tazas, bolsos y productos de piel.

Cuando empezó, la intención de Muñoz no era la de reivindicar nada. Hoy, la marca ha pasado a publicitarse como "marca de moda española y reivindicativa". Su primera colección, lanzada el pasado mes de diciembre, fue La república no existe, idiota, la frase que popularizó el mosso d'esquadra Octavi, convertido ya en un mito de la resistencia antinacionalista catalana.

La segunda colección, lanzada en mayo, la protagonizaban las frases más conocidas de Manuel Marchena, el presidente del Tribunal Supremo. La tercera es la mencionada línea de bikinis y bañadores con la cruz de Borgoña y la bandera española. 

El calvario de insultos, amenazas y acoso que lleva sufriendo Patricia desde hace ocho meses ha hecho que algunas televisiones se hayan interesado por su caso. Pero no en su calidad de víctima del acoso nacionalista, como Patricia imaginaba, sino para ser presentada como una nostálgica del franquismo. Y la prueba de ello es su rifirrafe del miércoles en Antena 3 con Elisa Beni, que si algo dejó claro la contertulia es que no sabe lo que es la cruz de Borgoña.

"Vamos a quemarte la tienda"

"Elisa Beni no tenía ni idea", dice Patricia Muñoz en conversación con EL ESPAÑOL. "Decía que es una cruz carlista y franquista. Pero la cruz de Borgoña es del siglo XVI. La utilizaron los Tercios, la utilizó el imperio español cuando llegó a América y a día de hoy se sigue utilizando en muchos países y ciudades hispanoamericanas. Que la utilizaran los carlistas es un tema del siglo XIX. Pero la historia de la cruz de Borgoña es mucho más amplia que eso. ¿Qué tienen que ver los carlistas y los franquistas con el siglo XVI?". 

Por la tarde, Patricia fue entrevistada en Cuatro y la experiencia no fue mucho mejor. "En Cuatro no me dejaron hablar. Hablaron ellos y yo sólo podía responder con monosílabos. Intenté explicarme tres veces, pero fue imposible. Y al final me di por vencida. Pero ya sabemos quién gobierna, quién hay en las televisiones y cómo se tergiversa y se manipula la información". 

Si algo no ha tenido Patricia es descanso. Al trabajo que comporta la creación de una empresa se ha sumado el acoso del independentismo casi desde el primer día de vida de la marca. "La flamenca de Borgoña nació el 12 de octubre de 2018. En diciembre sacamos la colección de La república no existe, idiota y empezamos a recibir insultos en las redes sociales. En mayo sacamos la colección de Marchena con sus frases celebres y ahí volvieron los insultos, pero también el acoso y las amenazas. Por teléfono, por WhatsApp, por sms" dice Patricia.

"Me decían 'te vamos a quemar la tienda' o 'vamos a entrar por la noche y vamos a tirar los productos por la ventana'. Y ahora, al sacar la línea de bikinis con la bandera de España y la cruz de Borgoña, lo mismo. Hoy nos han atacado la web y hemos estado tres horas con la página caída. Nuestra intención era lanzar el bañador de hombre a las 12:00, porque llevaban pidiéndonoslo dos semanas, pero no hemos podido hacerlo hasta las 16:00", explica Patricia, que agradece a EL ESPAÑOL poder explicarse sin que se tergiversen sus palabras o se la acuse poco menos que de carlista.

Los ataques no se han limitado a su empresa, sino que han llegado hasta el ámbito de lo personal. "Han atacado mi domicilio, han publicado mi dirección, han publicado el colegio donde estudia mi hijo, nos han tirado huevos a la ventana de nuestro domicilio, nos han hecho pintadas, nos han amenazado. La tienda física no la han atacado, pero mi domicilio sí". 

Juicio en septiembre

Las sospechas sobre quién está detrás de los ataques son las habituales en los casos de otros catalanes señalados por el independentismo. "Mi domicilio y mi teléfono son privados" dice Patricia. "Este número desde el que te hablo, y que es el que está en la web, es el móvil de mi empresa. Pero mi teléfono particular sólo lo tiene mi familia. Y, sin embargo, ha aparecido publicado. Igual que el colegio de mi hijo, que sólo lo conocen mis padres. Es algo que no voy comentando por ahí".

¿Algún vecino, quizá? "Un vecino o algún profesor del colegio. Porque es un colegio muy separatista. Es lo que hay y es lo que toca. Como vivo al lado del colegio, saben quién soy, y hay profesores muy independentistas. O puede que lo hayan sacado de la base de datos del Ayuntamiento. Es lo que pienso, sinceramente". 

Patricia no se ha quedado parada. Ha presentado varias denuncias y la Policía ha identificado ya a algunos de sus acosadores. "Están denunciados. Algunas llamadas que se hicieron con número descubierto ya están en proceso y de hecho tengo un juicio en septiembre. Para las llamadas que se hicieron con número oculto tuve que entregar mi número a la Policía Nacional para que hicieran un volcado y pudieran averiguar quiénes eran los que llamaban". 

Sin apoyos políticos

La cara visible de La flamenca de Borgoña no tiene pensado, sin embargo, irse de Cataluña. "Muchos me lo preguntan, pero no me voy a ir. Porque eso es justamente lo que quieren: amedrentarte, asustarte y cohibirte para que te vayas. Tengo amigos y conocidos que lo han hecho y les respeto. Pero yo no soy así. Si a mí me dices que no haga algo y me amenazas, lo haré más. Yo soy una luchadora". 

Atacada por el independentismo y tergiversada por las televisiones, Patricia ha recibido sin embargo el apoyo de muchos ciudadanos anónimos. "Hoy he recibido más de cincuenta llamadas de apoyo de españoles, pero también de argentinos, de colombianos y de bolivianos". Ningún responsable político, sin embargo, se ha puesto en contacto con ella para ofrecerle su apoyo: "No. Nadie ha llamado. Absolutamente nadie. Ni políticos, ni Ayuntamiento, ni Generalidad, ni ninguna otra Administración. Todos los apoyos que he recibido han sido particulares". 

Pero el acoso a Patricia ha acabado convirtiéndose en un disparo en el pie para el propio independentismo. Porque la inesperada popularidad de La flamenca de Borgoña ha hecho que todo el stock de su nueva línea de productos se agotara el miércoles en sólo tres horas. "Los productos más vendidos son los de la línea La república no existe, idiota y los de Marchena, pero los bañadores y los bikinis se están poniendo a la par. Estamos vendiendo muchísimo. Los bañadores de hombre se agotaron sólo tres horas después de ponerlos a la venta".

PAtricia Muñoz, con algunos de sus productos de La flamenca de Borgoña.

PAtricia Muñoz, con algunos de sus productos de La flamenca de Borgoña. La flamenca de Borgoña