Albert Rivera en TV3.

Albert Rivera en TV3.

Política MANIPULACIÓN EN TV3

El día que TV3 acabó con la paciencia de Ciudadanos

8 septiembre, 2018 03:03

Albert Rivera demolió ayer un tabú en Cataluña y la onda expansiva del derrumbe reverberó hasta en Bélgica. Para comprender el impacto entre las huestes separatistas de lo ocurrido ayer por la mañana en el programa Els Matins basta con decir que TV3 es tan madre del régimen nacionalista catalán como padre lo fue Jordi Pujol. Al menos hasta su caída en desgracia por esos casos de corrupción que, conviene recordarlo precisamente hoy, no fueron destapados por la cadena de televisión autonómica sino por aquellos periodistas a los que TV3 suele llamar "la caverna mediática"

Y no es que los pies de barro del prestigio de TV3 no hubieran sido embestidos antes por gente como Inés Arrimadas Javier Ortega. Porque tanto la ganadora de las elecciones catalanas como el abogado de VOX han tenido por costumbre acudir a las tertulias de TV3 sin esa mochila cargada de complejos de mal catalán que acarrean a su espalda los políticos del PSC o los comunes de Ada Colau. Un peso muerto que ha permitido que en la región se consolide la idea de que todos los catalanes están de acuerdo en estar de acuerdo con sus líderes nacionalistas. El famoso oasis.  

Pero nunca hasta ayer alguien del peso de Albert Rivera, presidente del cuarto partido del Congreso de los Diputados, representante de más de un millón de votos en Cataluña y de tres millones de votos en toda España, le había dicho a la cara a una de las presentadoras estrellas de la cadena lo que es evidente para cualquiera que gaste cinco minutos de su vida frente a la programación de la televisión autonómica catalana. Que TV3 es "un aparato de propaganda separatista". Que TV3 miente. Y que lo hace "cada día". "¿Ah sí?", fue la única respuesta de Lídia Heredia.

No es aventurado suponer que la andanada de Albert Rivera no fue espontánea. Heredia cayó en la trampa, el líder de Cs obtuvo la respuesta deseada y el resto del día pudo dedicarlo a recoger los frutos del vareado árbol de la siempre frágil autoestima nacionalista. Sirvan como ejemplo los siguientes tuits. 

Por la tarde, el Consejo Profesional de Informativos y el Comité de Empresa de TV3 rechazaron las acusaciones de Rivera. Según los trabajadores de TV3, es "falso" que TV3 mienta. En su respuesta, Consejo y Comité acusaron a Rivera de pretender que se le hiciera una pregunta determinada (una manipulación de las palabras del líder de Cs) y exigieron que intervenga para evitar que en las manifestaciones convocadas por el partido se produzcan agresiones como la sufrida hace una semana por un cámara de Telemadrid (que recibió dos golpes tras agredir él mismo a un manifestante). 

Al comunicado se sumaron Núria Llorach, la vicepresidenta de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, y el director de TV3, Vicent Sanchís, que pidió "responsabilidad, rigor y respeto". Algo paradójico si se tiene en cuenta que fue el mismo Sanchís, blanco habitual de las críticas por el sectarismo extremo de la cadena, el que reconoció durante una entrevista con la periodista francesa Sandrine Morel, autora del libro En el huracán catalán, que TV3 "debe representar a la mayoría social del país y la mayoría social del país es independentista".