Mikel Irastorza, tras ser detenido por la policía francesa este sábado.

Mikel Irastorza, tras ser detenido por la policía francesa este sábado. EFE

Política Acelera su final, según Interior

La caída de Irastorza deja a ETA sin “punto de referencia” para el sellado de zulos

La ‘operación Nérin’ lleva el nombre de la última víctima mortal de la banda, el gendarme francés Jean Serge Nérin, asesinado en 2010.

5 noviembre, 2016 13:12
Alejandro Requeijo Daniel Montero

Noticias relacionadas

De la ‘operación Pardines’ el pasado septiembre a la ‘operación Nerín’ de este sábado, del primer guardia civil asesinado por los terroristas en 1968 a su última víctima en marzo de 2010, el gendarme francés Jean Serge Nérin. En poco más de un año, las fuerzas de Seguridad han asestado dos golpes mortales contra la organización.

Si el pasado verano desarticuló en la localidad de Saint-Étienne-de-Baïgorry a la última cúpula con galones que le quedaba a ETA, la detención ahora de Mikel Irastorza deja a la banda sin el único “punto de referencia” que mantenía para lograr sus objetivos, según presume el Ministerio del Interior.

Tan solo unas horas después de que tomase posesión de su cargo el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, agentes de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) francesa, en colaboración con la Guardia Civil, han llevado a cabo este operativo antiterrorista en la localidad francesa de Ascain, Departamento de Pirineos Atlánticos (64).

Mikel Irastorza, nacido en San Sebastián hace 41 años, se encontraba huido desde 2008 y de él dependía actualmente directamente la anunciada labor de ETA de hacer un inventario de todo su material armamentístico por medio del sellado de zulos.

Al frente de un puñado de etarras

Esta es la única baza que le queda a la banda para tratar de forzar al Gobierno a una negociación sobre un final mínimamente honroso para ellos y tratar de acordar una mejora para la situación de sus presos, aún dispersos en decenas de prisiones cinco años después del cese de los atentados.

Según el Ministerio del Interior, esta detención “representa un duro golpe a las estructuras de ETA ya que supone la pérdida de liderazgo dentro de la organización terrorista y la eliminación de su estructura de dirección encargada de dirigir la gestión del arsenal armamentístico y explosivo que aún dispone en su poder la organización terrorista, y de esta manera tratar de alcanzar sus objetivos estratégicos”.

De este modo, los expertos en la lucha antiterrorista creen que esta operación “dificulta sobremanera que ETA pueda perpetuarse como un agente influyente en el escenario político y social en el País Vasco, Navarra y sur de Francia”.

La detención de Irastorza llega apenas unas semanas después de la ‘operación Descubrimiento’ en la que las fuerzas de seguridad desarticularon un zulo de ETA repleto de armas al norte de París. “Si no nos entregan las armas voluntariamente, se las quitamos nosotros”, repiten habitualmente los expertos de la lucha antiterrorista.

El 20 de octubre de 2011 las páginas web de los diarios “Gara” y “Berria” publicaron un comunicado de ETA en el que la organización terrorista anunciaba el “cese definitivo de su actividad armada”, iniciando desde entonces un proceso de reestructuración de sus “aparatos”.

En este sentido, el 20 de julio de 2014, ETA anunciaba públicamente que estaba realizando una reestructuración interna que contemplaba el desmantelamiento de su entramado “logístico-militar”, la creación de una nueva rama “técnico-logística” encargada del sellado de sus depósitos de armas y el reforzamiento de su “aparato Político”, todo ello sin suprimir las estructuras necesarias para su funcionamiento interno.

Ex de EKIN y portavoz de un foro de Batasuna

Al frente de ese “aparato político” y del puñado de terroristas que todavía malviven en la clandestinidad se encontraba hasta hoy Mikel Irastorza. Ejercía la máxima responsabilidad de la organización precisamente desde la detención de David Pla e Iratxe Sorzábal el 22 de septiembre de 2015, en el marco de la ‘operaciónPardines’.

Irastorza Artola formaba parte de la camada de EKIN -los encargados de hacer cumplir la ortodoxia etarra en todas las estructuras de la izquierda abertzale- que dieron el salto a la banda en los últimos años de actividad terrorista. Como figura pública fue portavoz del Foro Debate Nacional, impulsado por Batasuna.

Además del dirigente de ETA, en esta operación han sido detenidos por su presunta colaboración con la organización terrorista dos personas más -un hombre de nacionalidad española y una mujer de nacionalidad francesa- que daban cobijo a Irastorza y que son propietarios de la casa en la que se encontraba el terrorista detenido.