El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, durante la presentación de su libro de memorias.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, durante la presentación de su libro de memorias. Europa Press

Andalucía

De su 'vía crucis' inicial hasta su 'vía andaluza', Juanma Moreno en su libro de memorias: "Me decían que 'tó era pa ná'"

El hilo conductor de las 265 páginas es "la vía andaluza", que "no implica vencer, sino convencer". También señala sus dudas sobre su liderazgo: "Rajoy me dijo: haz como hago yo, no leas la prensa".

Poner: Juanma Moreno presenta en octubre su libro 'Manual de convivencia. La vía andaluza' sobre su proyecto político

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Las claves

Juanma Moreno presenta su libro de memorias 'Manual de Convivencia. La vía andaluza', donde relata su trayectoria política y los desafíos para llegar a la presidencia andaluza.

El presidente de la Junta destaca cómo la 'vía andaluza', basada en la moderación y el diálogo, le permitió gobernar Andalucía tras décadas de gobiernos socialistas.

Moreno reconoce los momentos difíciles de sus inicios, las dudas sobre su liderazgo incluso dentro del PP, y la importancia del apoyo familiar en su carrera.

En el libro, critica la polarización política y contrapone su enfoque moderado al de Pedro Sánchez, señalando la necesidad de convivencia frente a la resistencia política.

"¿Alguien se imagina lo que sería ir a un funeral y que el muerto se levante de repente, resucitando delante de todo el mundo? Pues eso más o menos es lo que me ocurrió a mí la noche electoral del 2 de diciembre de 2018. Resucité... políticamente. Resucité, claro está, para quienes me daban por muerto".

Ese es uno de los extractos más significativos del libro que ha presentado este lunes el presidente de la Junta, Juanma Moreno, en la remodelada fábrica de Artillería de Sevilla. Se trata de su particular obra Manual de Convivencia. La vía andaluza, editada por Espasa.

Parafraseando al Manual de Resistencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Moreno trata de explicar a los lectores, votantes o no, que precisamente ha sido esa "vía andaluza", que "no implica vencer, sino convencer", la que le ha permitido gobernar la comunidad durante siete años, casi cuatro de ellos con mayoría absoluta.

No obstante, hasta llegar hasta ahí, los comienzos fueron duros desde que decidió volver a su tierra con la difícil tarea de gobernarla tras décadas de gobiernos socialistas. En el libro asegura que en aquellos años podía estar en un bar tomando una cerveza y escuchar críticas directas sobre él porque no lo reconocían.

Sobre todo cuando topaba una y otra vez con una premisa: "En la conciencia colectiva se había instalado la idea de que Andalucía era un territorio exclusivo del PSOE".

Incluso entre los afiliados y simpatizantes del partido había calado esa idea. Tanto que cuando lo veían subiendo y bajando de la furgoneta para recorrer Andalucía o durmiendo a varios cientos de kilómetros de distancia de la ciudad en la que había amanecido, escuchaba "Tó pa' ná, Juanma, to pa'ná". O sea, "todo para nada".

Sin embargo, más de una década después, cree que a pesar de la polarización política que existe, esa "vía andaluza" se puede aplicar en toda España, no solo en Andalucía, incluida Madrid. "Yo voy a practicar la moderación y el respeto al adversario hasta el fin de mis días".

En el libro Moreno reconoce que le molestaba, o le inquietaba más bien, cuando escuchaba que le faltaba colmillo político o que "hacía menos daño que el pescado en blanco", una receta muy andaluza, parafrasea en uno de sus 32 capítulos.

Cuando resucitó políticamente aquella 'Noche del Cambio', asegura que no fue una carambola, refiriéndose al hecho de que se convirtiera en presidente con los peores resultados de la historia del PP, sino que aquel resultado ni mucho menos fue fruto del azar, sino de "un trabajo muy bien planificado que llegó a buen puerto gracias a un cúmulo de aciertos por una parte y muchos errores por la otra".

También porque así lo permite la ley electoral que, por cierto, ningún partido político aun teniendo mayoría impulsa cambiar. Es decir, nadie podía impedir que, tras aquella noche, PP, Ciudadanos y Vox estuvieran condenados a entenderse tras casi 40 años de gobiernos socialistas.

Pues ni en aquella noche llegó a sudar. Ni tampoco el 19 de junio, a pesar de la subida de la temperatura general cuando alcanzó los 58 diputados, tres más de la mayoría absoluta. "Sólo pueden los que creen que pueden", ha insistido Moreno varias veces durante la presentación, conducida por la periodista Carmen Morodo.

Y ese control sobre sus glándulas sudoríparas también demuestra una forma de ser y sosegada de entender la política marcada por "la serenidad, el diálogo y la calma". También reconociendo los errores como el ocurrido con la tardanza de las pruebas diagnósticas en el cribado del cáncer.

En el acto, aprovechó Moreno para contar que su Gobierno ha conseguido mejorar la Sanidad, pero se siente frustrado porque no ha conseguido lo que ha querido. "Soy tauro y muy cabezón y si los andaluces quieren voy a hacer una remodelación del Servicio Andaluz de Salud".

Sufre insomnio severo

Aquejado de problemas de insomnio severo -lleva un año para controlarle las pocas horas que duerme-, reconoce que le quita el sueño "los problemas de salud" de los andaluces, por lo que se ha sentido "superado" y "frustrado" en las últimas semanas.

Perder la mayoría absoluta no se lo quita porque no se lo plantea ahora, pero sí que "Andalucía pierda esa estabilidad y la confianza". "Todo esto está en peligro si me falta un diputado", ha espetado Moreno.

Sobre todo porque cree que Vox es "la consecuencia de la decepción frente a la democracia y al sistema político actual".

En un acto con muchos rostros conocidos como los de alcalde de Sevilla, José Luis Sanz; el presidente del Parlamento y exconsejero de Sanidad, Jesús Aguirre; el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local, Elías Bendodo, y miembros de su equipo de gobierno... hasta casi 400 personas.

Algunos incluso que llegaron a darlo por muerto aquella noche. De hecho, muchos de ellos pensaron que Juanma Moreno podría llegar a ser un "buen presidente" pero era un "mal candidato", incapaz de rentabilizar para el PP el desgaste de casi 40 años de gestión socialista en la Junta. Sin embargo, al final lo salvaron los 90.000 votos más que los que recibió Ciudadanos.

"Rajoy me dijo: haz lo que hago yo, no leas la prensa"

Mariano Rajoy no ha ido a la presentación, pero sí lo nombra Juanma Moreno en las páginas de sus memorias políticas. Primero porque fue su mentor y, segundo, porque intenta cumplir un consejo que le dio el expresidente cuando Moreno le confesó su malestar por la caricatura que le hacían los adversarios y también algunos medios de comunicación.

"'Haz lo que hago yo', me dijo. Mi cerebro trataba de interpretar esas cinco palabras de una manera rápida. ¿Qué me estaba queriendo decir? ¿Que hiciera deporte todas las mañanas para ver la vida de otra manera? ¿Que intentara cultivar una mejor relación con los periodistas para evitar las críticas?"

"Incapaz de adivinar por dónde iba, no me quedó más remedio que preguntarle: "¿Y qué es lo que haces tú, presidente?. Debo confesar que su respuesta fue la que menos me esperaba: "No leas la prensa, me espetó".

El apoyo de su mujer

En su libro, también analiza su vida más personal. Reconoce que practica la meditación y aconseja el mindfullness a sus adversarios para rebajar la tensión.

Y le dedica unas líneas muy especiales a su mujer y madre de sus tres hijos, Manuela Villena, presente en el acto.

"A Manuela le encanta la política no sólo porque sea politóloga de formación, sino por su inteligencia, que la ha convertido en una excelente asesora desde que estamos juntos".

Reconoce además que ella es "consciente de que en aquellos días de enero en los que me animaba a dar el paso, el fondo sabía que estaba dejando a un lado una brillante carrera política", aunque le ha remarcado que aún está a tiempo. "Eres mucho más joven que yo y esto da muchas vueltas".

También habla de manera muy cariñosa de Javier Imbroda, el primer consejero de Educación de su gobierno con Cs, al que ficharon los naranjas. "Me dio coraje", reconoce, pero porque no se le ocurrió a él.

Y a Isabel Díaz Ayuso y a Alberto Núñez Feijóo, incluso a Juan Espadas, el que fue su contrincante político en las últimas elecciones. Confiesa que siempre vio en él "cierto paralelismo": "una persona de talante más bien moderado, por tanto, con capacidad de consensuar apoyos en distintos espectros ideológicos".

Contra el único que eleva el tono en estas páginas de paz es contra Pedro Sánchez. Le acusa de haber sembrado "la semilla de la polarización en España".

De ahí que con su título quiera parafrasearlo porque Moreno intenta convivir y, Sánchez, a su juicio, resistir.