María Jesús Montero, en un acto del PSOE.

María Jesús Montero, en un acto del PSOE. EP Sevilla

Andalucía

El PSOE-A paga la corrupción con la peor previsión de voto de su historia y una Montero incapaz de remontar

El último barómetro del Centra da a los socialistas un mínimo de 24 escaños, 20 menos que lo que alcanzó Susana Díaz en 2015.

Más información: Juanma Moreno mantendría su mayoría absoluta en Andalucía con un PSOE en caída libre que no frena María Jesús Montero

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El Centro de Estudios Andaluces (Centra) publicó este jueves el último barómetro electoral. El mayor batacazo se lo daría el PSOE de María Jesús Montero, que se movería, de haber elecciones ahora, en una horquilla de entre 24 y 26 escaños.

El pronóstico es demoledor. Supone que el PSOE anotaría el peor resultado de su historia en Andalucía. Empeora incluso el suelo que marcó Juan Espadas, quien ganó 30 escaños en las elecciones de 2022, cuando el presidente de la Junta, Juanma Moreno, se hizo con su mayoría absoluta de 58 escaños que llegó a tatuarse en la piel.

Sería también peor que los datos que consiguió la expresidente de la Junta Susana Díaz quien, de hecho, ganó las últimas elecciones a las que le dejaron presentarse, las de 2018. Se hizo con 33 escaños.

Fuentes cercanas a la expresidente andaluza señalaban hace poco en un acto privado que esa marca se alcanzó, además, en medio de lo peor de la crisis desatada por el caso de los ERE. "Y aún así, ganó", señalaban.

Ahora la situación para el PSOE andaluz es parecida. Hay un gran caso de corrupción, el de Santos Cerdán y José Luis Ábalos que, además, coincide con la realización de la encuesta que lleva a esos hasta 24 escaños socialistas. Y los andaluces lo castigan, ahora con más fuerza incluso.

Suelo electoral

La duda, llegados a este punto, es si esos 24 asientos que prevé el Centra son el suelo del PSOE o hay un punto más bajo. Porque los 33 escaños de 2018 fueron un palo para la formación, que se abrió en canal tras perder la Junta de Andalucía.

En 2022 Juan Espadas se hizo con 30 escaños, lo que ya fue un trauma. El PSOE se dio cuenta de que la travesía en el desierto de la oposición iba para largo. Volver al palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía era un proyecto de años.

A solo un año de que se vuelvan a abrir las urnas, el PSOE sigue en caída libre. Y lo hace, como se ha señalado, con un caso de corrupción incierto en cuanto a su desarrollo con la presunta trama de cobro de mordidas para conseguir obras públicas.

Y lo hace, además, con un nuevo liderazgo: el de María Jesús Montero. La sevillana llegó a la secretaría general del PSOE andaluz bajo el palio que le puso el presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez. Su fracaso sería un golpe para él.

En estos seis meses que Montero lleva al frente del PSOE andaluz, la formación es incapaz de remontar. Porque si en marzo el mismo Centra que hoy le da un mínimo de 24 escaños y un máximo de 26 en el Parlamento andaluz les daba entre 25 y 28.

Ni el cambio orgánico que hizo Montero, donde 'cosió' a todas las sensibilidades que habitan el PSOE andaluz -de los semanistas a los críticos pasando por quienes estuvieron con Espadas- han servido para cambiar el declive del partido. 

Al menos en las encuestas. Desde el partido tiran de argumentario y señalan que los barómetros del Centra sirven intereses del Gobierno andaluz y que la única encuesta fiable es la de las urnas. Para eso deben quedar, como mucho, 12 meses.

En ese tiempo Montero tiene tarea: debe desligarse de Pedro Sánchez y los casos de presunta corrupción que le asedian y que lastran los resultados del partido en Andalucía. Y lo debe hacer siendo como es la vicepresidenta de su Gobierno y su apuesta para la carrera por la Junta.

A eso se suma que el PP liderado por Juanma Moreno, no comete errores no forzados de calado, según señala el Centra. Tras siete años de Gobierno, sigue dentro del rango de la mayoría absoluta. Hay desgaste, pero es mínimo y no compromete, parece, que siga siendo el presidente de Andalucía.

De hecho, si en junio de 2022 se hizo con 58 escaños, el Centra, en su encuesta de marzo de este año le daba entre 57 y 59. Podría aumentar incluso su ventaja. En junio rebaja esos escaños a entre 55 y 57. Baja un poco, pero sin riesgo de tener que abandonar San Telmo.

Contra sí mismo por los casos de corrupción y contra un PP que parece haber encontrado el pulso de Andalucía -"somos el partido que más se parece a los andaluces", señalan en privado altos cargos del Gobierno-, Montero lo tiene complicado porque, además, el tiempo corre en contra y es Moreno quien decide cuándo se abren las urnas.

Pero no imposible. El PSOE; cabe recordar, tiene unos 40.000 afiliados en Andalucía. A eso se suman los simpatizantes y personas cercanas. Y tradicionalmente ha sabido movilizar a los suyos cuando ha hecho falta. En las últimas citas electorales no acabó de convencer, pero para las andaluzas de 2026 tienen una nueva oportunidad.

Mientras el PSOE busca por dónde atacar al PP, a su izquierda sí que hay crecimiento. Sobre todo en el caso de Por Andalucía -la marca de Sumar en la comunidad-, quienes ven como podrían hacerse con hasta 9 escaños, casi doblando los que tienen ahora mismo.

A la izquierda

El liderazgo de Inma Nieto, que ha tendido puentes con Sumar -Esperanza Gómez- y algunos miedros de Podemos hace posible esa oposición que da resultados y araña votos a un PSOE salpicado por los escándalos.

Adelante Andalucía también sube según el Centra, pero menos. Pasa de dos escaños a, quizás, tres. No mucho más.

Y el gran crecimiento está en Vox. Los de Santiago Abascal se anota, según el barómetro andaluz, hasta 18 escaños. Cabe recordar que Juanma Moreno gobernó en su primera legislatura, la de 2018, con 26. Su socio era Ciudadanos, con 21. No están tan lejos.