Juanma Moreno, en el Día de la Bandera, ante la enseña de Andalucía.

Juanma Moreno, en el Día de la Bandera, ante la enseña de Andalucía. EP Sevilla

Andalucía

Furor por el andalucismo, el 'novio' por el que pelean todos los partidos de la comunidad desde la izquierda hasta Vox

El Día de la Bandera, que se celebra este jueves, subraya la idea de que todos los grupos se suman al movimiento regionalista.

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Las claves

Todos los partidos andaluces, desde la izquierda hasta Vox, compiten por apropiarse del andalucismo como símbolo identitario y electoral.

El andalucismo es percibido como un valor positivo, transversal y no excluyente, compatible con la identidad española y muy presente en las celebraciones populares.

El PP ha adoptado el verde y blanco en su imagen y discurso, mientras que el PSOE y otros partidos reivindican también su legado andalucista con matices propios.

El himno, la bandera y el acento son los símbolos andaluces más apreciados, y el orgullo de pertenencia a Andalucía es compartido por la gran mayoría de la población.

En la simplificación iconográfica del mensaje político, el PSOE es rojo, el PP azul, Vox es verde y la izquierda, morada o multicolor. Sin embargo, el andalucismo lo ha pintado todo de verde y blanco en el espectro ideológico de la comunidad.

El PP tiñó de verde su cartelería en el congreso regional que celebró en noviembre en Sevilla; Vox apeló a Carlos Cano en el último debate del Parlamento andaluz; el PSOE pelea con el Gobierno andaluz por ser herederos de Blas Infante; Por Andalucía, Podemos o Adelante Andalucía se declaran andalucistas en casi todos sus mensajes, cada uno con sus matices.

Esa pugna por envolverse en la bandera andaluza no es un capricho. Todas las fuerzas políticas saben, más allá del convencimiento ideológico real, que el andalucismo es un valor positivo. Es una cuestión identitaria, sin ser independentista; es reivindicativa, sin ser agresiva.

Lo demuestra el último sondeo del Centro de Estudios Andaluces (Centra), publicado el pasado 28 de febrero, sobre la cuestión. La encuesta desvelaba que casi 9 de cada 10 andaluces se sienten "orgullosos o muy orgullosos" de ser de la comunidad.

¿Qué partido no querría estar en unas coordenadas políticas simpáticas y reivindicativas que además son transversales para casi todos los andaluces? El Centra avanzaba también que casi 8 de cada 10 encuestados acuden a fiestas y tradiciones relacionadas con lo andaluz.

Fiestas

Ferias, Semana Santa, fiestas locales, romerías... Espacios de celebración que se asocian con lo andaluz. Un 'caramelo' para los politólogos, la asociación de lo festivo y lo identitario.

El Centra ahondaba en la cuestión: la mayoría de la población se siente tan andaluza como española. El andalucismo, pues, no es excluyente ni agresivo. Es compatible con España.

Los símbolos son clave en la construcción de la identidad. El himno o el acento son los que más aprecian los andaluces, según el Centra. Casi 8 de cada 10 dicen sentirse identificados con la bandera. El 76 por ciento, con el himno.

Consciente de que el andalucismo arrastra votos y con la ambición de hacer del PP andaluz el partido "que más se parece a los andaluces", Juanma Moreno insiste desde que llegó a la Junta con teñir de verde y blanco sus políticas y sus gestos.

A ello le ha ayudado justamente un andalucista histórico, Alejandro Rojas-Marcos. Fundador del Partido Andalucista, alcalde de Sevilla y con unas cuitas históricas contra el PSOE, quienes le tacharon de "traidor" en los albores de la España de las autonomías.

El pedigrí andalucista de Rojas-Marcos es innegable. Heredero de quienes primero hablaron de la identidad del sur de España, como Blas Infante, en sus manos estuvo recuperar la bandera andaluza que la dictadura de Franco ocultó.

Moreno lo dice en público y en privado en un mensaje que ha calado al nuevo PP que acuñó el malagueño. Se puede ser andalucista y español, como ya se identifican los andaluces. Las banderas en las muñecas delatan y en las de los populares hay mucha rojigualda junto a mucha verdiblanca.

El PSOE no necesita de la prueba del algodón -salvo que se le pregunte al Partido Andalucista histórico y ya disuelto- para probar su andalucismo. Durante décadas en la Junta enarboló esa bandera e, incluso, recibió críticas por hacer un juego de confusión de identidades.

Ocurrió en el último gobierno de Susana Díaz (PSOE), cuando desde la oposición se le afeó que cada vez que ella recibía un reproche, ella respondiera alegando que se atacaba a Andalucía.

La estrategia, en realidad, se ha copiado después. Ocasiones no han faltado, puesto que la comunidad ha recibido ataques, sobre todo desde el independentismo, que ha provocado que Juanma Moreno tuviera que salir al paso.

Quizás el 'andalucismo' más llamativo sea el de Vox Andalucía. Un partido tan marcadamente centralista y con una identidad contraria a los nacionalismos periféricos, sorprendió este pasado Pleno del Parlamento citando a Carlos Cano, una de las voces asociadas con el andalucismo cultural.

"¿Se han vuelto ustedes andalucistas?", se sorprendió Juanma Moreno en su réplica a Manuel Gavira, portavoz de Vox. "Igual se anima usted a cantar el himno de Andalucía", bromeó. En realidad, era un andalucismo solo en ese discurso. Su postura no ha cambiado.

A la izquierda del PSOE, ya se ha señalado, el andalucismo es consustancial, pero de diferente matiz. Desde el reivindicativo pero no independentista de Por Andalucía al federal de Podemos pasando por el "feminista y ecologista" con un marcado acento identitario de Adelante Andalucía.

El verde y blanco vende. Hasta Ciudadanos, que nació en Cataluña como respuesta al separatismo y como opción de centro alejada de los nacionalismos se vistió con esos colores en las elecciones de 2022. El gesto, sorprendente, no alivió el resultado en esos comicios de Cs. El naranja no combinó bien con el verde.

Con las elecciones en el horizonte -a 7 meses, insistían este miércoles fuentes del Gobierno andaluz-, todos apuestan al verde. El PP, por ahora, con su mayoría absoluta, parece haber alcanzado un momento de gracia en el que se parece a la idea de Andalucía que los propios andaluces tienen de sí mismos.

Vox

El PSOE, por su parte, no se ha movido nunca de su andalucismo. Pero la bandera, para la opinión pública, parece haber cambiado de manos. La izquierda a la izquierda del PSOE apelará a los ideales andalucistas y está por ver si Vox ahonda en la vía verdiblanca, aunque sea solo estética.

En todo caso, no todos celebran este jueves el 4 de diciembre. El PSOE ha organizado unos actos paralelos. Justamente preocupados porque el PP les robe el sitio en el centro del andalucismo, hacen actos propios.

Vox nunca acude a estos actos y repudia, de hecho, el que Blas Infante sea el "padre de la Patria andaluza". Los de Abascal llegaron a llamar "lunático islamista" a este tótem andalucista.

Tras la Navidad llegará el 28F, la fiesta grande de Andalucía. Con las elecciones aún más cerca, los partidos acelerarán un poco más en este viaje a lo verde y blanco. En manos de los andaluces estará ver a quién confían ese sentimiento que confiesan al Centra de andalucismo.