Tras una valla gris un camino idílico serpentea una colina, flanqueado por la conocida como hierba de las pampas, una planta autóctona de argentina. La carretera sube hasta una casa brutalista guardada por dos Tesla, donde el empresario argentino Martín Varsavsky recibe a El Español.
La rampa que sube desde la entrada al salón se encuentra abarrotada de arte, cuadros de todas las épocas y estilos. A pesar de esto, el empresario, lejos de la extravagancia recibe las cámaras con un pantalón cómodo y una camiseta, pareciera casi recién
Martín Varsavsky posa en los sillones de su salón
Se sienta, silencia el móvil y lo deja a un lado, pues el argentino más allá de los mensajes que como empresario tiene, encuentra los de Elon Musk o Milei. Asegura que son sus amigos pues: "con quien sí tengo una relación muy frecuente es con Elon Musk. Hablamos sobre ciencia, negocios, política… Y a Javier Milei le organicé dos giras con empresarios por Estados Unidos. No es un amigo como los del colegio o la universidad, pero sí en el sentido de poder colaborar y contrastar ideas."
Hablando de empresarios, Martín defiende su terreno y no duda en atacar a Sánchez, a cuyo Gobierno etiqueta de "superagresivo, como lo fue con Rafael del Pino", haciendo alusión al cambio de sede. Varsavsky no duda en posicionarse: "Yo salí a defenderle porque tenía todo el derecho a hacer lo que hizo. Ferrovial, si no me equivoco, tenía menos del 5% de su negocio en España."
El empresario argentino posa en un pasillo de su casa para El Español
En sus últimas apariciones públicas aseguraba que de renovar Sánchez 4 años más su gobierno abandonaría España. Lejos de retractarse argumenta sólidamente su posición, pues en España paga "un 29% de ganancia de capital, un 47% de la renta y un 2% del patrimonio. Si continúas así veinte años, ya te han sacado, más o menos, un tercio de lo que has ganado. En Estados Unidos no hay impuesto al patrimonio."
Concluye la entrevista con una mirada a la política internacional y una visión más globalista con la que asegura que "no hay razón siquiera para que Trump sepa más de Corea o de España. Uno vive en su país y se cree el ombligo del mundo, pero la geopolítica hay que estudiarla con un punto de vista relativo"