Una examinadora reparte uno de los exámenes de la Selectividad 2021, en la Universidad Politécnica de Valencia.

Una examinadora reparte uno de los exámenes de la Selectividad 2021, en la Universidad Politécnica de Valencia. Europa Press

España EDUCACIÓN

Catalanes, gallegos, vascos y valencianos estarán obligados a utilizar tres lenguas en la Selectividad

La nueva norma impulsada por la ministra Pilar Alegría suprime la opción de que el alumno elija en equé idioma realiza sus exámenes.

18 septiembre, 2022 02:21

La estructura de la prueba de acceso a la Universidad –la llamada Selectividad– tendrá un "examen de madurez" con preguntas en lengua extranjera (inglés, alemán o francés, por ejemplo) y castellano. Será así en todas las comunidades autónomas menos en las cinco que tienen lenguas cooficiales.

En Cataluña, Baleares, Galicia, País Vasco y la Comunidad Valenciana, ese mismo examen se hará de forma obligatoria en tres idiomas: la lengua extranjera, la cooficial y el castellano. Así se establece en el proyecto del Ministerio de Educación para configurar la que será la prueba de acceso a la Universidad a partir del curso 2023/2024.

Los porcentajes de presencia de cada idioma están todavía por definirse, pero lo que está claro ya es que, con la nueva norma, se elimina la opción de que el alumno elija en qué idioma realiza sus exámenes.

El cambio principal estará en la prueba general de madurez. En estos momentos, los alumnos de las cinco regiones con lenguas cooficiales (Cataluña, Islas Baleares, Comunidad Valenciana, Galicia y País Vasco) podían hacer los exámenes de las asignaturas troncales bien en el idioma cooficial o en castellano. 

Del mismo modo, el examen de lengua extranjera (alemán, francés o inglés) y de castellano, lógicamente, se hacía en las lenguas correspondientes.

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Por poner un ejemplo. En la prueba de madurez se entrega a los alumnos un dosier con información de todo tipo sobre el cambio climático: informes, artículos de opinión, lecturas, imágenes... Y sobre ese dosier se organiza un cuestionario que obliga al alumno a relacionar conceptos de asignaturas estudiadas durante el curso como Historia o Filosofía.

Con este material, se pedirá al alumno que realice un análisis desde diferentes perspectivas, respondiendo a diversos tipos de preguntas (cerradas, semiconstruidas y abiertas). El objetivo es valorar la capacidad del alumnado para analizar, valorar, extraer información e interrelacionar toda esa documentación.

El cuestionario tendrá preguntas en la lengua extranjera elegida y en castellano y, de la misma forma, los alumnos tendrán que responder en esas lenguas. Pero, en el caso de las comunidades con lenguas cooficiales, esas preguntas se formularán en tres idiomas.

Fuentes del sector educativo reconocen que es una complicación, puesto que obliga al alumno a desenvolverse en más áreas, pero a su vez destacan que el conocimiento de la lengua cooficial es un derecho y un deber, por lo que el alumno que llega a estudios superiores debería tener las competencias para completar el examen en cualquiera de las lenguas.

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Queda por determinar de qué lengua se sacrificarán preguntas en las regiones con lenguas cooficiales, para evitar que la extensión de los exámenes sea dispar entre las comunidades con monolingües y las bilingües.

La nota final de acceso se obtendrá calculando la media ponderada entre la nota de la etapa del Bachillerato y la nota de la prueba descrita. La propuesta del Ministerio es una ponderación del 60% para la nota del expediente y del 40% para la nota final de la prueba de acceso.

En estos momentos, el Ministerio de Pilar Alegría se está reuniendo con las Comunidades autónomas y otros agentes implicados para configurar la que será la prueba de acceso a la Universidad a partir del curso 2023/2024. El modelo estará en fase de pruebas durante tres años para que, a partir del curso 2026/2027, se ponga en marcha el formato definitivo de examen.

Como ya adelantó EL ESPAÑOL, el objetivo pasa por cambiar radicalmente la naturaleza de esta prueba. En lugar de exámenes por asignaturas, como ocurre ahora, el objetivo es que los alumnos tengan dos fases: la de acceso (con un ejercicio de "madurez" que englobe todos sus conocimientos y otro de una materia específica de su modalidad de bachiller) y la de admisión (con dos ejercicios específicos).