El expresidente de Cantabria Juan Hormaechea, en una imagen del 2011. Efe

El expresidente de Cantabria Juan Hormaechea, en una imagen del 2011. Efe

España

Muere el expresidente de Cantabria Juan Hormaechea a los 81 años

En 1994 dimitió de su cargo debido a una sentencia judicial que lo condenó a 6 años de prisión y 14 de inhabilitación por prevaricación.

1 diciembre, 2020 11:51

El expresidente de Cantabria Juan Hormaechea ha fallecido esta madrugada en Santander a los 81 años, según han confirmado fuentes del Ayuntamiento de la capital cántabra.

Hormaechea fue presidente de Cantabria durante dos legislaturas, entre 1987 y 1995, y llegó al Gobierno regional después de estar al frente de la Alcaldía de Santander durante una década, entre 1977 y 1987.

Nacido en Santander el 5 de junio de 1939 y licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo, Juan Hormaechea Cazón fue condenado en 1994 a seis años de prisión y catorce de inhabilitación por un delito de malversación de caudales públicos y otro de prevaricación. por el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC).

Hormaechea fue, de hecho, el primer presidente de una comunidad inhabilitado durante su mandato, décadas antes que el catalán Quim Torra.

Doce días después de conocer la sentencia condenatoria presentó su dimisión pero, ante la falta de un sustituto, siguió como presidente en funciones hasta las elecciones de 1995.

Su trayectoria

Hormaechea comenzó en política en 1974 y fue elegido alcalde en los comicios de 1977, a los que presentó por Unión del Centro Democrático (UCD).

En 1987 fue investido presidente del Gobierno de Cantabria, como independiente por Alianza Popular.

Como presidente, se enfrentó a tres mociones de censura, y sólo la primera, presentada por el PSOE en 1990 y apoyada por el PRC y el CDS, le mantuvo apartado del cargo seis meses, durante los que gobernó el socialista Jaime Blanco, fallecido el pasado 24 de septiembre.

Recuperó la Presidencia en las elecciones de mayo 1991, a las que se presentó bajo las siglas de la Unión para el Progreso de Cantabria (UPCA), el partido que creó en noviembre del año anterior.

Ocupó el cargo tras pactar con el PP, partido al que se afilió después de disolver la UPCA pero, tras una crisis de gobierno que se saldó con la dimisión de seis consejeros, resucitó su propia formación para presentarse como candidato al Senado en las elecciones generales de 1992, lo que provocó su baja inmediata en el PP.

El 24 de octubre de 1994, antes de concluir su mandato, llegó la condena por la publicación de varios comunicados de prensa personales dirigidos contra sus oponentes políticos y por la adjudicación a dedo a una empresa de los carteles anunciadores de las obras de la Diputación regional.

Se volvió a presentar a las elecciones de 1995, con la UPCA, pero la misma madrugada del día de los comicios la Junta Electoral resolvió que era inelegible, pero no por esta sentencia, que fue ratificada más adelante por el Supremo sino por otra anterior por injurias, ya firme, que le privaba del derecho a votar y ser elegido.

Apartado de la vida pública en los últimos años, reapareció en 2018 en un acto público de homenaje en Torrelavega, en el que aseguró que se sentía "con voluntad, deseos e intención" de volver a la política.

Reconocimiento de Revilla

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha lamentado "profundamente" la muerte de Hormaechea, con el que reconoce que tuvo una "relación de enfrentamiento muy dura", que en los últimos años pasó a ser "cordial".

El jefe del Ejecutivo cántabro y líder del PRC que durante muchos años, cuando Hormaechea ocupaba la Presidencia fue su "azote" político, ha querido "valorar las cosas positivas" de Hormaechea y las "grandes ideas" que tuvo para Cantabria.

Revilla ha afirmado que "como todos en política", tuvo "luces y sombras" y ha añadido que tampoco se puede olvidar que fue condenado "por prácticas incorrectas en el manejo de la política".

Ha reconocido que tras una "relación de enfrentamiento muy dura durante muchísimos años", en los últimos tiempos, a partir de que Hormaechea comenzó a "tener achaques", ambos mantuvieron "una relación cordial". "Yo le llamaba frecuentemente e, incluso, tuvimos alguna reunión y comida", ha señalado.