Las cinco residencias de ancianos más letales por el coronavirus Sars-CoV-2.

Las cinco residencias de ancianos más letales por el coronavirus Sars-CoV-2.

España

Estas son las 5 residencias de ancianos más letales del Covid-19: la rabia de las familias de 5.177 muertos

Entre los fallecidos se encuentra parte de los 8.377 pensionistas que causaron baja el mes de marzo en la Seguridad Social. Pollas

8 abril, 2020 02:27

"Llamé a la residencia para preguntar si mi padre estaba bien y me dijeron que sí. A las dos horas me llamaron ellos y me dijeron que había muerto por coronavirus. Ya no lo volví a ver más". Angustia, impotencia y dolor. Así es como han vivido miles de familias la perdida de sus mayores, sin poder hacer nada más allá que responder a un teléfono. EL ESPAÑOL recorre en este reportaje las cinco residencias en las que más vidas mortales se ha cobrado el virus desde que traspasase nuestras fronteras, hace más de dos meses.  

Hasta este martes, el coronavirus Sars-CoV-2 había acabado con, al menos, 5.177 ancianos que vivían en residencias en España, según un recuento realizado por este periódico, en base a las últimas cifras aportadas por las comunidades autónomas. Lo que indica que los fallecimientos de ancianos han incrementado en un 139% con respecto a la semana anterior, cuando la cifra de óbitos era de 2.170. 

Madrid sigue siendo la autonomía con mayor número de casos (2.000), seguida de Castilla y León (1.045), Cataluña (909) y Castilla-La Mancha (297). Entre las cuatro suman 4.251 fallecimientos, el 82,11% del total de muertes. 

La cifra en todo el país, no obstante, podría ser mayor. Hay regiones que en las últimas cuatro semanas han enterrado a internos de estos centros sin que se les llegase a practicar la prueba del virus o sin que estos hubiesen presentado algún síntoma. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, la presidenta, Isabel Ayuso, dio un dato aproximado de los óbitos que se habían producido hasta el momento en las residencias, teniendo en cuenta que cada mes fallecen unos 1.000 ancianos en la región. De este modo, apuntó que en el último mes de marzo se habían producido 3.000 muertes. 

Personal sanitario traslada una camilla en la residencia de mayores de Cájar (Granada).

Personal sanitario traslada una camilla en la residencia de mayores de Cájar (Granada). EFE

En otras comunidades como Castilla y León, en cambio, el Gobierno autonómico ha desgranado tanto los datos de óbitos confirmados por COVID-19, que corresponden a 409 ancianos. Como los de aquellos que fallecieron con síntomas compatibles (606), pero sin que les llegase a hacer el test. Sin embargo, en la estadística oficial de fallecimientos del país (13.798) solo se incluye el primer dato, cuando en realidad el número total de muertes a nivel nacional sería mucho más elevado. 

Otro dato que refleja hasta qué punto el coronavirus ha sido letal entre los mayores es el de la evolución de las pensiones. Los datos de la Seguridad Social correspondientes al mes de marzo -cuando se decretó el estado de alarma- reflejaron una caída en más de 8.377 personas en el número de pensionistas, hasta los 8.896.412. Con este dato se rompió la tendencia al alza de los últimos cuatro meses, en los que el número de pensionistas había aumentado. Así, en base a los 1.157.97 euros que supone una pensión media, el estado se ahorrará un total de 135,8 millones de euros anuales. 

En España hay 372.985 plazas repartidas entre los 5.417 centros de mayores existentes. En su gran mayoría son de titularidad privada que comparten conciertos con las administraciones autonómicas. El coronavirus Sars-CoV-2 ha provocado una sangría de muertes en un gran número de ellas, pero sobre todo en cinco, en las que el virus ha sido más letal y se ha cobrado la vida de más personas. La residencia Monte Hermoso (Madrid), la residencia de la Fundación Elder en Tomelloso (Ciudad Real), el centro asistido de personas mayores, en Segovia capital, la residencia Amavir, en Vilanova del Camí (Barcelona) y por último, la residencia Joaquín Rosillo, en San Juan de Aznalfarache (Sevilla). 

Residencia Joaquín Rosillo

Vista de la Residencia Joaquín Rosillo de San Juan de Aznalfarache (Sevilla).

Vista de la Residencia Joaquín Rosillo de San Juan de Aznalfarache (Sevilla). EFE

La Junta de Andalucía confirmó este martes la muerte de 24 usuarios en este geriátrico sevillano, que acogía a 165 ancianos, tras las denuncias de varios familiares que acusaban al centro de ocultar los datos. Entre ellos, estaba Alfonso. Este sevillano, cuya madre se encuentra en dicha residencia, alertó hace varias semanas sobre el alto número de contagios entre los usuarios, mientras que la dirección siempre lo negaba y le acusaba de difundir bulos

Nada más comenzar la cuarentena, el 20 de marzo, la residencia informó de que tres residentes habían dado positivo, dos estaban hospitalizados y un tercero permanecía aislado en el geriátrico. La realidad, según cuenta Alfonso a este periódico, era bien distinta. "Esos datos ya nos hicieron sospechar, después los trabajadores nos dijeron que aquel día ya habían fallecido 15 ancianos", cuenta. Ahora, frente a lo que dice el Ejecutivo, los trabajadores del centro defienden que las muertes ascienden a 40

Esta andaluz, frente a otros casos, ha podido comunicarse con su madre porque tenía un teléfono móvil. Y, al mismo tiempo, enterarse de lo que estaba ocurriendo en la residencia. "Hace tres semanas la llamé y me dijo que su compañera se había puesto mala y se la iban a llevar a un hotel. Pero parece ser que no se la llevaron en el acto, estuvo más de 24 horas conviviendo con mi madre, y no las aislaron. Y todo esto, sumado a la desinformación del centro, nos ha tenido muy preocupados", insiste esta afectado. 

La semana pasada, la Junta intervino la residencia, pero ha sido este martes cuando se ha desvelado la cifra de los 24 fallecidos. En total, esta comunidad ha registrado 162 muertes de ancianos que vivían en residencias.  Otros familiares, según prosigue Alfonso, no han tenido tanta suerte como él. "Ha habido personas que han llamado preguntando por su familiar, les han dicho que estaba bien y a las horas que había fallecido. Y ya no vuelves a verlo, es muy triste que te lo devuelvan en un bote de porcelana".

No obstante, este sevillano admite que en los últimos días las cosas van un poco a mejor, hay un sanitario que les informa cada día de cómo están sus familiares y cada interno está aislado en una habitación. "Solo hemos luchado por nuestras familias, tienen derecho a recibir un trato humano".  

Monte Hermoso

Entrada a la residencia Monte Hermoso, en Madrid.

Entrada a la residencia Monte Hermoso, en Madrid. EFE

Un entrecomillado que también suscribe Rosana. Su madre es una de las personas que está aislada en la residencia Monte Hermoso de Madrid, uno de los peores focos del coronavirus en todo el país. En este centro, con 130 plazas, fallecieron 48 personas en sus propias habitaciones, en un periodo de apenas 48-72 horas. 

El pasado 8 de marzo, la dirección comunicó a los familiares que solo había dos personas infectadas, una semana semana después, hablaban de 70. "No nos dieron datos oficiales, fue Sanidad quien nos comunicó a los familiares que ya había muchos fallecidos", cuenta esta madrileña. 

Rosana lleva desde entonces sin poder ver a su madre, que tiene alzheimer y con la que no puede hablar por teléfono. "Tengo mucha angustia. Pienso que la mayoría van a fallecer. Es que es lo que está pasando. No veo que haya recursos. Y ellos están solos en sus habitaciones". 

Fundación Elder

Una corona en el cementerio de Tomelloso, frente a un nicho recién ocupado.

Una corona en el cementerio de Tomelloso, frente a un nicho recién ocupado. Jorge Barreno

En Tomelloso (Ciudad Real), el municipio al que muchos han denominado como el Wuhan de La Mancha, han fallecido alrededor de 200 personas por COVID-19. Una cifra especialmente sangrante si se tiene en cuenta que tiene 36.000 habitantes. En 2019, la provincia entera de Ciudad Real registró 479 muertes en marzo, lo que ejemplifica la crudeza de la situación. 

En esta región, uno de los epicentros de la pandemia ha sido la residencia de ancianos de la Fundación Elder. En este centro había 155 camas ocupadas y en la actualidad han muerto alrededor de 50 mayores, según fuentes municipales, mientras que 75 presentaban síntomas el pasado 15 de marzo. En esta comunidad autónoma, se han registrado un total de 297 muertes en ancianos. 

La residencia Elder ha tenido que ser intervenida por la Junta de Castilla-La Mancha. Su director anterior, José Manuel Sampedro, periodista y concejal en el municipio del Partido Popular ha sido acusado de negligencia. El 11 de marzo envió un comunicado en el que todo iba bien, pero no era así. Los muertos se iban acumulando y, según denunció la Junta, los trabajadores del centro no contaban con los EPI necesarios y no avisó de la gravedad del asunto. Por ello, ahora se está estudiando tomar medidas legales contra Sampedro.

La Asistida

La Residencia Asistida de Personas Mayores de Segovia.

La Residencia Asistida de Personas Mayores de Segovia.

En Castilla y León, la segunda comunidad autónoma con mayor mortalidad en residencias de ancianos por coronavirus (1.045 casos), la Residencia Asistida de Personas Mayores de Segovia es la que más número de óbitos ha acumulado en toda la región. En este centro, de 239 plazas, han fallecido 37 internos. 

De este modo, el pasado sábado 4 de abril, estos datos colocaban al centro segoviano en el liderazgo de ser la que más vidas ha perdido dentro de la red regional de residencias de personas mayores y de personas con discapacidad. En la Asistida también hay 23 personas con síntomas compatibles de coronavirus y otras 37 en aislamiento preventivo. 

Según datos de la Junta, un total de 14 residencias distribuidas en Burgos (1), León (2), Palencia (1), Salamanca (2), Segovia (3), Soria (2) y Valladolid (3) acaparaban el pasado domingo el 70% de los muertos por el COVID-19. Estos centros sumaban hasta ese día un total de 364 fallecidos

Amavir

Vista de la residencia Amavir de Vilanova del Camí (Barcelona).

Vista de la residencia Amavir de Vilanova del Camí (Barcelona). EFE

La lista de residencias, con mayor tasa de mortalidad por el virus, la cierra el centro para mayores de la cadena Amavir, en Vilanova del Camí (Barcelona). Uno de los municipios que hasta el domingo pasado sufría el confinamiento perimetral ordenado por la Generalitat de Cataluña y que en menos de tres semanas ha acumulado 27 muertos. 

La falta de test ha impedido conocer con precisión cuántos de estos fallecidos lo son por coronavirus, aunque fuentes de la empresa, según publica El País, dan por hecho que se trata de la mayoría. Solo se practicaron las pruebas a dos de los ancianos: uno murió en el hospital y el otro en la residencia.