El candidato a la alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, junto a Mario Vargas Llosa.

El candidato a la alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, junto a Mario Vargas Llosa. E.P.

España

Manuel Valls junto a Vargas Llosa: "Soy el candidato de las élites"

30 octubre, 2018 01:49

El exprimer ministro francés y aspirante a la Alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, ha defendido este lunes que la ciudad necesita élites de todos los sectores, también del futuro: "Soy el candidato de las élites", ha proclamado junto al premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.

"A este discurso populista que unos están diciendo de mi candidatura, de que yo sería el candidato de las élites, pues sí, soy el candidato de las élites", incluyendo las económicas, sociales, políticas y culturales, porque la ciudad las necesita, ha defendido al presentar su libro Barcelona, vuelvo a casa en L'Auditori, ante unas 200 personas, incluidos miembros de Cs.

Entre los asistentes, han acudido el diputado de Cs en el Parlament Carlos Carrizosa y concejales del partido en el Ayuntamiento -encabezados por su líder municipal, Carina Mejías-; el concejal del PSC Daniel Mòdol -aunque no milita en el partido-, a título personal; y el eurodiputado del PP Santiago Fisas, además de la hermana Valls, Giovanna.

Valls ha avisado de que la ciudad no puede quedar en manos del populismo ni del separatismo y ha defendido que la ciudad puede mejorar -algo que ha dicho directamente a la líder de Cs en el Ayuntamiento, Carina Mejías-, y ha añadido: "Esta ciudad necesita ilusión, optimismo y buena gestión".

Ha defendido que el bilingüismo debe existir en la mente de cada uno pero no convertirse en una trinchera; ha apostado por combatir los populismos porque buscan enemigos para crear tribus, y ha avisado de que se pueden generar "cócteles" sumando enemigos, como el discurso antiinmigración y el antimusulmán.

"Barcelona representa este combate, donde se juega el destino de una ciudad, de Cataluña, de España y de Europa. Por eso estoy aquí, en mi ciudad, y por eso he decidido un cambio de vida, porque aquí se está jugando el destino de muchas cosas", ha añadido Valls.

Elogios a Tarradellas

Tanto Valls como Vargas Llosa han elogiado la figura del expresidente de la Generalitat Josep Tarradellas, porque apostó por la colaboración entre distintas fuerzas políticas desde el realismo, también siendo presidente en el exilio durante el franquismo.

"No había vuelto desde 1939, y nadie le dijo que no conocía Barcelona", ha ironizado Valls, comparándolo con las críticas hacia él por haber vivido en Francia desde hace años.

Soluciones a Barcelona

Vargas Llosa ha defendido que Valls puede aportar mucho a Barcelona, y dar soluciones a los problemas de "esta ciudad donde nació, que quiere mucho y de la que siempre sintió gran nostalgia", incluida una solución al independentismo, que, según él, ha destruido el internacionalismo de Barcelona y el ser una ciudad abierta hacia el exterior.

"El independentismo ha conseguido apagar toda esa luz que hacía de Barcelona culturalmente un polo atractivo, que yo sentí de joven", cuando conoció la ciudad y la vio como otra España, abierta a Europa, algo que se puede recuperar y para lo que ve indispensable derrotar el nacionalismo porque lo considera el gran enemigo de la cultura.

Ha añadido que la Barcelona de la década de 1970 era otra España, "que no era la España del oscurantismo, de la censura, que olía un poco a sacristía y a cuartel, y no era la España que se respiraba y vivía en Barcelona", ya que la ciudad representaba una España sin fronteras en la que se vivía Europa y cosmopolitismo.

El escritor ha defendido que Barcelona ha sido la ciudad más europea entre las ciudades españolas, motivo por el que es hora de que Barcelona tenga como alcalde a un europeo integral como Valls, ha dicho Vargas Llosa, que ha resaltado que el nacionalismo y la religión han sido fuente de las peores matanzas de la historia, y ha proclamado: "Vamos a convertir Barcelona en la capital cultural del Mediterráneo".

Valls ha destacado que las palabras de Vargas Llosa junto al ahora ministro Josep Borrell en la manifestación del 8 de octubre de 2017 "cambiaron el rumbo de la historia y la mirada del mundo, Europa y países vecinos hacia lo que estaba pasando".