El imán de la mezquita del Centro Cultural Islámico de Valencia

El imán de la mezquita del Centro Cultural Islámico de Valencia EFE

España ISLAM

Colectivos marroquíes denuncian la formación de los imanes en España

Rabat ya sugirió a Dastis en su visita a Marruecos en febrero que debería controlar a los jefes religiosos para evitar la radicalización. 

23 agosto, 2017 04:06
Rabat

Los colectivos marroquíes en España llevan denunciado a las autoridades la entrada de los imanes al país "sin preparación alguna" desde 1985, "sin obtener respuesta por parte de diferentes de gobiernos". "El 97% de los religiosos musulmanes en nuestro país carece de formación teológica o pedagógica", sentencia categóricamente Mohamed Alami, presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí Itran.

"En España se puede tener cierto control sobre los imanes de las grandes mezquitas, pero es complicado llegar a los que se reúnen en garajes alrededor de una comunidad", asegura Ahmed González, un profesor español musulmán. Precisamente Cataluña, que acoge a la comunidad musulmana más grande junto a Ceuta y Melilla, no dispone de mezquitas con minarete, lo que se considera un verdadero templo.

¿Quién puede ser imán? En la tradición suní, que impera en la mayoría de los países musulmanes, eran nombrados por los fieles, que tenían en cuenta su edad y su conocimiento de la religión. De esta manera podía convertirse en imán todo creyente que afirmase tener la educación precisa para dirigir la oración en congregación -como el conocimiento del Corán- y que fuera respetado por su comunidad.

Esta práctica sigue en vigor, pero desde que apareció el islam político, en los países musulmanes los imanes se forman en escuelas coránicas especializadas, controladas por el Estado, y también en las universidades islámicas, pero no todos los estados occidentales tienen centros de jurisdiprudencia islámica. Es el caso de España.

El exministro de Exteriores marroquí, Salaheddine Mezouar, se lo advirtió a su homólogo español, Alfonso Dastis durante su última visita a Marruecos en febrero de 2017. "Habría que evitar la posible radicalización", dijo refiriéndose a la comunidad de marroquíes en España y le ofreció al Gobierno los servicios del Instituto Mohamed VI de Formación de Imanes, reabierto en 2015 en Rabat.

Francia sí recibe imanes

Por las aulas de este centro han pasado más de 700 estudiantes becados, la mayoría procedentes de Mali, pero también de Túnez, Guinea, Costa de Marfil e incluso 26 imanes de Francia. En ese momento Dastis pareció acoger con agrado la medida, pero de momento ni Marruecos forma a los imanes en España ni estos viajan al país vecino.

Francia sí acordó con Marruecos formar a 50 imanes franceses cada año. Además, al regresar a Europa, los religiosos se someten a una formación adicional centrada en la sociología de la religión del país, en torno a la teología, el dominio de la lengua y a los valores de la República.

Este acuerdo se firmó como consecuencia de la política de seguridad nacional antiterrorista de Francia que se activó tras el ataque a la redacción del semanario Charlie Hebdo en París en nombre del "islamismo radical". El Instituto se abrió en Rabat a los extranjeros hace un par de años, aunque desde la década anterior estaba activo para preparar a los imanes marroquíes. En su inauguración, Ahmed Toufid, ministro de Asuntos Islámicos, aseguraba que la religión tiene que "ser protegida" de los que afirman tener conocimientos en la materia pero son "radicales, extremistas e ignorantes".

Colaboración con Ceuta y Melilla

El Instituto Mohamed VI de Formación de Imanes, que pretende "transmitir el discurso religioso de una forma contextual y constructiva", sí ha colaborado puntualmente con España para instruir a los imanes de Ceuta y Melilla, como ocurrió tras los ataques suicidas de Casablanca en 2003. Su misión consistió en orientar a los imanes en sus sermones para frenar el islamismo radical.

El Gobierno de Marruecos también ha enviado a ambas ciudades autónomas formularios sobre la presencia de elementos radicales en los templos. Incluso algunas mezquitas habrían recibido contraprestaciones económicas por cumplimentar esas encuestas.

Los imanes en Marruecos son funcionarios nombrados por el ministro de Asuntos Islámicos. El Gobierno está muy atento a las mezquitas porque en ocasiones han sido embrión de terroristas islamistas y ha apartado a algunos religiosos por el tono extremista de sus mensajes o por no seguir el rito malekí (islam moderado) en los rezos.

Tras los atentados de Cataluña, la Comisión Islámica de España (CIE) se ha quejado de la falta de comunicación entre las comunidades islámicas españolas y las autoridades. Su presidente, Riay Tatari, achacó a un "defecto en la Administración" que el imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty, sospechoso de ser el cerebro de los ataques en Barcelona y Cambrils, tuviera antecedentes penales.

Antecedentes penales

Según Tatari, los responsables de las mezquitas no pueden acceder a los antecedentes penales de la persona que van a contratar y consideran que les tendría que haber avisado la Administración. Sin embargo, dado que en España cada ciudadano puede solicitar personalmente sus antecedentes penales, se le podría haber exigido a Abdelbaki Es Satty el suyo para trabajar en la mezquita, como sí ocurrió en Bélgica.

Marruecos utiliza otros métodos para llegar hasta su población en el extranjero. Los consulados en el país o el servicio secreto marroquí DGED recluta a responsables de las comunidades de inmigrantes o mantiene con ellos buenas relaciones para estar informado y evitar el radicalismo en los lugares de culto. Fue el caso de Nourdinne Ziani, expulsado de España en 2013 acusado de espía y de "poner en riesgo la seguridad del Estado".

En España queda pendiente la formación de los imanes, la mayoría sin titulación ni conocimiento previo del país donde predican, que por lo tanto trasladan en ocasiones enfoques religiosos que no se adaptan a la sociedad de residencia.