Sánchez no se cierra a un gobierno de coalición con Iglesias

Primera reunión entre el secretario general del PSOE y el líder de Podemos. Antes de llegar al Congreso para verse con Pablo Iglesias, Pedro Sánchez relajaba la tensión en una entrevista radiofónica asegurando que no se cerraba a que gobernar en coalición. "No me cierro a nada", aseguró horas antes de su primera reunión oficial con la formación morada.

Sánchez insistió antes de la reunión que es "un momento nuevo" y admitió que está dispuesto a explorar "otras vías", en las que incluye un Gobierno de coalición, sin especificar si aceptaría a Iglesias como su vicepresidente. "En esa coalición puede haber más partidos políticos", deslizó el líder de los socialistas. Lo importante, argumentó, es "ver el para qué" y "el con quién" dejarlo para el final.

El presidenciable socialista insiste en que está mirando hacia la derecha y hacia la izquierda para intentar encontrar los apoyos que necesita para acudir a la sesión de investidura que el Partido Popular quiere fijar el 22 de febrero. De momento, parece imposible un acercamiento entre Mariano Rajoy, que se empecina en recordar que la lista más votada es la que él encabezó, y Sánchez, que todavía no ha llamado al líder del PP para reunirse con él.

Antes de la entrevista con Iglesias, Sánchez le afeó que "no me gusta que diga que se quiere incorporar a mi gobierno porque no se fía de mí. No me gusta". Sin embargo, reconoce abiertamente que no tiene ningún "miedo" de llegar a un acuerdo de gobierno con los de Podemos "siempre que se garantice la estabilidad económica". Además, el socialista recordó una vez más que se enteró de la "imposición" que le lanzó Pablo Iglesias en su primer encuentro con el Rey. "No tenemos que hablar de sillones, tenemos que hablar de políticas y de ver cómo damos forma al Gobierno".

Iglesias y Sánchez se han reunido a las doce de la mañana en el Congreso de los Diputados para acercar posturas sobre el gobierno que el socialista quiere formar. De momento, no se sabe si los dos partidos están dispuestos a borrar sus líneas rojas para que "el gobierno del cambio" sea una realidad.