En las grandes obras, no es extraño que un ministro licite, otro ejecute y, finalmente, sea otro distinto el que acabe cortando la cinta de la inauguración. Eso ocurre con grandes proyectos como el AVE y es tradición que los distintos gobiernos cuenten con los anteriores. Al menos para la fecha en la que se culminan.

Este Gobierno ha roto esa tradición y excluyó este martes al ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de la inauguración del AVE Valladolid-Palencia-León, que desemboca en la tierra de la que es oriundo.

El presidente del Gobierno se desplazó ayer a primera hora junto con la ministra de Fomento, Ana Pastor, desde Madrid hasta León. Faltaban unos minutos para las 9:30. En Valladolid se montaron en el ferroviario el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, junto con la presidenta de las Cortes regionales y el consejero de Fomento. Después, el tren pasó por Palencia y llegó a León un poco antes del mediodía. El trayecto total unirá Madrid con León en dos horas y seis minutos y amplía en 166 kilómetros la red de alta velocidad española tras 1.620 millones de euros de inversión.

El Ministerio de Fomento, que dirige Ana Pastor, fue el encargado de elaborar la lista de invitados al viaje inaugural, según han confirmado fuentes de Moncloa a EL ESPAÑOL. En él sólo participaron autoridades y medios de comunicación. Pero ni Zapatero ni sus ministros de Fomento, Magdalena Álvarez y José Blanco, fueron convocados al acto.

El fin de una tradición

Fuentes socialistas culpan directamente a Pastor, una de las ministras en las que más confía Rajoy, por haber roto la tradición y lamentan el “sectarismo” de un Ejecutivo “en campaña electoral”. Las mismas fuentes destacan que entre el presidente regional y Zapatero hay buena sintonía. Herrera se refirió a Zapatero y a Aznar, ambos con vínculos con la comunidad. Rajoy tuvo que escuchar de Herrera elogios al presidente de honor de su partido, que este lunes arremetió contra la estrategia de Génova en Cataluña. Aznar situó a Castilla y León “en el mapa de la Alta Velocidad con el acto de colocación de una primera traviesa que compartimos en julio de 2001”, dijo Herrera. Con Zapatero compartió “la puesta en servicio del AVE a Segovia y Valladolid en 2007”, añadió el barón popular.

Rajoy también tuvo finalmente buenas palabras para su antecesor un día después de que Aznar hiciese público un durísimo comunicado contra el PP por los resultados cosechados en Cataluña. "Hoy, al mirar atrás el gran trabajo desarrollado por tantas personas a lo largo de tantos años, podemos ver que todos los esfuerzos han valido la pena. Esfuerzos de mucha gente, de muchos funcionarios, ingenieros, maquinistas, y también de dirigentes políticos y de presidentes del Gobierno como Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, que son los que han permitido traer a León un AVE que es sinónimo de crecimiento prosperidad y empleo", reconoció el actual presidente, a pesar de que su ministra decidió excluirlos del acto.

Es habitual que dirigentes de otros partidos políticos participen en inauguraciones que protagonizan sus sucesores. Por ejemplo, en el viaje inaugural del AVE Madrid-Valencia, en 2010, el Gobierno de Zapatero invitó al entonces líder de la oposición y hoy presidente, al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y a la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. En otros actos, el Gobierno socialista llegó a contar con Francisco Álvarez Cascos, ministro de Fomento hasta 2004 y uno de los más fieros críticos de los socialistas.

El propio Zapatero recordaba en una entrevista reciente su compromiso con la alta velocidad, una de las prioridades del Gobierno que se ha visto recortada por las medidas de austeridad que llegaron con la crisis. En una entrevista publicada en Leonoticias.com, reivindicó que su Gobierno garantizó “toda la financiación del AVE hasta León”. “Siento que tres cuartas partes de ese AVE se produjeron durante mi mandato”, añadió. Hoy, habrá tenido que seguir el acto por la prensa.