David Calvo Estévez, Manuel Montenegro, Rubén Gardón y Jorge Fernández son los creadores de este proyecto.

David Calvo Estévez, Manuel Montenegro, Rubén Gardón y Jorge Fernández son los creadores de este proyecto.

Referentes

Rubén Gardón es el policía que ha creado Vega, la 'Alexa' escolta que ayudará a proteger a las víctimas de violencia de género

Se trata de una aplicación que usa inteligencia artificial para identificar patrones de riesgo en el entorno conversacional de las mujeres.

Más información: Una 'app' espía, el proyecto de Alcorcón para ayudar a víctimas de violencia de género grabando agresiones de cara al juicio

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Han pasado casi 10 años desde la brutal violación de La Manada en Pamplona, durante las Fiestas de San Fermín. Aquella madrugada del 7 de julio de 2016, un grupo de seis hombres abordaron a una joven para después agredirla sexualmente en un portal.

Pero la tortura no terminó cuando José Ángel 'Prenda' Martínez, Alfonso Jesús Cabezuelo, Antonio Manuel Guerrero, Jesús Escudero y Ángel Boza abandonaron aquellas escaleras. Durante todo el proceso penal y también mediático—, la víctima fue juzgada, perseguida y, aunque cueste creerlo, cuestionada.

Fueron algunas las voces que respondieron "es que no hizo nada para defenderse", cuando la joven expresó durante el juicio que se sometió y cerró los ojos para que todo acabara.

Pero esto, lejos de ser algo poco usual, es un síntoma común en víctimas de agresiones sexuales o de violencia de género. Y tiene nombre. Se llama inmovilidad tónica, un fenómeno que impide gritar y/o moverse ante una situación en la que se sufre un miedo extremo.

Y Rubén Gardón sabe perfectamente lo que es. "Es un tema que conozco bien, que me toca de cerca", admite a ENCLAVE ODS. Es policía local en Vigo, y conoce de buena mano todos los problemas a los que se enfrenta una víctima a la hora de poner una denuncia.

Por eso, junto a Jorge Fernández —otro agente del cuerpo—, y otros dos expertos en tecnología, David Calvo Estévez y Manuel Montenegro, ha desarrollado Vega, una aplicación que intenta ser una suerte de "Alexa escolta" para proteger a las víctimas de violencia de género.

Prevención y pruebas

"Muchas mujeres no denuncian por miedo al proceso o porque temen no ser creídas, y llevamos años pensando en que había que solucionar ese problema", afirma Gardón.

"¿Y cuál es la solución?", se pregunta. "Nosotros lo teníamos claro: una grabación de los hechos en el momento en el que se produjera una agresión".

Con esta idea en la cabeza, y después de darle muchas vueltas al concepto de lo que quería y no quería desarrollar, fue en el verano de 2024 cuando, finalmente, se puso a trabajar en lo que ahora ha dado como resultado Vega, una app que cuenta con un asistente de inteligencia artificial encargado de identificar patrones de riesgo en el entorno conversacional de las mujeres.

Vega, la aplicación que quiere proteger a las víctimas de violencia de género.

El funcionamiento es sencillo y, según explica Gardón, se estructura "en dos fases". "Existe una primera fase preventiva. En ella, la víctima puede acceder a asistencia informativa sobre los pasos a seguir en distintas situaciones a través de consultas con respuestas automáticas en formato escrito", desarrolla el agente.

Que este sistema pregunta-respuesta sea a través de un chat no es algo casual. Según Gardón, "la mayoría de las mujeres evitan hacer llamadas, ya sea porque es un contacto más directo o porque viven con su maltratador y tienen miedo de ser escuchadas", asegura.

"Luego, pasamos a una segunda fase, que sería la reactiva", añade. "Esta sería, por así decirlo, la entrada en acción. Una vez que la mujer se ha descargado Vega, la app se activa automáticamente y, en una situación de peligro, abre el micrófono del dispositivo, envía la localización GPS y graba el entorno en tiempo real, enviando esta información a una Central Receptora de Alarmas (CRA)".

De este modo, explica Gardón, se aseguran la existencia de un archivo digital seguro "que facilita la denuncia y conserva pruebas válidas para el proceso judicial", sin necesidad de que la mujer tenga que entrar en contacto con el dispositivo o activarlo de alguna manera a partir de comandos que, dice el agente, "no son útiles cuando la víctima está bloqueada por el miedo o inmovilizada por el agresor".

Como bien explica Gardón, esta grabación de pruebas se inicia "de manera autónoma", pero asegura que "toda la información de la vida cotidiana de la persona se desechará inmediatamente".

"Esta IA estará entrenada para saber diferenciar un contexto de peligro de otro que no lo es y, cuando esto suceda, la información será enviada a un asistente humano de la CRA que determinará en última instancia si realmente está habiendo una agresión y quien pondrá en conocimiento a las autoridades de confirmarse el suceso", detalla.

Además, para mayor seguridad, Vega se podrá instalar tanto en móvil como en relojes inteligentes y estará protegida bajo un paraguas de discreción, ya que no contará con ningún icono visible que la identifique ni dejará rastro de ningún tipo en el dispositivo.

Algo más que una 'app'

Ahora mismo, Vega se encuentra en una fase avanzada de pruebas piloto que ha sido posible gracias a la inversión de los cuatro creadores, aunque, asegura Gardón, "ya ha despertado el interés de instituciones públicas, cuerpos de seguridad y entidades especializadas en la atención a víctimas".

La idea fue "concebida" en la ciudad gallega de Vigo, pero todo el desarrollo digital y tecnológico ha sido llevado a cabo en Suiza para crear "algo más que una app". "Es una aplicación", dice Gardón, "pero no nos gusta hablar mucho en ese término porque va más allá. Vega es una solución tecnológica".

Con el propósito de reducir al máximo el tiempo de reacción policial, facilitar la obtención de pruebas y empoderar a las víctimas, Vega no solo pretende asistir en el momento de la agresión, sino crear un ecosistema de apoyo que restaure la dignidad y la seguridad de las mujeres.

Gardón asegura que "cada minuto que se gana puede ser la diferencia entre la vida y la muerte", y con muchas expectativas puestas en el futuro de este software escolta, esperan que Vega pueda llegar a ser una "aplicación directamente policial", aunque para eso, finaliza, "aún necesitamos apoyo".