A finales de enero, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) anunciaba que la Comisión Europea (CE) ha dado su respaldo a la propuesta de actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para el periodo 2023-2030.

Este plan es un instrumento estratégico para el sector de la energía en todos los países miembros de la UE, ya que establece las metas y compromisos a cumplir para avanzar hacia los objetivos del Acuerdo de París y una economía baja en emisiones. 

Al anunciar que la CE había mostrado su apoyo a la actualización del plan, el propio ministerio señalaba que la propuesta había sido descrita por Bruselas como “ambiciosa” y “completa”. 

Algunas de las principales novedades mencionadas por el propio Miteco para el PNIEC 2023-2030 son, por ejemplo, aumentar del 23% al 32% el objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero respecto a 1990 o incrementar el porcentaje de renovables en la generación eléctrica del 74% al 81%.

De hecho, el nuevo plan incluye aumentos en las perspectivas de potencia instalada para todas las energías renovables. La meta, en energía eólica, por ejemplo, pasa de 50GW a 62GW. También se incrementa el objetivo de capacidad de almacenamiento de la energía renovable, con 22GW, un punto aclamado por Europa. En total, las fuentes renovables, representarían 160GW de 214GW en 2030.

Sin embargo, el mayor aumento de estas previsiones se produce en materia de energía solar fotovoltaica cuyas perspectivas pasan de 39GW en el plan anterior a 76GW en este, incluyendo 19GW destinados al autoconsumo.

Esta nueva meta supone un incremento del 95% respecto al plan de 2021 y triplicar la potencia instalada actualmente, unos 25GW. Esto, si bien supone un impulso para la industria y muestra la confianza en esta tecnología, va a requerir de un gran esfuerzo conjunto, de múltiples actores.

De alcanzar estas cifras, España se situaría como el tercer país de la UE con mayor capacidad fotovoltaica, solo superado por Alemania y ligeramente por Italia que actualmente se encuentra por detrás, según los datos aportados por Solar Power Europe.

Como es sabido, España cuenta con un enorme potencial solar. La tecnología fotovoltaica ha experimentado avances significativos en eficiencia y costes en los últimos años, lo que la convierte en una opción cada vez más atractiva y competitiva. Sin embargo, para lograr los objetivos del Pniec, es necesario abordar las barreras existentes.

Una de las más importantes es la necesidad de inversión significativa en infraestructura y tecnología. La expansión de la energía fotovoltaica requerirá la instalación de grandes parques solares, multiplicar el autoconsumo y los sistemas de almacenamiento de energía, así como la modernización de la red eléctrica para integrar de manera eficiente la energía renovable y reducir los cuellos de botella actuales.

Es fundamental que las entidades públicas y privadas trabajen juntas para garantizar la disponibilidad de recursos financieros y técnicos necesarios para llevar a cabo esta transformación a gran escala que ahora mismo no aparece explicada en detalle en el Pniec.

Es necesario señalar que, a pesar de que este nuevo PNIEC mantiene los 26GW de gas que ya existen actualmente, el gran incremento de la potencia generada por las energías renovables aumenta también el riesgo de desacople entre la nueva generación y la demanda.

Más allá de tratar de modificar los hábitos de demanda de los usuarios, la seguridad de suministro, clave en toda política energética, deberá pasar por un notable aumento en la capacidad de almacenamiento que en el plan, más allá de ese objetivo de 22GW, no abunda en exceso.

Por ejemplo, no diferencia entre tecnologías, aunque sí señala que se prevé el desarrollo de tecnologías tanto stand-alone o autónomas, como hibridadas con generación renovable.

Para esto, se debe desarrollar el marco regulatorio del almacenamiento, especialmente en lo relacionado con el pago por capacidad y potenciar también su crecimiento de manera integrada junto a las instalaciones de autoconsumo, dotando así de más flexibilidad al sistema.

El objetivo debe ser maximizar esta flexibilidad, así como la optimización de la energía producida, aumentando la seguridad del sistema completo y reduciendo al máximo las pérdidas y vertidos de energía en todo tipo de instalaciones fotovoltaicas. Esto es fundamental para un sistema con un 81% de la generación producida por energías renovables para el año 2030, de acuerdo con las previsiones.

Además, también resulta crucial abordar las barreras regulatorias y administrativas que actualmente ralentizan el desarrollo de la energía fotovoltaica. Esto incluye simplificar los procesos de permisos y licencias, mejorar el acceso a la financiación y establecer un marco normativo estable que fomente la inversión a largo plazo. 

Sumado a esto, también es importante considerar los aspectos sociales y ambientales de la transición energética. Es fundamental garantizar que la expansión de la energía fotovoltaica se lleve a cabo de manera sostenible, teniendo en cuenta el impacto en las comunidades locales y en el medio ambiente.

Esto incluye la adopción de medidas para mitigar los posibles impactos negativos, como la pérdida de biodiversidad o el cambio en el uso del suelo. De hecho, el propio plan señala la necesidad de elaborar de guías informativas de buenas prácticas, incluyendo la posibilidad de proponer criterios comunes que sirvan de referencia para la normativa autonómica y las ordenanzas municipales respectivas.

En resumen, este PNIEC actualizado representa una oportunidad única para España para liderar la transición hacia un futuro más sostenible y resiliente. Su éxito dependerá de la capacidad de la sociedad para trabajar juntos en la implementación de medidas concretas y efectivas.

Como empresa especializada en energía fotovoltaica, estamos comprometidos a desempeñar nuestro papel en esta transformación histórica, aplicando una visión estratégica, una colaboración activa y un enfoque centrado en la innovación, podemos construir un futuro más brillante y sostenible para las generaciones venideras.

*** José Manuel López Flores es Sales & Marketing Director Southwest Europe de Wattkraft.