El valor de las empresas y la forma en la que este se mide ha cambiado. En el contexto actual, la capacidad de un negocio para adaptarse al futuro inminente se ha convertido en un requisito clave para su viabilidad. Un ejemplo visible de ello es el peso que han ganado los criterios ESG (Medio Ambiente, Social y Gobernanza) dentro de las compañías logísticas. 

Además de evaluar el impacto de la cadena de suministro en su entorno, estos factores éticos también mejoran la capacidad de las empresas para generar valor a largo plazo y garantizan su rentabilidad en el tiempo. Fortalecer los mensajes relacionados con los criterios ESG lleva a las compañías a adoptarlos de manera transversal: desde la gestión y herramientas operativas, los sistemas de administración y gobierno, hasta la estrategia actual empresarial.

De hecho, otro motivo por el que los ESG cobrarán cada vez más importancia en los próximos años es la evolución progresiva de las leyes y normativas orientadas a conducir la actividad de las empresas hacia la sostenibilidad. Las restricciones sobre el límite de emisiones, el impacto en la biodiversidad de las operaciones o la gestión eficiente de los residuos, entre otras, regirán las reglas de juego para que las empresas puedan operar en el mercado. 

¿Cómo nos benefician los ESG?

A diferencia de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), más enfocada en lo que los negocios pueden hacer para llevar su compromiso más allá de las regulaciones y leyes, los ESG dan el siguiente paso e integran evaluaciones sistemáticas de los riesgos y oportunidades dentro de los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Es por ello que se consideran cruciales para el éxito de un negocio.

Los ESG permiten la anticipación a las amenazas, aumentan la eficiencia y vuelven más atractivas a las empresas a ojos de inversores y de clientes comprometidos. Así mismo, de cara a estar preparado frente a un horizonte que anuncia cambios, estos factores se posicionan como una garantía de solidez empresarial. Dentro de la cadena de suministro, esto se traduce en invertir en sistemas acorde que aseguren la viabilidad futura de los negocios. 

Tecnología para reducir el impacto

Uno de los retos de las empresas logísticas de cara al futuro reside en cómo ejecutar sus procesos de forma más eficiente y sostenible. Con ello, no solo se busca cumplir con los estándares medioambientales cada vez más exigentes, sino que también se obtienen diversos beneficios para estos negocios, como es el ahorro en energía y combustibles; la disminución de las emisiones de CO2; minimizar el desperdicio de recursos o evitar las pérdidas de la inversión en tiempo e ingresos provocadas por la sobreproducción.

Por ello, el impulso de la implementación de los criterios ESG en la logística viene de la mano de la mejora de la eficiencia mediante herramientas tecnológicas clave para una gestión 360 de la operativa física y digital. Es aquí donde soluciones como los Sistemas de Gestión de Almacenes (SGA), los Softwares de gestión de transporte (TMS) o Sistemas de gestión de patios de camiones (YMS), entre otras, pueden no solo optimizar los procesos logísticos, sino también reducir significativamente el impacto medioambiental que traen consigo. 

Con estas tecnologías que permiten la automatización de los procesos, las empresas pueden conseguir controlar y mejorar la eficiencia mediante el seguimiento de toda la cadena de suministro. Los SGA ayudan a optimizar la gestión del inventario y monitorizar los procesos y el recorrido de los productos desde que entran hasta que salen del almacén. Esto puede incluir la identificación de oportunidades para reducir el desperdicio, la optimización del uso del espacio y la disminución del consumo de recursos, a través de un mejor diseño de las rutas dentro de las instalaciones.

Los YMS son esenciales para anticiparse a los flujos de carga y descarga, planificarlos hasta el más mínimo detalle y sincronizar las operaciones de almacén con las citas de recogida y entrega de la mercancía con los transportistas. Por último, los TMS optimizan las rutas de reparto, planifican las dimensiones de la carga y gestionan la flota de vehículos, lo que ayuda a realizar una gestión eficiente del combustible y de los tiempos de entrega.

Además, soluciones digitales B2B que contribuyen a minimizar o prescindir del uso de papel, como los portales P2P y O2C, los servicios EDI y la facturación electrónica, mejoran la eficiencia operativa y reducen la huella medioambiental. De este modo, se impulsa la transformación digital de las empresas, además de contribuir al ahorro de costes y maximizar la eficiencia de esos procesos.

Un nuevo modelo de empresa

En un mundo cada vez más consciente de la responsabilidad social y ambiental, la inversión en soluciones tecnológicas que apoyen estos objetivos se ha convertido en la vía para garantizar la rentabilidad futura de las empresas. No solo porque abogar por estas herramientas prepara a los negocios frente a los retos medioambientales y mejoran su posición competitiva, sino que posicionan a las empresas como los próximos líderes de una industria cada vez más cambiante.

*** Philippe Ducellier es CEO de Generix España.