En el dinámico y competitivo mercado empresarial actual, la lucha por captar y retener talento es más intensa que nunca. Cuestiones como el salario, la flexibilidad, el plan de carrera o la preocupación por el bienestar de los empleados se han convertido en aspectos imprescindibles para atraer a los mejores profesionales.

Sin embargo, desde HAYS, líder en soluciones de personal y RRHH, hemos identificado una nueva tendencia que favorece notablemente la atracción de talento: ser una organización con una clara estrategia de responsabilidad social corporativa (RSC).

Y es que las personas ya no buscan simplemente encontrar un trabajo que aporte estabilidad y un sueldo, sino que quieren formar parte de una organización con valores. En consecuencia, las compañías que destacan por tener un compromiso social y ético lo tienen mucho más fácil para seducir a los profesionales.

Pero, ¿por qué pasa esto? Ser una empresa comprometida influye de forma directa en la percepción que los públicos externos, como proveedores o clientes, tienen de la misma.

Por ende, si el público general percibe una compañía como responsable es muy probable que la plantilla existente se enorgullezca de ello, quiera seguir formando parte del equipo y, a su vez, que la organización resulte mucho más atractiva para los futuros candidatos.

A grandes rasgos, la importancia de la RSC en el ámbito de la gestión del talento se debe a que los empleados de hoy en día buscan más que un simple puesto de trabajo. Las personas quieren formar parte de una empresa que destaque por llevar a cabo acciones que generen un impacto positivo y que tengan un propósito compartido con la sociedad y con el planeta.

Este cambio de paradigma se ha visto especialmente impulsado por la entrada de la generación Z en el mercado laboral. Gran parte de los nacidos a finales del siglo XX ya están desarrollando su trayectoria profesional y sus demandas se corresponden con una tendencia global de la sociedad: fomentar un mundo interconectado, consciente y respetuoso con los retos y las necesidades actuales.

Sin lugar a duda, situar la RSC como un eje estratégico de una organización es una oportunidad para alinearse con los valores de solidaridad y respeto actuales y demuestra la capacidad de adaptación a un entorno cambiante.

Sin embargo, para que una compañía destaque por encima del resto por su estrategia de RSC no basta con realizar acciones puntuales o insignificantes, sino que se trata de construir una filosofía que esté presente en todos los niveles jerárquicos y que se plantee a largo plazo.

En este sentido, desde HAYS hemos detectado que hay otro factor clave que influye muy positivamente en la capacidad de una empresa para captar o retener talento: tener la habilidad suficiente para transmitir interna y externamente todo lo que se está haciendo en materia de RSC.

Es decir, la comunicación efectiva del posicionamiento estratégico en este ámbito es crucial para construir una imagen acorde a los valores de la empresa y fortalecer relaciones con los actuales y futuros empleados.

Para reforzar y dar a conocer la estrategia de RSC a nivel interno, recomendamos incorporar los principios de RSC en la cultura corporativa y en el día a día de los empleados. De este modo, será más fácil y rápida la alineación entre los valores de la empresa y la de los trabajadores.

Para ello, resultan especialmente efectivas las sesiones o talleres que dan a conocer cómo una organización contribuye positivamente a la sociedad y fomenta la implicación de los empleados al situarlos como una palanca clave en la integración de estos principios.

Además, también es muy útil llevar a cabo iniciativas como voluntariados o programas de sostenibilidad, así como prestar especial atención a todas las oportunidades que ofrece la comunicación interna para establecer vínculos con el empleado.

A nivel externo, la RSC debe situarse como un elemento fundamental al que atender desde el punto de vista de comunicación. Para ello, es recomendable elaborar informes anuales que den a conocer los logros, las metas y los proyectos de la empresa en esta materia.

Otra buena idea es aprovechar las oportunidades de difusión que ofrecen las redes sociales para compartir historias y acciones, con el objetivo de fomentar la participación de públicos externos.

También, en la misma línea, es recomendable impulsar alianzas estratégicas con organizaciones que fortalezcan el posicionamiento responsable de la empresa y estar presentes en eventos, conferencias o postularse a reconocimientos y premios que pongan en valor los esfuerzos de la empresa en este ámbito. Todo ello ayudará a construir una imagen sólida sobre lo que supone para una entidad la RSC.

En conclusión, en el contexto empresarial actual, la atracción y retención de talento han adquirido una dimensión crucial, y la responsabilidad social corporativa ha emergido como un diferenciador clave en esta carrera por seducir y mantener a los mejores profesionales.

Esta realidad, impulsada por la incorporación de las nuevas generaciones en el mercado laboral, pone sobre la mesa la importancia de entender que la RSC es una oportunidad para alinearse con los valores actuales y, sobre todo, para diferenciarse y resaltar sobre la competencia.

*** Imma Martínez es National Business Manager en HAYS España.