Los retos de la sostenibilidad ambiental, económica y social que afrontamos en el mundo son mayúsculos. Están bien recogidos y estructurados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, aprobada en el año 2015 en la Asamblea General de las Naciones Unidas por 193 países de todos los continentes y con gobiernos de todo signo político.

Dado su carácter y alcance global, los ODS son relativamente generales, por lo que es necesario concretarlos y aterrizarlos en el contexto y realidad específica de cada territorio, nivel de gobierno, administración u organización, en lo que se denomina el proceso de localización.

Al mismo tiempo, los gobiernos locales, y especialmente las grandes ciudades, están adquiriendo un cada vez mayor protagonismo internacional por sus méritos y características propias (polos económicos, poblacionales y de dinamismo político y social) y por encontrarse en la primera línea del contacto y de la respuesta a las necesidades de los ciudadanos.

Es, por tanto, en las ciudades donde antes y mejor pueden hacerse efectivos y notorios los avances que los ODS suponen para el conjunto de la ciudadanía y su vida cotidiana.

Por todo ello, y como expresión de un claro compromiso con el avance hacia los ODS y la sostenibilidad en todos sus planos, la junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobó el pasado año la Estrategia de Localización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 en la ciudad de Madrid, tras el refrendo unánime que a principios de este mandato municipal recibimos del pleno del Ayuntamiento de Madrid para desarrollarla, y tras un proceso de elaboración en el que, durante cerca de un año, intervinieron y realizaron aportaciones todas las áreas del consistorio y múltiples entidades de la ciudad.

La Estrategia de los ODS de Madrid se compone de 104 metas locales que expresan cómo queremos que sea nuestra ciudad en el 2030. Es decir, el modelo de ciudad al que aspiramos en los próximos años, concretado a través de metas tangibles y ajustadas al contexto, realidad, retos, prioridades y necesidades específicas de nuestra ciudad, que están alineadas y coordinadas con el programa de gobierno del consistorio.

Algunas de estas metas son competencia exclusiva municipal. En otras, la acción municipal puede y quiere incidir, pero que son compartidas, en mayor o menor medida, con otras administraciones y con el conjunto de actores de la ciudad.

La Estrategia, lejos de ser un mero ejercicio discursivo o narrativo, cuenta con 160 indicadores que permiten cuantificar y, por tanto, dar una base objetiva y medible, a la situación y avances de la ciudad de Madrid en cada una de las metas marcadas: de dónde partíamos en 2015, dónde estamos hoy, cómo evolucionamos año a año (a través de informes de seguimiento publicados anualmente) y adónde queremos llegar en 2030.

Considerando el periodo desde el año 2015 hasta la fecha, los indicadores que evolucionan favorablemente –aquellos que se aproximan a la meta marcada para el 2030– son el triple que los que evolucionan negativamente.

Así, en la ciudad de Madrid estamos progresando en ese periodo en muchas de las metas establecidas para el 2030: reducir la tasa de paro y la población en riesgo de pobreza o exclusión social, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático, reducir la tasa de criminalidad, incrementar el porcentaje de alumnos matriculados en centros de educación infantil con financiación pública, aumentar la proporción de mujeres en puestos directivos o extender a todos los distritos de Madrid el sistema público BiciMad de bicicletas eléctricas compartidas.

Además de incrementar la superficie de zonas verdes en la ciudad y los kilómetros de cauces y ecosistemas de ribera recuperados, aumentar el porcentaje de autobuses municipales de transporte público con cero o bajas emisiones, adjudicar a pymes y autónomos al menos el 50% de los contratos públicos municipales, o incrementar los espacios de innovación y emprendimiento en la ciudad de Madrid, entre otras.

Entre las metas que evolucionan desfavorablemente en este periodo están algunas impactadas por la pandemia y sus consecuencias, como la reducción de la esperanza de vida, el incremento de personas con sentimiento de soledad no deseada, o el todavía menor número de usuarios de transporte público en el último año respecto a los registros prepandemia.

Y otras que responden a otros factores con especial incidencia en las grandes urbes, y de clara actualidad en el presente contexto económico, como el incremento experimentado en el porcentaje del presupuesto que las familias tienen que dedicar a pagar la vivienda y sus suministros (tales como electricidad y gas).

La Estrategia, el conjunto de metas e indicadores que contiene, y los informes de seguimiento anuales nos permiten mostrar cómo la ciudad de Madrid contribuye desde lo local a abordar los retos globales y cómo avanzamos en la ruta hacia el modelo de ciudad que ambicionamos y por el que estamos trabajando desde el Ayuntamiento de Madrid.

Supone también un ejercicio de transparencia hacia la ciudadanía y de asistencia a la acción de gobierno municipal y sus políticas públicas, para que puedan informarse y orientarse a la luz de los resultados del seguimiento de la Estrategia.

Todo ello para seguir acelerando el avance, con el mayor consenso posible, hacia una ciudad de Madrid cada vez más atractiva y destacada, en España y en el mundo, por sus valores, oportunidades, proyección y calidad de vida.

En este proceso será necesario prestar especial atención a prioridades como el acceso a la vivienda por parte de jóvenes y familias, la descarbonización para alcanzar una ciudad climáticamente neutra, la generación de oportunidades y empleo de calidad para nuestros jóvenes que evite el desaprovechamiento de su talento, la inclusión y cohesión social, la igualdad de género, la mejora del espacio público urbano, el reequilibrio territorial, la modernización de la administración y de los marcos regulatorios, y el fomento del emprendimiento, la innovación y la prosperidad económica del conjunto de la ciudad.

Será el Madrid 2030 que aspiramos a alcanzar, por el que estamos trabajando intensamente y por el que deberemos seguir redoblando esfuerzos en cada uno de los años venideros de esta década.

*** Santiago Saura Martínez de Toda es concejal de Internacionalización y Cooperación del Ayuntamiento de Madrid y miembro del grupo municipal Ciudadanos.