Cada vez son más las empresas que integran en su gestión diaria acciones y estrategias vinculadas a la sostenibilidad, con la voluntad de alinear el éxito de sus negocios con el cuidado y el progreso del entorno en el que operan.

La industria del private equity no es una excepción y, de hecho, en el mundo de la gestión de activos las inversiones sostenibles han ganado mucho peso en los últimos años, provocando que un gran número de firmas empiecen a darse cuenta de que es un imperativo gestionar activamente su impacto para contribuir positivamente al medioambiente y a la sociedad sin dejar de lado el objetivo de ser rentables.

Las gestoras de private equity contamos, además, con una posición privilegiada para liderar la transformación sostenible de nuestras compañías participadas. Desde nuestros inicios, en Abac Capital hemos sido conscientes de este efecto multiplicador y hemos apostado por la sostenibilidad como palanca de creación de valor social, medioambiental y financiero en nuestras operaciones.

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Este propósito se materializa durante el período de inversión, trabajando de la mano de las compañías participadas para gestionar activamente su impacto y lograr una mejora en las externalidades que generan. Esto redunda en un cambio real en la trayectoria de las compañías, encaminado a construir un modelo económico equitativo, inclusivo y regenerativo para todas las personas y el planeta.

Nuestros esfuerzos en este ámbito han merecido que hace un año Abac se convirtiera en la primera firma de capital privado del mid-market español en alcanzar el estándar B Corp, gestionado por B Lab, lo que nos acreditó como una organización cuyo propósito es generar un impacto social positivo y que cumple con elevados estándares sociales, ambientales y de gobernanza, además de asumir un elevado compromiso en materia de transparencia y sostenibilidad.

Pero nuestro cometido no podía quedarse ahí: debíamos seguir impulsando una nueva generación de empresas que crearan un impacto positivo en la sociedad. Por ello, decidimos predicar con el ejemplo y promover el estándar B Corp entre nuestras compañías participadas, mediante la puesta en marcha de un programa para medir y gestionar el impacto, con el fin de integrar buenas prácticas que mejoren las externalidades que estas generan en su entorno.

Con esta meta, sumamos fuerzas con B Lab Spain para impulsar de manera conjunta la incorporación de herramientas de medición y gestión de impacto en las empresas participadas por los fondos que gestionamos.

La colaboración entre ambas organizaciones ha permitido poner a disposición de las compañías información, formación, acompañamiento y herramientas como la Evaluación de Impacto B, estándar internacionalmente reconocido para medir y gestionar el impacto de las organizaciones en cinco verticales clave: su gobernanza, sus trabajadores, su comunidad, sus clientes y el medioambiente.

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Con estas herramientas desarrolladas por B Lab, las empresas han podido conocer en qué nivel de desempeño se sitúan respecto a su industria, su geografía y su tamaño en cada una de estas áreas, así como crear un plan de acción para integrar mejoras aplicables a sus estrategias de negocio.

Tras el arranque del proyecto en 2021, nuestra participada Motocard, líder española en la distribución de complementos para motoristas, ha superado la Evaluación de Impacto B, optando así a convertirse en una empresa B Corp.

El caso de éxito de Motocard ha sido publicado en un case study conjunto entre B Lab Spain y Abac que permite compartir la iniciativa con la industria del private equity. Al fin y al cabo, de lo que se trata es promover la esencia del movimiento B Corp para que, cada vez, seamos más empresas las que utilizan su modelo de negocio para contribuir a los desafíos medioambientales, sociales y de gobernanza. Esa mentalidad ya es común en países nórdicos y debemos conseguir que España no se quede atrás.

En el caso concreto de Motocard, el proceso ha transformado la cultura de la organización. Ahora, todo el equipo ve su trabajo desde la perspectiva de la sostenibilidad y el impacto, e incluso presenta propuestas para seguir mejorando de forma orgánica.

En cuanto al resto de las participadas de Abac, el 100% ha incorporado la herramienta y un tercio de la cartera de la gestora ya ha superado el estándar para aplicar a ser B Corp tras haber mejorado en su puntuación, por lo que han empezado a poner en marcha medidas nuevas y más efectivas que favorezcan la gestión y mejora de su sostenibilidad.

En todo momento, cuentan con la colaboración y acompañamiento del equipo de sostenibilidad de Abac y de B Lab Spain, que siguen la evolución de sus resultados trimestralmente.

El tejido empresarial es un actor clave para la economía que, si hace las cosas bien, puede adoptar un rol transformador en la sociedad y su entorno. El trabajo realizado conjuntamente entre Abac Capital y B Lab es solo un ejemplo de cómo las compañías pueden colaborar y apoyarse entre ellas para abanderar en la sociedad el camino hacia el cambio.

***Oriol Pinya es socio fundador y CEO de Abac Capital. Anna Pellicer es analista de Venture & Sostenibilidad de Abac Capital.