Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo. Este popular refrán que todos hemos oído tantas veces, igual que sucede con muchas especies de fauna y flora, podría estar en peligro de extinción.

Cada vez más personas son conscientes de que el cambio climático es el gran reto global del siglo XXI y de que sus consecuencias –fenómenos meteorológicos, aumento del nivel del mar, de la temperatura del planeta…–, nos guste o no, son progresivamente más palpables.

Prueba de ello lo hemos sufrido todos en nuestras carnes en el último mes, que se ha convertido en el mayo más caluroso en España desde 1961.

Las cifras confirman la urgencia de actuar. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicaba el pasado abril la tercera entrega de su Sexto Informe de Evaluación dedicado a la mitigación del cambio climático. Este alertaba de que las emisiones de gases de efecto invernadero han continuado creciendo en la última década 2010-2019.

Asimismo, este grupo de reconocidos expertos internacionales ha puesto de manifiesto datos preocupantes en caso de no reducir de forma significativa nuestras emisiones, entre los que se encuentran un aumento en 4º de la temperatura media de la Tierra respecto a niveles preindustriales.

Una tendencia al alza que debemos revertir con apremio si no queremos incumplir los objetivos climáticos internacionales fijados en el Acuerdo de París, que limitan el incremento máximo de temperatura a 1,5 °C o por debajo de los 2 °C.

El reto es mayúsculo, pero sólo podremos lograrlo mediante la colaboración público-privada de todos los actores de la sociedad: Administración, empresas, asociaciones y sociedad; y la implicación de todos los sectores económicos, por supuesto, también la industria de la moda.

En Mango somos conscientes del impacto de todos los procesos y actividades de nuestra compañía sobre el planeta y estamos comprometidos en trabajar de manera decidida para revertirlo. Para nosotros, la sostenibilidad es un camino que debe recorrer la industria de la moda en busca de una sociedad más justa y de la reducción de su impacto en el entorno, ya sea ambiental o social.

Creo firmemente que Mango puede convertirse en líder de los cambios que esta industria necesita. Con ese objetivo, nos hemos adherido a las principales y más prestigiosas coaliciones internacionales en la materia en los últimos años: The Fashion Pact, en 2019, y la United Nations Fashion Charter for Climate Action, en 2020.
Como signatarios de estos acuerdos hemos asumido el compromiso de reducir notablemente nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030 y de alcanzar las cero emisiones netas para 2050.

En concreto, el Plan Estratégico de Sostenibilidad de Mango prevé como metas intermedias para 2030 la reducción de un 80% de sus emisiones GEI directas, así como las generadas por la energía que consume (alcance 1 y 2) y la disminución en un 35% de las emisiones GEI que se producen en su cadena de suministro, productos y servicios, combustibles y energías; y transporte y distribución (alcance 3). Todo considerando 2019 como año base.

Hoy precisamente, la Science Based Targets initiative (SBTi), institución de Naciones Unidas, ha aprobado que los objetivos de reducción de emisiones de nuestro grupo están alineados con el nivel de ambición definido en el Acuerdo de París. Una noticia que no nos podía hacer más ilusión por su relevancia, pero además porque se produce en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra este domingo 5 de junio.

Para cumplir con nuestra estrategia de lucha contra el cambio climático, en Mango contamos con un plan de actuación transversal para toda la compañía. Las líneas de trabajo para aminorar las emisiones de alcance 1 y 2 se centrarán en ámbitos como: eficiencia energética, la compra de energía renovable y la electrificación de su flota propia de vehículos, entre otras, de acuerdo con las recomendaciones que proponen los expertos del IPCC.

Contribuir a la mitigación de los efectos del cambio climático pasa indudablemente por una apuesta decidida por las energías renovables. En 2021 nuestro grupo incrementó el consumo total de energía renovable con garantía de origen en un 19,5% hasta llegar al 59% del total de energía consumida.

El año pasado, cerca del 100% de la energía eléctrica consumida en nuestra sede, almacenes y tiendas propias en España fue de origen renovable, así como el 100% de consumo de energía de prácticamente todas las tiendas propias de Austria, Francia, Grecia, Holanda, Italia, Polonia, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza; y las oficinas en Francia.

Por su parte, para disminuir las emisiones de alcance 3, que son las más difíciles de mitigar, en Mango nos estamos centrando en diferentes líneas de trabajo, como, por ejemplo, incrementar progresivamente las prendas con características Committed dentro de nuestra colección mediante la priorización de materiales sostenibles o con bajo impacto ambiental como algodón reciclado, algodón orgánico, poliéster reciclado o fibras celulósicas con trazabilidad de origen.

De hecho, en Mango prevemos que en 2025 el 100% del poliéster que utilizaremos será reciclado, el 100% de las fibras celulósicas usadas serán de origen controlado y trazable y que el 100% del algodón empleado será de origen sostenible.

Nos quedan años de dura lucha y de trabajo intenso para pedalear y avanzar nuestra posición en la carrera por mitigar y revertir los efectos del cambio climático. Una carrera contrarreloj contra nosotros mismos en la que no podemos perder, pues de lo contrario corremos el riesgo de desaparecer.

***Beatriz Bayo es directora de Sostenibilidad de Mango.