Daniel Alsdorf, de 29 años, mientras participa con su caballo de juguete el día del primer Campeonato Alemán de Caballos de Juguete en Frankfurt, Alemania.

Daniel Alsdorf, de 29 años, mientras participa con su caballo de juguete el día del primer Campeonato Alemán de Caballos de Juguete en Frankfurt, Alemania. REUTERS

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'Hobby Horsing', la equitación vegana finlandesa que arrasa en redes sociales: busca convertirse en deporte olímpico

Se originó en torno al año 2000, pero se volvió viral en 2017 tras la publicación de un documental. Ahora, varios países lo reconocen como deporte nacional. 

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Andrea Gómez
Publicada

En el mundo del deporte, pocas disciplinas han generado tanto revuelo y atención mediática como la llamada equitación vegana o hobby horsing.

Esta práctica, originaria de Finlandia, ha saltado de las aulas escolares a los grandes escenarios internacionales, provocando debates sobre ética animal, tradición deportiva y los límites de lo que consideramos deporte.

A pesar de su nombre popular, la equitación vegana no tiene relación directa con el movimiento vegano. Su denominación oficial es hobby horsing, y consiste en una disciplina deportiva donde los participantes utilizan caballos de palo –cabezas de caballo de peluche o madera unidas a un mango– para imitar las modalidades ecuestres tradicionales como salto de obstáculos y doma clásica.

Los deportistas deben correr, saltar y realizar acrobacias mientras sostienen su 'caballo' entre las piernas, imitando los movimientos equinos. La diferencia fundamental con la equitación tradicional es que son las propias piernas del jinete las que realizan el trabajo de correr y saltar, no un animal real.

Los orígenes 

La Asociación Finlandesa de Caballos de Afición se fundó oficialmente en 2006, aunque la práctica tiene raíces que se remontan a principios de los años 2000. Inicialmente, surgió entre adolescentes finlandesas que comenzaron a celebrar competiciones informales imitando disciplinas ecuestres con caballos de juguete.

Finlandia se enorgullece de ser la nación que inventó los caballos de batalla, juguetes que fueron populares en el siglo XIX. El hobby horsing representa, por tanto, una manera de mantener viva esta tradición cultural, más que una declaración vegana o animalista.

El hobby horsing en Frankfurt reunió a más de 300 jinetes y 1.500 espectadores.

El hobby horsing en Frankfurt reunió a más de 300 jinetes y 1.500 espectadores. REUTERS

El fenómeno ganó visibilidad mundial gracias al documental Hobbyhorse Revolution (2017), de la directora finlandesa Selma Vilhunen, que siguió durante un año a jóvenes entusiastas en su preparación para competiciones. Posteriormente, las redes sociales, especialmente TikTok, catapultaron la disciplina a la fama internacional.

Actualmente, el hobby horsing se practica en más de 15 países, incluyendo Alemania, Suecia, Dinamarca, Países Bajos, Reino Unido, Estados Unidos, Rusia y Australia. En Finlandia, se estima que más de 10.000 personas practican esta disciplina, con competiciones que atraen a miles de espectadores.

Beneficios físicos

Al contrario de lo que podría pensarse, el hobby horsing es una actividad física exigente que ofrece múltiples beneficios para la salud:

  • Desarrollo físico: La práctica fortalece los músculos de las piernas y glúteos, mejora la coordinación motriz, desarrolla el equilibrio y entrena el sentido del equilibrio. También incluye elementos cardiovasculares significativos al requerir correr y saltar continuamente.

  • Habilidades motrices: Los deportistas desarrollan conciencia y control corporales, mejoran su condición física y adquieren destrezas gimnásticas. Las secuencias de movimiento combinan elementos de gimnasia, atletismo y actuación.

  • Beneficios psicológicos: Como actividad al aire libre, fomenta la creatividad, la imaginación y la autoexpresión. Para los adultos, representa una forma de liberar estrés y desarrollar el sentido del humor.

El debate ético

La controversia surge del contraste entre defensores y detractores de esta práctica. Los defensores de los derechos animales han elogiado el hobby horsing como una forma innovadora de disfrutar la equitación sin explotar animales. Argumentan que elimina completamente el uso de seres vivos para entretenimiento humano.

Sin embargo, veterinarios especializados en equinos, como James Wheeler, señalan que los caballos están naturalmente adaptados para ser montados y que, bajo condiciones adecuadas, la equitación tradicional no representa maltrato animal.

Mientras, Fred Sundwall, secretario general de la Federación Ecuestre de Finlandia, mantiene una posición pragmática: "Creemos que es maravilloso que el hobby horsing se haya convertido en un fenómeno tan popular. Le da a los niños y adolescentes que no tienen un caballo la oportunidad de interactuar con uno fuera de los establos".

La disciplina ha enfrentado críticas significativas en redes sociales, donde algunos usuarios la califican como "ridícula" o representativa de una "generación perdida". Estos detractores cuestionan incluso llamarla "equitación", ya que no cuenta con la presencia de caballos reales.

Paradójicamente, el hobby horsing no es una actividad económica: los caballos de palo artesanales pueden costar hasta 200 euros, y existe un mercado de coleccionismo donde se valora especialmente la fabricación propia.

Además, el hobby horsing no se queda solo en una mera anécdota, sino que busca reconocimiento como deporte olímpico. De hecho, algunos países nórdicos como Estonia y Noruega ya lo han declarado deporte nacional, y ya ha habido incluso competiciones internacionales fuera de Finlandia, siendo la primera en Frankfurt (Alemania), con 300 participantes y 1.500 espectadores.