
La segunda jornada de la Conferencia de los Océanos de la ONU se alza con la primera alianza para mitigar la contaminación acústica submarina. iStock
Así es la primera alianza para mitigar la contaminación acústica submarina: la Unión Europea se une en masa
La iniciativa adhiere a 35 países, así como a representantes de comunidades indígenas, líderes de la industria naviera y organizaciones ambientales.
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Arranca la segunda jornada de la 3ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, celebrada en Niza entre los días 9 y 13 de junio. Y lo hace con buenas noticias.
Panamá y Canadá lideraron el lanzamiento oficial de la Coalición de Alta Ambición para un Océano Silencioso, la primera alianza política global dedicada a mitigar la contaminación acústica submarina generada por el transporte marítimo.
La iniciativa cuenta con la adhesión de 35 países, incluidos los 27 Estados miembros de la Unión Europea, así como representantes de comunidades indígenas, líderes de la industria naviera y organizaciones ambientales.
La Declaración firmada por los ministros asistentes establece compromisos concretos para abordar el ruido submarino, una amenaza invisible que altera la comunicación, reproducción y supervivencia de la vida marina.
Entre las medidas prioritarias destacan el diseño de buques más silenciosos, la implementación de prácticas operativas que reduzcan el ruido, la integración de estas acciones en la gestión de áreas marinas protegidas y el desarrollo de soluciones científicas que combatan simultáneamente la contaminación acústica y las emisiones de carbono del sector naval.
Llamado a la acción global
El Ministro de Ambiente de Panamá, Juan Carlos Navarro, subrayó durante la firma que el ruido submarino ha sido históricamente relegado en las agendas ambientales: "Esta coalición marca un punto de inflexión. Actuaremos decisivamente para proteger la biodiversidad marina de una amenaza que, aunque invisible, tiene efectos devastadores".
Por su parte, el embajador canadiense en Francia y Mónaco, Stéphane Dion, enfatizó la urgencia de una cooperación transfronteriza: "Canadá asume su liderazgo en la conservación oceánica, pero este es un desafío que exige ambición colectiva. Juntos, podemos restaurar la salud acústica de los océanos".
La Vicepresidenta Tercera del Gobierno español y Ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, anunció que España albergará en Vigo la reunión ministerial 2025 del Convenio OSPAR, donde se espera aprobar el primer Plan Regional sobre Ruido Submarino.
"Este plan orientará los esfuerzos conjuntos en el Atlántico nordeste, avanzando en medidas técnicas y operativas para reducir el impacto acústico", declaró.

La ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, firmando el acuerdo. Cedida
Carlos Bravo, experto en Política Oceánica de OceanCare, destacó la dependencia de la vida marina del sonido: "El ruido humano ahoga la comunicación vital de especies como ballenas y delfines. Soluciones como reducir la velocidad de los buques no solo mitigan el ruido, sino también las emisiones".
Desde la industria, Bev Mackenzie, de BIMCO, señaló que la innovación en diseño naval y rutas optimizadas puede alinear sostenibilidad y eficiencia: "Esta coalición es un paso crucial para armonizar los objetivos ambientales con las operaciones del sector".
Impacto y urgencia
La declaración de la coalición se alinea con el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal y el Decenio de las Ciencias Oceánicas de la ONU, reconociendo que la salud oceánica requiere abordar todas las formas de contaminación. Entre sus ejes destacan:
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Promover en la Organización Marítima Internacional (OMI) estándares para buques silenciosos.
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Integrar la reducción de ruido en la gestión de áreas marinas protegidas.
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Implementar tecnologías como las propuestas en la iniciativa GloNoise de la OMI.
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Fomentar capacidades técnicas y compartir herramientas entre países.
Estudios citados en el evento revelan que el ruido submarino del transporte marítimo se duplica cada década, con picos alarmantes en regiones como el Ártico.
Este fenómeno afecta patrones migratorios, incrementa el estrés en especies y reduce la resiliencia de los ecosistemas. La coalición surge como respuesta a esta crisis, combinando voluntad política con soluciones basadas en ciencia