
Springfield Kids y Babies Uganda impulsan el orfanato KUMI, en la isla de Zinga.
Las camisetas infantiles más solidarias: Springfield lanza una colección cápsula para salvar a 50 menores de Uganda
Junto a la ONG Babies Uganda, destinarán sus beneficios a la construcción de un espacio de acogida, educación y atención sanitaria para niños huérfanos.
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Springfield Kids ha puesto en marcha durante el mes de febrero de 2025 el proyecto KUMI, una ambiciosa iniciativa de colaboración con la organización Babies Uganda que busca transformar de forma definitiva las vidas de 50 niños que, hasta ahora, sobrevivían en condiciones de extrema pobreza en la isla de Zinga.
Esta acción solidaria nace de la convicción compartida de ambas entidades de que la infancia merece un entorno estable y afectivo donde desarrollarse con todas las garantías.
El término KUMI, que en suajili significa 'diez', rinde homenaje a los Diez Derechos del Niño y simboliza el compromiso a largo plazo de Springfield Kids con la protección y el bienestar infantil.
Bajo esta denominación, la marca ha querido trasladar el valor de cada derecho fundamental a una obra tangible que garantice alimentación, refugio, educación y cuidados médicos a quienes más lo necesitan en una de las regiones más humildes del lago Victoria.
Para financiar el proyecto, Springfield Kids ha diseñado una colección cápsula de cuatro camisetas inspiradas en la rica tradición cultural y en los colores intensos de Uganda. Estas prendas, disponibles en corte femenino y masculino, pueden adquirirse desde la tienda online oficial de Springfield y en sus establecimientos físicos, dentro del espacio dedicado a la línea infantil. Todos los ingresos generados por la venta de estas camisetas se destinarán íntegramente a la construcción y al acondicionamiento del orfanato.
Babies Uganda, aliada estratégica en esta empresa, garantiza la correcta ejecución del proyecto gracias a su amplia experiencia en el cuidado de menores. Con más de cien niños acogidos actualmente y diez mil beneficiarios en sus programas, la ONG ha demostrado ser un verdadero faro de esperanza en la región.
Su conocimiento del terreno y su red de colaboradores locales facilitarán que las instalaciones cuenten con aulas, dormitorios, salas de juego y un puesto médico adaptado a las necesidades de los pequeños.
El inicio de las obras en febrero de 2025 ha permitido sentar las bases de lo que será un refugio seguro, y se prevé que el orfanato abra sus puertas en julio del mismo año. Cuando esto ocurra, 50 niñas y niños podrán acceder a una vida digna y a oportunidades educativas que les permitan romper el ciclo de la pobreza.