El aumento de la temperatura superficial del mar, a 11 de abril.

El aumento de la temperatura superficial del mar, a 11 de abril. SOCIB

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El mar Mediterráneo se acerca al Caribe: las olas de calor marinas no dan tregua casi ningún día de 2023

Son datos del boletín diario del Sistema de Observación de las Islas Baleares, que muestran cómo en los meses más fríos se han batido récords.

11 abril, 2023 14:12

El calor que estamos sufriendo este año, con incendios que ya superan el máximo registrado para estas fechas y una falta de agua cada vez más acuciante, también lo están sufriendo nuestros mares. El Mediterráneo se está convirtiendo, cada vez más, en un caldo, con temperaturas que este 2023 están batiendo todos los récords.

Según datos del último boletín diario del Sistema de Observación de las Islas Baleares (Socib), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia, el calor registrado en la superficie del mar Mediterráneo no ha dado tregua. La temperatura se ha situado en torno a un grado más de lo normal para estas fechas. El dato más reciente, del 10 de abril, habla de 0,81 grados por encima de la media. 

Lo que más preocupa es la tendencia que están siguiendo mares como este después de un año como 2022, calificado como el más extremo en términos de temperatura en los océanos. Y es que, de acuerdo con la gráfica que muestra el Socib, los picos de calor han acaparado casi todos los días de 2022, con olas de calor marinas que han llegado a aumentar la temperatura superficial del Mediterráneo hasta dos grados.

Picos de calor en el mar Mediterráneo.

Picos de calor en el mar Mediterráneo. SOCIB

El organismo califica así estos fenómenos en el mar cuando las temperaturas del agua del océano son mucho más cálidas de lo normal (por encima del percentil 90 de la distribución climatológica y los llamados picos de calor marino [MHS]) durante al menos cinco días consecutivos. Unos eventos que, como ya explicamos en un artículo, el Mediterráneo es una cuenca semicerrada donde se agudizan aún más y el calentamiento es mucho mayor que en otras zonas.

La delegación de la Comunidad Valenciana de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) recoge datos ilustrativos: solo en el mar balear, el 94 % de los días de 2022 tuvieron una temperatura superficial del agua del mar superior a la de su promedio normal y un 60 % se situó entre el 5% de días con los niveles más altos.

[Olas de calor por tierra y mar: qué está pasando y por qué este verano es un aviso de lo que nos espera]

Un ejemplo es lo registrado el 11 de agosto de 2022, la temperatura media registró su máximo histórico, con una media 29,3 grados en los 56.000 km² de superficie de la zona marítima. Estos datos superaron en cuatro décimas los registros del 14 de agosto de 2003, el máximo histórico hasta 2022.

Las primeras consecuencias de esta subida paulatina de la temperatura en la superficie del mar tienen un impacto directo en la pérdida de biodiversidad marina. Como ya explicó Fernando Valladares, experto en cambio climático y profesor de investigación del CSIC, los picos de calor continuos de los últimos años están generando procesos de actividad microbiana y una digestión muy intensa de la materia orgánica. 

Tendencia de la temperatura de la superficie del mar Mediterráneo.

Tendencia de la temperatura de la superficie del mar Mediterráneo. CEAM

“Esto trae consigo una disminución de oxígeno en el mar, lo que arrastra a muchas especies que no pueden vivir en esas condiciones de temperatura”, explicaba el experto. “Esto es una cascada de pérdida de biodiversidad, pérdida de productividad, y una crisis ecológica provocada por unas temperaturas récord”.

Y es que esa pérdida de biodiversidad también tiene su repercusión, inevitablemente, sobre la flota pesquera. Como recoge Efeagro, los navíos del Mediterráneo están sufriendo reducciones de pesca asociadas a ese calor del mar cada vez más intenso y duradero.

Por ejemplo, en los puertos de Castellón “se ha notado una bajada de las capturas general, sobre todo a partir de los 60 metros de profundidad” y un “aumento considerable de avistamientos” de atunes rojos o blancos en superficie, grandes bancos saliendo, junto a gaviotas, lo que suponen que es para comer peces pelágicos como la sardina o los boquerones. 

Una cuestión sobre la que ya existen predicciones preocupantes. Según el instituto Azti, que desde hace años estudia el cambio climático, en un estudio de 2019, se concluyó cómo el calentamiento podría recortar un 17% la biomasa de especies marinas a nivel global a finales de siglo y cómo esto tendrá también su repercusión en el incremento del gasto de los barcos en carburante, por las mayores distancias que tendrán que recorrer para conseguir pesca. 

Récord de calor a nivel mundial

Los datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) sitúan el calentamiento marino más allá del Mediterráneo. Para estas fechas, y según sus datos, la temperatura de la superficie del océano mundial ha alcanzado un máximo histórico desde que comenzaron los registros satelitales hace 40 años.

El calor promedio de los océanos ha sido de 21,1 grados a principios de abril, un récord después de superar el registrado en 2016 con 21 grados. Y eso que, hasta ahora, el fenómeno de La Niña –la corriente asociada a temperaturas más frías– han ayudado a mantener a raya los termómetros y amortiguado el efecto del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, los que atrapan el calor del sol y calientan el planeta.

Para expertos como Juanjo González, doctor en física y meteorólogo de la Aemet, “los océanos entran en territorio desconocido”. Como ha compartido en sus redes sociales, el calentamiento de los océanos sigue una tendencia alcista a nivel global. De hecho, resalta el caso del Atlántico Norte, “donde ya llevamos un mes de calentamiento récord”.

Lo que más preocupa ahora a los científicos es la posible llegada de El Niño –asociado a temperaturas altas– en el Pacífico tropical a finales de este año, que puede aumentar el riesgo de condiciones climáticas extremas y desafiar aún más los registros de calor global. En los años de este patrón meteorológico, además, las temperaturas oceánicas son más cálidas de lo normal y las temperaturas globales también aumentan.