“Cuanto mayor es el calentamiento, peores son los impactos. Tenemos niveles tan altos de dióxido de carbono en la atmósfera ahora que el nivel inferior de 1,5 grados del Acuerdo de París apenas está al alcance”, asegura Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). 

Son declaraciones que llegan después de conocerse el último informe que ha publicado hoy la agencia de Naciones Unidas, donde vuelve a situar al mundo en un código rojo. Hay varios signos reveladores, pero quizás el mayor de ellos es el de la temperatura media que está alcanzando el planeta.

De acuerdo con el documento sobre el Estado del clima global en 2022, los últimos ocho años van camino de ser los ocho más cálidos registrados hasta la fecha. Unos datos referidos al calentamiento de la atmósfera como resultado de las emisiones récord de gases de efecto invernadero, en constante aumento.

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Las concentraciones de los principales gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso) volvieron a alcanzar niveles récord en 2021. El aumento anual de la concentración de metano fue el más alto registrado. Asimismo, los datos de las estaciones de monitoreo clave muestran que los niveles atmosféricos de los tres gases continúan aumentando en 2022.

En consecuencia, los datos de la OMM reflejan que esa temperatura alcanzará a finales de este año los 1,15 grados más con respecto al período preindustrial. Esto no significa que, en la práctica, notemos ese aumento de grado y medio en los termómetros, sino que esa subida a nivel global se puede traducir en menos lluvias, en temperaturas inusuales o, en definitiva, en eventos más extremos y poco habituales para la fecha.

Para hacernos una idea de en qué punto estamos, la OMM explica que entre 2011 y 2020, la temperatura media global se mantuvo en 1,09 grados, de acuerdo con lo recogido por la última revisión global del Panel Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Aumento de la temperatura media global en el planeta. OMM

Los últimos dos años están marcando récords preocupantes. Como recoge la agencia de Naciones Unidas, el calor del océano estuvo en niveles récord en 2021 (el último año evaluado), con una tasa de calentamiento particularmente alta en los últimos 20 años. 

El océano almacena alrededor del 90% del calor acumulado de las emisiones humanas de gases de efecto invernadero. Conocido esto, los datos de la OMM reflejan que el 55% de la superficie del océano experimentó al menos una ola de calor marina en 2022. Son datos preocupantes, porque pueden afectar al funcionamiento normal de los mares y su biodiversidad.

Los mares, además, están creciendo cada vez más. Son testigos del impacto cada vez más dramático del cambio climático. La tasa de aumento del nivel del mar se ha duplicado desde 1993. Ha aumentado casi 10 milímetros desde enero de 2020 e incluso ha alcanzado un nuevo récord este año. 

Solo en los últimos dos años y medio representan el 10% del aumento general del nivel del mar desde que comenzaron las mediciones satelitales hace casi 30 años. Un aumento que es resultado del deshielo acelerado en el planeta.

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Este 2022 ha sido difícil ignorar lo ocurrido con los glaciares. El deshielo y el desprendimiento de uno de ellos en la Patagonia argentina llegó a acabar con la vida de un turista. No obstante, el informe señala que los Alpes europeos están mostrando este año indicios de derretimiento sin precedentes. También la capa de hielo de Groenlandia perdió masa por vigésimo sexto año consecutivo y llovió (en lugar de nevar) por primera vez en el mes de septiembre.

“Ya es demasiado tarde para muchos glaciares y el derretimiento continuará durante cientos, sino miles de años, con importantes implicaciones para la seguridad”, lamenta Taalas. Comenta que “la tasa de aumento del nivel del mar se ha duplicado en los últimos 30 años. Aunque todavía medimos esto en términos de milímetros por año, suma de medio a un metro por siglo y esa es una gran amenaza a largo plazo para muchos millones de habitantes costeros y estados bajos”.

Hace unos días, la propia UNESCO revelaba el mapa de los 460 glaciares Patrimonio de la Humanidad con los que iba a acabar el cambio climático. Advertía que, en tres décadas, esas masas de hielo iban a desaparecer desde lugares como los Pirineos-Monte Perdido hasta los parques de Yellowstone y Yosemite. Todo con importantes consecuencias para la población mundial.

Como recuerda el representante de la OMM, “con demasiada frecuencia, los menos responsables del cambio climático son los que más sufren, como hemos visto con las terribles inundaciones en Pakistán y la sequía mortal y prolongada en el Cuerno de África”. 

Sin embargo, insiste también en que incluso las sociedades bien preparadas este año se han visto devastadas por los extremos, como lo demuestran las prolongadas olas de calor y la sequía en gran parte de Europa y el sur de China.

Por este motivo, insiste en que “el clima cada vez más extremo hace que sea más importante que nunca garantizar que todos en la Tierra tengan acceso a alertas tempranas que salvan vidas”.