Imagen de archivo de una ballena.

Imagen de archivo de una ballena. iStock

Historias

Esta es la misteriosa ballena que se ha avistado por primera vez con vida en la costa mexicana

Un grupo de científicos estadounidenses observan en estado salvaje a un zifio japonés.

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Nunca se había visto un Mesoplodon ginkgodens vivo… hasta ahora. Este peculiar cetáceo, conocido como zifio de Ginkgo o zifio japonés, es toda una rareza en el mundo de la biología marina.

Si no fuese por los ejemplares muertos encontrados a lo largo de los años, esta ballena sería comparable al monstruo del lago Ness. Pero un estudio reciente publicado en la revista científica Marine Mammal Science asegura que, en junio de 2024, varios ejemplares de zifio de Ginkgo fueron avistados en la costa de Baja California, en México.

Fue Elizabeth Henderson, investigadora del Centro de Guerra de Información Naval de las Fuerzas Armadas de EEUU y autora principal del artículo, y su equipo quienes llevaron a cabo una hazaña que, hasta ahora, parecía imposible: rastrear y fotografiar al cetáceo más escurridizo.

Y lo corroboran sus autores en The Guardian, donde explican que estaban tomándose un café a bordo del buque de investigación Pacific Storm cuando alguien divisó cetáceos a estribor.

Durante horas, los investigadores vieron ir y venir a un par de ballenas picudas jóvenes. Después de que uno de los científicos disparara una pequeña flecha al lomo de la ballena y extrajera un pequeño trozo de piel —del tamaño de la goma de un lápiz—, supieron que se trataba de un zifio japonés.

Un sonido distinto

Era la primera vez que se veía en estado salvaje a ejemplares de esta especie. Y, cuentan al medio británico, no fue un hallazgo sencillo.

El descubrimiento se gestó durante cinco años. Desde 2020, Henderson y su equipo de México y Estados Unidos habían estado siguiendo a un grupo de ballenas que emitían un sonido peculiar. Identificadas como BW43, inicialmente pensaron que se trataba de la ballena picuda de Perrin, otra especie que nunca se había visto en estado salvaje.

El equipo de investigadores regresó al mismo lugar año tras año, primero en un velero y luego en un barco pesquero mexicano alquilado. Siempre sin éxito.

Sin embargo, el pasado 2024, decidieron asociarse con la Universidad Estatal de Oregón (EEUU) y viajar hasta la zona en su buque de investigación. Este, dicen, resultó clave para su éxito.

Uno de los cetáceos avistados.

Uno de los cetáceos avistados. Craig Hayslip Oregon State University Marine Mammal Institute

Y es que el barco remolcaba hidrófonos que les permitía escuchar los sonidos submarinos. Asimismo, contaba con una plataforma de observación equipada con binoculares de alta potencia capaces de avistar ballenas a cientos de metros de distancia.

Desconocidos habituales

Los zifios son, a fin de cuentas, los mamíferos conocidos que nadan a mayor profundidad, y poco se sabe de ellos. Así que cualquier ayuda tecnología es clave para identificarlos.

Muchas especies de ballena sólo se conocen por el estudio de ejemplares muertos que llegan a la costa. Según cuentan los investigadores a The Guardian, "la Sociedad de Mamíferos Marinos tiene una lista de 94 especies de cetáceos reconocidas".

De ellas, añaden, "una cuarta parte son zifios, pero la mayoría de la gente ni siquiera ha oído hablar de ellos. Son los animales más grandes y menos conocidos que quedan en el planeta".

Sin embargo, insisten los investigadores, es "crucial" aprender más sobre estas ballenas, pues son especialmente sensibles al sonar militar. Y es que estos ruidos marinos pueden llegar a interferir en su alimentación y provocarles cambios en las pautas de comportamiento que pueden acabar en lesiones mortales.

Por eso, este grupo de científicos apunta a que saber dónde viven estas ballenas puede ayudar a mitigar el daño potencial del sonar, pues permitiría que el entrenamiento militar se prohibiese en hábitats importantes para ellas.