Diez años después del histórico Acuerdo de París, más de 56.000 personas —incluidos alrededor de 1.600 líderes indígenas procedentes de nueve países— y delegaciones de 194 Estados se han reunido en Belém, Brasil, para negociar cómo avanzar en la lucha contra el cambio climático.

En medio del aroma del café local recién hecho, los pabellones resonando con música y altavoces, y el murmullo nervioso de negociadores ultimando acuerdos, la cumbre avanzó entre momentos de tensión, un incendio inesperado y señales de progreso.

La propuesta impulsada por Brasil para trazar un camino claro hacia el fin de los combustibles fósiles —respaldada por más de 80 países como España— se mantiene como uno de los ejes más destacados de la cumbre.

Aunque a menudo se dice que "no pasa mucho" en estas cumbres, la evidencia demuestra lo contrario: sin el Acuerdo de París, el mundo se encaminaría hacia un calentamiento cercano a 4,8 °C.

Gracias a los compromisos alcanzados desde 2015, las proyecciones actuales se sitúan en torno a 3,0–3,2 °C. Aun así, persiste una brecha significativa: las emisiones derivadas de combustibles fósiles seguirán aumentando en 2025 y, según el Global Carbon Budget, no comenzarán a descender hasta 2030, demasiado tarde para evitar los peores impactos.

En este contexto, la COP30 destaca por un tono más urgente, negociaciones más directas y una voluntad palpable de avanzar en temas históricamente divisivos. Belém no solo acoge a miles de delegados: simboliza la encrucijada de una década decisiva. Y aunque las diferencias siguen siendo grandes, el clima político y social que se vive en Brasil transmite una convicción creciente: aún es posible cambiar el rumbo si las decisiones de esta semana se transforman en acción.

A continuación, se recogen desarrollos significativos que han marcado la COP30:

Rol clave de España

Sara Aagesen, vicepresidenta tercera del Gobierno español y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, fue designada por la presidencia de la COP30 como facilitadora en las negociaciones de mitigación, un rol estratégico para impulsar mayores reducciones de emisiones.

En sus intervenciones, Aagesen pidió "intensificar esfuerzos" en mitigación y financiación, destacando el compromiso de España con cerrar las brechas de ambición. Además, el Gobierno anunció una contribución de 45 millones de euros destinada a reforzar la acción climática internacional: 20 millones para el Fondo de Adaptación, 20 millones para el Fondo de Pérdidas y Daños y 5 millones para mejorar las observaciones meteorológicas.

El papel de España también se reflejó en la intensa actividad del pabellón nacional, que organizó más de 50 eventos con una representación diversa: desde organizaciones como Forética, MAPFRE e Iberostar hasta iniciativas internacionales como Nature Positive Initiative, World Benchmarking Alliance y WBCSD, entre otras.

Empresas y su hoja de ruta sólida

Ikea, Saint-Gobain, Natura y varias asociaciones empresariales publicaron una carta conjunta dirigida a la presidencia de la COP30 reclamando una hoja de ruta ambiciosa para la transición fuera de los combustibles fósiles. Argumentaron que un plan claro permitiría a gobiernos y empresas gestionar la transición energética, reforzar la seguridad energética y reducir los costes para los consumidores.

Financiación de adaptación

Una sesión de recaudación para el Fondo de Adaptación de la ONU alcanzó unos 125 millones de dólares, muy por debajo del objetivo mínimo de 300 millones para 2025.

Alemania lideró con 60 millones de euros, seguida de España, Irlanda, Luxemburgo, Suecia y la región belga de Valonia. Con un tercer año consecutivo de promesas por debajo de lo necesario, los países en desarrollo expresaron su frustración y renovaron la petición de establecer un nuevo objetivo de financiación para adaptación de 120.000 millones de dólares anuales para 2030, a acordar en esta COP.

Deforestación

El Land Gap Report 2025, publicado a principios de la segunda semana de la cumbre, advierte que los NDC actuales dependen en exceso de la eliminación de carbono basado en la tierra, lo que retrasa la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y carece de compromisos sólidos para detener la pérdida de bosques y la degradación de suelos.

En las negociaciones crece el apoyo a una hoja de ruta específica, con ministros de Colombia, Indonesia, RDC, Guyana, Noruega y Reino Unido trabajando para establecer un mandato político.

Influencia desigual

La COP30 evidenció un fuerte contraste entre la presencia de quienes influyen y quienes sufren el impacto del cambio climático.

Los lobbies de combustibles fósiles superaron en número a todas las delegaciones, salvo la brasileña, y recibieron casi un 60% más de acreditaciones que los diez países más vulnerables al clima. Esto ha reabierto el debate sobre el propósito y el diseño futuro de la COP.

Debate sobre el CBAM europeo

El comisario europeo Wopke Hoekstra defendió el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM), instando a otros países a adoptar precios al carbono para evitar la "fuga de emisiones". China, India y otros países criticaron la medida por considerarla unilateral y proteccionista, advirtiendo de un aumento de tensiones comerciales.

Acuerdo para la COP31

Australia y Turquía acordaron que la COP31 se celebrará en Antalya, Turquía, con Australia asumiendo la presidencia y la responsabilidad plena de las negociaciones, y Turquía encargándose de la logística.

El acuerdo incluye también una cumbre de líderes previa a la COP en el Pacífico, pendiente de la aprobación regional formal.

Proteger los bosques

El Tropical Forests Forever Facility (TFFF) es un mecanismo financiero lanzado por Brasil durante la COP30 para proteger los bosques tropicales mediante un modelo de pago por resultados. Hasta ahora se han movilizado más de 5.500 millones de dólares, con el objetivo de alcanzar 125.000 millones a largo plazo.

El fondo combina financiación pública y privada, y destina al menos un 20 % de los recursos directamente a pueblos indígenas y comunidades locales, reconociendo su papel esencial en la conservación.

Transformación de los sistemas agrícolas

Diez países se sumaron al RAIZ Accelerator, destinado a restaurar tierras agrícolas degradadas y movilizar financiación frente a un déficit global de 105.000 millones de dólares.

Además, Brasil y el Reino Unido lanzaron el primer plan global para impulsar fertilizantes de bajas emisiones y mejorar la eficiencia en el uso de nutrientes de aquí a 2035.

Financiación climática

La COP30 avanzó en la negociación del nuevo objetivo financiero (NCQG, por sus siglas en inglés) que sustituirá a los 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2025. Varios países respaldaron un rango indicativo entre 600.000 millones y 1 billón de dólares anuales, con un enfoque más equilibrado entre mitigación, adaptación y pérdidas y daños. Las delegaciones coincidieron en que el NCQG debe basarse en necesidades reales y ampliar la base de contribuyentes, integrando no solo financiación pública, sino también instrumentos innovadores y movilización privada.

Una década

La COP30 avanzó entre tensiones y avances parciales, pero también con una energía renovada y un sentido claro de urgencia. A una década del Acuerdo de París —y en la primera COP celebrada en la Amazonia, símbolo de biodiversidad y hogar de comunidades que llevan décadas defendiendo el territorio— Belém evidenció tanto los progresos como las brechas que persisten.

Las negociaciones más directas, el foco creciente en la naturaleza, la justicia climática y la participación de las comunidades afectadas, así como las disputas en torno a la financiación, el comercio climático y el nuevo objetivo financiero global, mostraron la magnitud de los retos por resolver.

Aun así, el impulso político y social que se respiró en Belém deja un mensaje inequívoco: es momento de actuar con urgencia y de colaborar —en el espíritu del mutirão global, el esfuerzo colectivo que inspira esta cumbre— para innovar, encontrar soluciones y construir los incentivos que permitan acelerar la descarbonización.

*** Camila Kauer es miembro de Forética.