Ecocolmena cuenta con 42 socios y una Red de Apicultores Anfitriones en distintas regiones de España.

Ecocolmena cuenta con 42 socios y una Red de Apicultores Anfitriones en distintas regiones de España. Ecocolmena

Historias

Apadrinar una colmena en Cáceres para salvar el planeta: qué hay detrás de un simple tarro de miel

Ecocolmena impulsa la producción responsable y protege la vida en los ecosistemas terrestres.

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¿Sabía que puede apadrinar una colmena y convertirse en apicultor por un día? Es posible gracias a Ecocolmena, un proyecto nacido en 2013 de la mano de Jesús Manzano, profesor titulado en apicultura.

Su objetivo, entonces y ahora, es acercar la apicultura a la ciudadanía, inspirar prácticas más sostenibles entre los profesionales del sector y dar oxígeno financiero a pequeños criaderos de abejas, afectados por la caída de precios y el aumento de costes.

"Lo concebimos como un crowdfunding rural con retorno educativo y emocional: tu colmena, tu apicultor, tu paisaje", explica Manzano.

Ecocolmena combina educación ambiental, economía local y conservación, creando alianzas, impulsando la producción responsable y protegiendo la vida en los ecosistemas terrestres. El proyecto surgió al detectar varios problemas: la desconexión entre el campo y la ciudad, la falta de liquidez en pequeñas explotaciones, la pérdida de biodiversidad y la desinformación sobre las abejas.

"Con el apadrinamiento creamos un espacio para compartir inquietudes y educación ambiental con nuestros donantes y, al mismo tiempo, construir una comunidad informada y comprometida", añade su fundador.

Jesús Manzano, fundador de Ecocolmena, en uno de los curos que imparte. Foto Ecocolmena.

Jesús Manzano, fundador de Ecocolmena, en uno de los curos que imparte. Foto Ecocolmena. Ecocolmena

Con sede en Collado de la Vera (Cáceres), Ecocolmena cuenta con 42 socios y una Red de Apicultores Anfitriones que gestionan colmenas y experiencias en distintas regiones de España.

Todos ganan

Con el apadrinamiento de una colmena ganan todos, desde el propio padrino, el apicultor y también los municipios donde están ubicadas las colmenas.

El perfil de los padrinos es muy diverso, hay desde familias urbanas que buscan impacto real, empresas con RSC, centros educativos, hostelería con enfoque km 0, hasta personas que aman la naturaleza y quieren aprender mientras apoyan al mundo rural.

El proceso de apadrinamiento es sencillo: basta con elegir la zona o el apicultor entre las diferentes regiones de España, donde esos apicultores anfitriones cuidan de las abejas y su entorno, y decidir la aportación anual que desea realizar entre las distintas modalidades que tiene el proyecto. Después, se asigna una colmena identificada y se ofrece seguimiento periódico con fotos, notas de campo y partes de floración.

El padrino establece así un vínculo real con su colmena y tiene derecho a visitar el apiario en la actividad "apicultor por un día", recibe miel de su propia colmena (cantidad que varía según la campaña) y aprende sobre polinizadores, paisaje y consumo responsable. "Es impacto ambiental y cultura rural en primera persona", resume Manzano.

Laura M. es madrina desde 2021 y confiesa que apadrinar una colmena con Ecocolmena ha cambiado su forma de ver el mundo rural.

"No solo recibo miel de mi colmena, sino que participo en algo mucho más grande: la protección de los polinizadores y el cuidado del paisaje. Visitar el apiario y conocer al apicultor me ha hecho valorar el trabajo que hay detrás de cada tarro de miel. Siento que con una aportación sencilla contribuyo a mantener viva una actividad esencial para la biodiversidad y la alimentación", comenta.

Ecocolmena impulsa cursos presenciales y 'online', talleres escolares y catas de miel.

Ecocolmena impulsa cursos presenciales y 'online', talleres escolares y catas de miel. Ecocolmena

Para los apicultores los beneficios también son múltiples: formación específica sobre apicultura ecológica, sanidad y cuidados de las abejas; liquidez al inicio de campaña, diversificación de ingresos y menor dependencia de intermediarios.

El apadrinamiento les ayuda a cubrir gastos críticos (alimentación en sequías, tratamientos sanitarios, combustible, reposición de material) y mejora la resiliencia del oficio.

Carlos F., es apicultor anfitrión en Castilla y León y define esta acción de apoyo hacia los colmeneros más pequeños como "un soplo de aire fresco".

"Nos permite planificar mejor la temporada, invertir en el cuidado de las colmenas y mantener viva una tradición que hoy es más necesaria que nunca. Además, el contacto directo con las personas que apadrinan nos motiva y nos hace sentir acompañados en un oficio que muchas veces se vive en soledad. Gracias a este proyecto, nuestra labor tiene más visibilidad y más sentido", explica.

Asimismo, los pueblos donde están las colmenas también salen beneficiados. "El apadrinamiento supone un orgullo y nuevas oportunidades de turismo, venta directa, empleo estacional", añade el responsable del proyecto.

Además, Ecocolmena impulsa cursos presenciales y online, talleres escolares, catas de miel, rutas de flora melífera y una amplia labor de divulgación sobre el sector, que contribuye a acercar la apicultura a la sociedad.

Abejas y biodiversidad

Las abejas desempeñan un papel importante en la biodiversidad y la seguridad alimentaria. "Son clave en la polinización de buena parte de los cultivos y de la flora silvestre. Sin polinizadores, bajan los rendimientos, disminuye la diversidad de alimentos y se empobrecen los ecosistemas. Cuidar abejas es cuidar suelo, agua, paisaje y dieta", explica Manzano.

Ecocolmena impulsa prácticas respetuosas como la creación de charcas, abrevaderos, setos y bandas florales, y la elección de emplazamientos con floraciones escalonadas. Cada padrino se convierte así en altavoz de una agricultura más amiga de los polinizadores.

El proyecto también enfrenta desafíos como la pérdida de hábitat y el monocultivo, fomentando acuerdos locales para aumentar la flora melífera; o los plaguicidas y fraudes de miel, que combaten mediante sensibilización y consumo informado.

Los padrinos de las colmenas, de visita en el apiario.

Los padrinos de las colmenas, de visita en el apiario. Ecocolmena

Las enfermedades apícolas, como la varroa, se abordan con controles sanitarios responsables y formación continua, mientras que amenazas como la vespa velutina se mitigan con trampas selectivas y vigilancia comunitaria.

Frente al clima extremo, Ecocolmena promueve la creación de reservas de agua, sombra, selección de líneas más resilientes y manejo adaptativo.

Ante las sequías e incendios cada vez más frecuentes, los costes volátiles y la competencia desleal de miel adulterada, Manzano lo tiene claro: "Nuestra respuesta es crear alianzas locales, ofrecer formación continua, más trazabilidad, métricas de impacto y comunicación clara para reconectar a la ciudadanía".

Un futuro con polinizadores

A diez años vista, el fundador de Ecocolmena sueña con una red de paisajes polinizadores, decenas de miles de personas apadrinando colmenas y restaurando hábitats, apiarios-escuela de referencia, proyectos de ciencia ciudadana que midan floraciones y polinización, y una comunidad que compra con sentido, cuida el territorio y defiende a quienes lo trabajan.

Esta iniciativa demuestra que la sostenibilidad puede construirse desde lo pequeño, desde una sola colmena que conecta a quien la apadrina con el territorio, la biodiversidad y las personas que lo habitan.

Porque al cuidar de las abejas, no solo se protege un oficio ancestral, sino también el futuro de nuestros paisajes y de nuestra propia alimentación.