María Abós, farmacéutica y directora general de Massada, empresa cosmética que desde Navarra distribuye crema de borraja a 24 países.

María Abós, farmacéutica y directora general de Massada, empresa cosmética que desde Navarra distribuye crema de borraja a 24 países. Cedida

Historias

La firma navarra que convierte el cardo y la borraja en alta cosmética: una agricultura natural y 100% renovable

Innovación biotecnológica y raíces locales se unen en un mismo proyecto para conseguir una piel cuidada con responsabilidad y propósito.

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Durante años, la borraja ha sido una verdura modesta, casi exclusiva de las cocinas de Navarra, Aragón y La Rioja. Tan poco valorada que aún se usa el dicho "simple como la borraja" para hablar de algo sin pretensiones.

Sin embargo, y bajo la dirección de María Abós, farmacéutica y directora general de Massada, este alimento ya no solo alegra los platos más sencillos; ahora también lo hace con la piel. Y es que puede que su problema no fuese su baja fama, sino que simplemente necesitaba que alguien la mirase con otros ojos.

"El aceite de borraja se ha convertido en un ingrediente estrella de la cosmética natural avanzada por su capacidad para reparar, calmar y fortalecer la barrera cutánea. Está especialmente indicada para pieles atópicas, irritadas o con signos de envejecimiento", explica Abós, al frente de la empresa cosmética navarra, que distribuye crema de borraja a 24 países.

La compañía ha logrado posicionarse como referente de una nueva generación de belleza consciente basada en ingredientes locales como el cardo y la borraja, combinados con biotecnología y una trazabilidad sostenible desde el campo hasta el envase.

Así, Navarra no solo exporta verduras y paisaje; ahora también despacha cosmética de alta gama. Lo que ha sido gracias a Massada, que, con sede en Mutilva Baja, se ha convertido en una de las firmas nacionales más sólidas dentro del sector de la alta cosmética natural.

Su crecimiento no responde a tendencias pasajeras, sino a una convicción fundacional: que lo beauty debe ser eficaz, pero también ética, transparente y respetuosa con la piel, las personas y el planeta.

Campo de borraja.

Campo de borraja. lizcen Istock

"La belleza auténtica surge del equilibrio entre salud, emoción y eficacia", resume Abós. Y por eso, dice, "quería unir ciencia y naturaleza para crear algo que realmente mejorara la vida de las personas". Lo que parece haber conseguido con una marca con más de 3.000 centros profesionales trabajando con sus tratamientos y un catálogo que supera los 200 productos.

Del huerto al lujo cosmético

Uno de los gestos más valientes de la marca fue reivindicar la proximidad como forma de sofisticación. Mientras la mayoría de firmas buscan ingredientes exóticos, esta firma decidió mirar al territorio.

"Massada es Navarra, y eso es biodiversidad. El cardo y la borraja forman parte de nuestra cultura agrícola, ¿por qué no convertirlos en activos cosméticos de alto nivel?", planteaba Abós.

El quid de la cuestión aquí son sus componentes, pues ambos ingredientes aportan vitamina C, potasio y ácidos grasos esenciales con una potente acción regeneradora y antiinflamatoria. Forman parte de fórmulas como la Massmed Veggie Comfort Cream, que se ha convertido en uno de los productos más demandados de su línea calmante.

"La proximidad también es un lujo. No hace falta irse a la Amazonia para encontrar principios activos eficaces", reivindica la directora general. "Lo local puede ser igual de potente y mucho más responsable".

Ciencia frente a 'greenwashing'

La apuesta por la sostenibilidad de la marca no se basa en discursos estéticos, sino en investigación y tecnología aplicada. Sus extractos botánicos se combinan con biotecnología orgánica, como el ácido hialurónico fermentado, que penetra en capas más profundas de la dermis gracias a la activación previa de la microcirculación cutánea.

"Aquí lo natural no está reñido con la innovación; la potenciamos con investigación", subraya Abós. "Las fórmulas tienen que demostrar resultados visibles. Si no, no es alta cosmética, es solo marketing".

Tanto es así que la empresa ha invertido en digitalización para escalar su gestión y garantizar la trazabilidad completa. Y, recientemente, implantó Microsoft Dynamics 365 Business Central para controlar en tiempo real desde materias primas hasta logística.

Sostenibilidad medible

En un momento donde muchas marcas se apuntan a la sostenibilidad como etiqueta, Massada trabaja con datos verificables:

  • Toda la producción se realiza con energía solar 100 % renovable.

  • El agua de refrigeración de los reactores se reutiliza para otras fases del proceso.

  • Los envases se fabrican con caña de azúcar reciclable y biodegradable, aprovechando las partes no aptas para consumo alimentario.

  • Se priorizan proveedores con economía circular y comercio justo.

  • La marca colabora con la Asociación Española Contra el Cáncer, integrando impacto social en su modelo.

Porque si algo tienen claro desde la compañía navarra, tal y como afirma Abós, es que su objetivo es que "cada producto sea bello por dentro y por fuera". Y es que eso es algo que, al fin y al cabo, afecta a ambos lados del mercado.

El consumidor de alta gama ya no compra solo resultados, sino valores. "El nuevo lujo será sostenible o no será. La gente quiere autenticidad, transparencia y coherencia", afirma la directora general de Massada. "Nosotras no hemos tenido que adaptarnos: ya estábamos ahí antes de que fuera tendencia".

Liderazgo con propósito

Tras preguntarle por su rol como líder en un sector competitivo, Abós lo tiene claro: "Liderar no es un título, es una consecuencia. Solo eres líder si la gente te sigue. En mi caso lo hacen porque escucho, tomo decisiones y soy coherente incluso en momentos difíciles. Queremos estar en más países manteniendo lo que nos hace diferentes: el equilibrio entre ciencia, territorio y respeto".

Y quizá esa sea la mejor definición de su propuesta: una marca de cosmética que ha entendido que la revolución no siempre viene de Silicon Valley… a veces también nace en un campo de borraja.