Fotografía del incendio en San Pedro de Cansoles, una localidad del municipio de Guardo (Palencia), tomada por un vecino.

Fotografía del incendio en San Pedro de Cansoles, una localidad del municipio de Guardo (Palencia), tomada por un vecino. Cedida

Historias

Siete días del incendio en San Pedro de Cansoles, el pueblo "olvidado" y arrasado por el fuego en la montaña palentina

ENCLAVE ODS se pone en contacto con varios vecinos y voluntarios para hablar sobre el fuego que asoló la montaña palentina el sábado 16 de agosto.

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Ha pasado ya una semana, pero en el municipio de Guardo (Palencia) sigue sin salir el sol. Una vecina de la zona —que prefiere no dar su nombre porque no quiere personalizar en ella el sentir de toda una localidad— aún recuerda algo desconcertada cómo, en la tarde del sábado 16 de agosto, la Guardia Civil irrumpió de pronto en su pueblo, San Pedro de Cansoles, para dar el aviso del desalojo.

"Nos dijeron que teníamos 15 minutos para recoger nuestras cosas e irnos. Yo había llegado de trabajar de Palencia, donde tengo mi residencia habitual, y como aún estaba la maleta hecha fue lo único que me dio tiempo a coger", cuenta esta mujer a ENCLAVE ODS desde el otro lado del teléfono.

Con los nervios a flor de piel, el mensaje que les transmitieron de camino a Guardo, lugar en el que se marcó el punto de acogida y que se encuentra a tan solo 9 kilómetros, fue de tranquilidad. "Explicaron que nos estaban desalojando por el incendio de Canalejas, pero el fuego aún quedaba lejísimos", asegura esta vecina.

De acuerdo con ella está Belén, otra habitante de San Pedro, que afirma que las autoridades comunicaron a toda la masa vecinal que "el fuego no llegaría a las casas... y a la vista está que nos engañaron".

Después de eso, todo fue silencio. Un silencio que se mantuvo incluso cuando empezaron a circular los primeros vídeos que mostraban que las llamas, en contra de lo que les dijeron, habían alcanzado sus hogares.

Pasaron 24 horas desde que se había procedido al desalojo y, sin ningún tipo de información y lejos de lo que ahora no es más que ruinas, los vecinos veían impotentes cómo todo su pueblo se consumía. Cuadras, establos, fincas, viviendas... el fuego se llevó todo por delante, incluida la casa de esta vecina que ahora, del que fue su hogar, solo conserva las fotos.

El antes y el después del incendio de la vivienda de esta vecina de San Pedro de Cansoles.

El antes y el después del incendio de la vivienda de esta vecina de San Pedro de Cansoles. Cedida

"Tengo mensajes de autoridades competentes del pueblo diciendo que estuviéramos tranquilos, que San Pedro estaba protegido por medios de extinción suficientes, pero allí no había nadie", sentencia con rabia esta mujer.

Han pasado siete días, pero esta vecina tuvo que esperar seis para poder volver, escoltada por la Guardia Civil, a lo que queda de San Pedro de Cansoles. "Una semana y en lo que era mi casa aún hay un pequeño fuego activo", revela.

Con la angustia de la espera, aún permanece junto a su madre en la casa de una amiga, en Guardo, pero sabe que no le queda mucho para irse. "Tengo que volver a Palencia a trabajar", confiesa, y lo hará con el pesar de quien sabe que ya nunca podrá retornar a la casa de su pueblo.

San Pedro, el pueblo "olvidado"

"¿De verdad no se podría haber hecho más? Tuvieron 24 horas, y nadie hizo nada. Y a los que quisieron hacer, no les dejaron", sentencia esta vecina. En el pueblo se preguntan lo mismo, y es que parece ser que la montaña palentina "ha quedado en el olvido".

"No sabemos por qué nadie dio la orden de proteger San Pedro de Cansoles, por qué no pensaron en nosotros, por qué han dejado arder un pueblo que ni siquiera está rodeado de monte", lamenta la mujer.

"Al menos", comparte con Belén, "ninguna de las casas de los pocos que viven en el pueblo los 365 días del año han resultado muy dañadas", se consuelan.

Arropándose entre todos, el pueblo y los alrededores se han volcado con esta pequeña población, acogida en el polideportivo municipal de Guardo, donde gozaron de víveres y ayuda psicológica por parte de varias asociaciones, hasta que fueron trasladados a un hotel el miércoles días 20.

Un grupo de amigos posa frente a una fachada que ya no existe. El fuego la ha devorado.

Un grupo de amigos posa frente a una fachada que ya no existe. El fuego la ha devorado. Cedida

Pero ahora, agarrarse a la esperanza y a promesas hechas por las autoridades es lo único que les queda. Ya el pasado martes 19 de agosto, tuvo lugar una importante reunión en el municipio palentino encabezada por la directora general de Vivienda de la Junta de Castilla y León, María Pardo.

En ella, Pardo expresó que se procedería a las labores de reconstrucción del pueblo "tan pronto como fuera posible". Además, la directora general de Vivienda quiso adelantarse a lo que, pocos días después, fue anunciado de manera oficial por la Junta de Castilla y León: la aprobación de ayudas y medidas de carácter urgente.

Estas consisten en 500 euros para cada familia evacuada y hasta 185.000 euros para viviendas destruidas por el fuego, además de compensaciones a agricultores, ganaderos, pymes y ayuntamientos en las provincias más afectadas.

A la espera de ver cuándo y cómo recibirán estas compensaciones, por lo pronto, en San Pedro, ya cuentan de nuevo con luz y agua. Aunque parece que entre los escombros todo eso queda en anécdota.

"Pardo nos ha generado mucha confianza. Ha hablado con mucha contundencia, y nos ha dado su palabra de que las cosas iban a empezar a arreglarse de inmediato. Así que bueno, vamos a pensar en que, de verdad, va a ser así", dice esperanzada Belén.

Una catástrofe "en media hora"

"No recuerdo nada igual". Así de contundente se muestra a ENCLAVE ODS José Almanza, uno de los miembros de Protección Civil que acudió al aviso del incendio que se originó en la montaña palentina.

Las viviendas de San Pedro de Cansoles fueron consumidas por el fuego.

Las viviendas de San Pedro de Cansoles fueron consumidas por el fuego. Cedida

Estuvo en primera línea cuando las llamas asolaron Canalejas, un pueblo a tan solo unos kilómetros de Guardo y San Pedro de Cansoles. Recuerda cómo comenzó a extenderse por todo el valle, de manera "muy, muy rápida", hasta tal punto que "llegó a descontrolarse".

"El viento cambió de dirección y soplaba muy fuerte. Estuvimos junto con los vecinos intentando contenerlo hasta que llegaron los bomberos forestales y los helicópteros, pero todo fue demasiado deprisa y cuando nos quisimos dar cuenta las llamas ya llegaban casi al siguiente pueblo", explica.

"Fue cuestión de media hora", añade, "y ya todos los campos quedaron rodeados de fuego". A pesar de sus intentonas con los "motobomba" y el persistir de algunos de los vecinos que se quedaron para hacer cortafuegos con sus tractores, el resultado ha sido toda una "catástrofe".

A día de hoy, cuenta sereno, "el fuego está ya totalmente controlado". Sin embargo, donde hubo fuego cenizas quedan, y San Pedro de Cansoles, reducido ya a escombros, no sabe si se podrá recuperar. Al menos, por ahora.