Una bandada de aves volando en formación.

Una bandada de aves volando en formación. iStock

Historias

El motivo tras las espectaculares danzas aéreas de las aves: la ciencia desvela el secreto mejor guardado de la naturaleza

Las matemáticas explicarían ciertos patrones de vuelo de las bandadas de algunos pájaros que cautivan a su paso. 

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Raquel Nogueira
Publicada

El movimiento de las aves en el cielo son dignos de cualquier ballet nacional. Suben, bajan, giran, se retuercen… danzan con los elementos como si fueran parte de una coreografía, en perfecta sintonía con las nubes. 

Estas murmuraciones —esos fenómenos en los que enormes bandadas de aves se mueven en formación cuasi militar— fascinan a cualquiera que las vea. Llevan cautivando las mentes de poetas, novelistas y artistas desde que el mundo es mundo.

Y ahora, un estudio científico publicado en The Royal Society ha descubierto que una de las características más misteriosas de estos despliegues aéreos, el comportamiento de las aves en los bordes, podría ser "un accidente afortunado del algoritmo de la naturaleza".

Tras examinar los patrones de bandada de grajillas (Corvus monedula), los investigadores han llegado a la conclusión de que esa línea visible que marca la frontera de una murmuración se explica por reglas matemáticas.

Al igual que, de la misma manera, se explica por qué ciertos ejemplares de ave se mantienen siempre en los bordes de esas formaciones.

Movimiento natural

Detrás de todo ello estarían unas peculiares reglas matemáticas que dictan cómo los individuos interactúan con sus vecinos.

Y es que, indica el estudio, la ciencia lleva siendo consciente desde hace tiempo de dos características de las aves en bandada.

Una bandada de aves sobrevuela California.

Una bandada de aves sobrevuela California. iStock

Por un lado, está que aquellos pájaros en los bordes exteriores tienden a "permanecer allí más tiempo de lo esperado".

Por otro, que "el borde de la bandada aparece notablemente bien definido, casi como si fuera mantenido deliberadamente de esa manera".

Hasta ahora, se pensaba que estos comportamientos podrían haber evolucionado como rasgos adaptativos, que permitían a ciertas aves detectar depredadores más fácilmente o responder más rápido a las amenazas.

Sin embargo, este nuevo estudio asegura que "estos patrones emergen naturalmente cuando las aves siguen lo que se conoce como reglas topológicas". Es decir, cuando coordinan su movimiento con "un número fijo de vecinos cercanos", sin importar la distancia real entre ellos. 

Geometría al vuelo

Sin embargo, aseguran los autores del estudio, no sucede lo mismo cuando las aves interactúan usando reglas métricas, "donde la coordinación depende de quién está físicamente más cerca".

Estos hallazgos, además, han sido respaldados por datos de seguimiento GPS de bandadas de grajillas, que revelan patrones consistentes con el modelo topológico.

Una bandada sobre una ciudad.

Una bandada sobre una ciudad. iStock

Andy Reynolds, de la Estación Experimental de Rothamsted y autor principal de la investigación, asegura que "lo fascinante es que estas formaciones altamente estructuradas y aparentemente propositivas podrían ser en realidad el resultado de reglas de interacción muy simples".

Y añade que "la nitidez del borde y la persistencia de las aves del borde no son necesariamente estrategias deliberadas. Son simplemente lo que sucede cuando el sistema funciona con interacciones topológicas".

Este estudio forma parte de una creciente evidencia científica que asegura que los comportamientos grupales complejos, desde bancos de peces hasta enjambres de insectos, pueden surgir de reglas matemáticas sorprendentemente minimalistas.

Asimismo, esta investigación en concreto plantea preguntas sobre cuánto del comportamiento grupal animal está moldeado por la evolución, y cuánto simplemente surge de la física y la geometría.