
Ilustración creada con inteligencia artificial de un padre junto a su hijo en un campo de cultivo.
El relevo generacional o la España vaciada: las cuestiones que busca solventar la Ley de Agricultura Familiar
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha exigido al Gobierno, la Unión Europea e incluso la COP29 medidas que protejan el modelo familiar.
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"Creemos en darle valor al modelo familiar frente al desembarco que estamos viendo de fondo de inversión que compran o alquilan tierras", explica a ENCLAVE ODS la vicesecretaria general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Montserrat Cortiñas.
"Una inversión de este tipo produce algo mientras sea rentable y, si no, se marcha a otro sitio, sin vinculación con el territorio, el empleo o el patrimonio local o cultural. La agricultura familiar es lo contrario; su vinculación con el territorio es total, no hay diferencia entre el patrimonio de la explotación y el propio y, por tanto, es más respetuosa con el entorno en todas sus formas", añade la vicesecretaria.
La agricultura familiar existe. En eso habría poco debate. Se calcula que en España un mínimo de 750.000 explotaciones agrícolas o ganaderas son negocios familiares, lo que supone un 80% del total. Lo que piden desde UPA es convertirla en una categoría legal.
En España, a través de la futura Ley de Agricultura Familiar, que se supone que se empezará a tramitar este 2025, aunque se esperaba para el año pasado. En la Unión Europea (UE) o incluso la COP29 de Azerbaiyán el pasado noviembre, donde varias organizaciones de pequeños agricultores a nivel mundial pidieron un fondo financiero para la misma por su valor de conservación medioambiental.
Las peticiones
Solicitan, entre otras cosas, crear la figura legal de la explotación familiar, con unos estándares claros, y también un registro a nivel nacional, que las identifique como activos estratégicos, que lo mismo garantizan la seguridad alimentaria que estándares medioambientales altos.
"La agricultura familiar es un patrimonio que merece la pena categorizar y proteger, que sea una figura protegida y que sea la receptora de políticas agrarias importantes. Esa es nuestra opinión", añade Cortiñas.
Su organización, junto a otras como Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) o la vasca ENBA Bateginik, es una de las que está moviendo a nivel nacional y europeo la aprobación de este texto, con el que defienden que se protegería no solo el empleo rural, fijando población en la España vacía, sino también la calidad de la producción de alimentos y el cuidado hacia el medio ambiente.
Crear como fórmula legal la 'agricultura familiar', más allá de la definición evidente en román paladino que venga a cada lector en su cabeza. Permitiría, por ejemplo, evitar situaciones como las que denuncia la plataforma Por Otra PAC, que agrupa a agricultores, ganaderos, entidades civiles, organizaciones ecologistas y expertos.
La misma calcula que al menos 24.000 millones de euros anuales de la PAC corresponden a pagos directos hacia las regiones agrarias más ricas de la UE y con menos puestos de trabajo en el sector, ya que pertenecen a grandes propietarios y no a negocios familiares.

Padre e hijo sentados sobre un tractor. Istock
Organizaciones como UPA consideran que la futura ley debería estar enfocada a, por ejemplo, si se repiten o mantienen situaciones de sequía extrema, como la sufrida los últimos años por gran parte del territorio español (y que persiste en algunas provincias del sureste).
"Puedes orientar políticamente una protección y unas ayudas a ese tipo de explotación agrícola específicamente, protegerla de manera estratégica porque es un bien para el país, sea en las ayudas, en los seguros agrarios o en cualquier otro modelo", apunta la vicesecretaria.
Relevo generacional
Esto es importante a nivel de la España vacía, porque "el único relevo generacional posible en el campo es el de las explotaciones familiares, o casi. Es muy difícil hacerlo de otra manera y lo vivimos en el día a día, por la complejidad de que una persona ajena al sector pueda incorporarse", añade Cortiñas.
"Pero incluso si la idea es que se incorporen trabajadores de otro origen, hay que ayudarlos en esa apuesta, o será imposible, solo se fomentarán esas grandes inversiones de empresas extranjeras a las que no les importa un cultivo que otro ni su sostenibilidad", continúa.

La agricultura opina que "las mismas grandes marcas son conscientes del valor del modelo porque le venden al consumidor una mentira. Vemos todos esos anuncios o etiquetas de productos en los que aparece una familia que es la que produce, cuida los animales o cultiva, incluso con niños. Como garantía de calidad".
Y sigue: "Pero luego la misma etiqueta no explica cuál es el origen exacto de eso que tú estás comprando, y por eso una de nuestras peticiones es que lo incluya y la persona que compre algo en un supermercado sepa cuando de verdad proviene del trabajo de una familia".
El estándar, aseguran, "es mucho más alto, porque lo que quieres es legar esa tierra que heredaste de tus mayores para que la cuiden tus descendientes. Se cuida el agua, se cuida el entorno y se respeta el arraigo con el mismo pueblo donde estás". Añade Cortiñas que "el agricultor que pertenece a un lugar, por decirlo así, es de ese lugar y siempre va a ser de ese lugar. Forma parte del medio ambiente del sitio al que pertenece".