Un camión cisterna distribuye agua potable a los hogares de los capitalinos.

Un camión cisterna distribuye agua potable a los hogares de los capitalinos. Toya Sarno Jordan Getty Images Ciudad de México (México)

Historias

Ciudad de México se queda sin agua corriente: "Me meto en la ducha y la recojo para usarla en el retrete"

Los capitalinos buscan maneras de almacenar en bidones y reciclar la poca agua que encuentran mientras están cada vez más cerca del día cero. 

9 marzo, 2024 01:45

El 26 de junio los capitalinos y los mexiquenses —habitantes de la Ciudad y el estado de México, respectivamente— podrían quedarse sin suministro de agua. Esa es la previsión más reciente que ha compartido la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en boca de sus expertos. De entrada, el sistema de suministro de agua Cutzmala, que ya se encuentra en el nivel más bajo de los últimos 27 años —37.38%, a 6 de marzo de 2024—, no tendrá más agua para bombear a las cañerías que llevan agua a los hogares de la capital federativa de México. 

Así, los 22 millones de habitantes de una de las mayores ciudades del mundo ha quedado a merced de una policrisis: sequía prolongada, falta de lluvias, la escasa coordinación y el despilfarro hídrico de unos pocos. Hasta tal punto que se han impuesto racionamientos y medidas desesperadas para no desperdiciar ni una sola gota de la poca agua que sale del grifo.

Esta situación responde a una tendencia a la baja de la disponibilidad de agua: los datos del Banco Mundial dan cuenta de que este indicador cayó un 60% en los últimos 50 años y se espera que la situación continúe empeorando. Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la AgUAM (departamento de la Universidad Autónoma Metropolitana que estudia el agua y sus diferentes usos) indicaron que podría alcanzarse un punto crítico en 2028, de no implementarse un plan de prevención a tiempo.

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Reciclaje 

Una vecina del barrio de Coyoacán, Olga González (50 años) ha explicado a Telemundo la situación que viven desde hace semanas. Periódicamente, las autoridades usan camiones cisterna para suministrar agua a los residentes de su zona. Pero aqueja que no es suficiente. “A veces los camiones tardan cuatro o cinco días en llegar”, declaró al medio mexicano.

Como no cuentan con un suministro ininterrumpido, se la ingenian para sacar el máximo provecho de lo que reciben. “Reciclo el agua. Me meto en la ducha y recojo el agua para usarla en el retrete”, ha dicho. Y hace lo mismo con la lavadora, ha contado a Telemundo: "Reciclo el agua del ciclo de lavado para usarla en el inodoro”.

La situación no se limita solamente al entorno del Valle de México; la sequía también ha impactado en gran parte del territorio nacional. Un ejemplo paradigmático es Xalapa (estado de Veracruz) donde, en palabras de Armida Ramírez, trabajadora sanitaria y vecina local de Ciénaga (Jáltipan, Veracruz), a Mongabay, "la gente tiene que almacenar agua en cualquier recipiente que encuentre, lo que favorece la proliferación del mosquito que transmite el dengue, que ha causado innumerables casos en Xalapa". Según los datos más recientes de Conagua, a fecha de 29 de febrero, el 9,18% registra niveles de sequía excepcional; y el 25,27% de sequía extrema. 

Una mujer vierte agua en un cubo en un apartamento en el barrio de Las Peñas en Iztapalapa.

Una mujer vierte agua en un cubo en un apartamento en el barrio de Las Peñas en Iztapalapa. Toya Sarno Jordan Getty Images Ciudad de México

En la capital del país azteca, CDMX, "varios barrios llevan semanas sufriendo la falta de agua, y aún quedan cuatro meses para que empiecen las lluvias", afirmó hace unas semanas Christian Domínguez Sarmiento, científico atmosférico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a la CNN

La sequía no es un asunto nuevo. Numerosas organizaciones ambientalistas llevan años avisando de que el sistema de aguas no es suficiente. Sin ir muy lejos, el pasado 29 de enero una misiva de Colectivo Agua Clima dirigida a Clara Brugada, Salomón Chertorivski y Santiago Taboada, aspirantes a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, para que actúen ante la reducción crítica del abastecimiento de agua en la capital del país: "Esto [la situación de sequía] no se debe a una cuestión de ingeniería o infraestructura, sino a la falta de una política integral que replantee la gestión del agua desde un enfoque ambiental, de género y de justicia social". 

El pueblo sin agua

“Hace unos 20 años nos comenzó a hacer falta el agua primero por horas, luego por dos o tres días, luego semanas, luego se llegó al tiempo de que no había, no teníamos agua por meses”, ha explicado a EFE un vecino, que prefirió no dar su nombre, durante un recorrido del equipo de la agencia por Pedregal de Santo Domingo (Coyoacán, CDMX).

Esta comunidad en el corazón del barrio bohemio de la capital mexicana se empezó a organizar para que las autoridades competentes les brindaran acceso a agua potable; sus demandas fueron escuchadas y se instaló un pozo que comenzó a operar desde diciembre de 2022.

"Se dieron cuenta de nuestra labor, de cómo lo trabajamos sin ningún interés, nada más interés para la comunidad. Ahora se pueden dar cuenta de que ya tenemos el pozo. Hay lugares a donde todavía no llega el agua pero ya no estamos padeciendo como antes”, añadió el vecino. 

Un sistema hídrico pervertido

Los edificios modernos de la CDMX se asientan sobre los cimientos de la ciudad de Tenochtitlan en 1325. Los aztecas construyeron este asentamiento cuando todavía era un gran humedal. A partir de una isla central, los vecindarios fueron expandiéndose con el tiempo. Con la llegada de los españoles, se derribó gran parte de la ciudad, se drenó el lago, se llenaron los canales y se arrancaron los bosques, tal como ha afirmado José Alfredo Ramírez, arquitecto y codirector de Groundlab, en declaraciones para la CNN

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El agua, de esta manera, se convirtió en "un enemigo que había que vencer para que la ciudad prosperara", ha añadido. Algunos documentos de la época exponen cómo el sistema de desagües implementados por los españoles durante el siglo XVII trastocaron el ciclo del agua de la zona.

"El desagüe drenó el agua circundante, y la ciudad de México se expandió por el lecho del lago y la tierra más allá de las fronteras originales; (…) y en épocas de fuertes lluvias, como en los años 1629 y 1630, el agua se asentó en el lecho original del lago de Texcoco", relata el especialista superior en información jurídica Stephen Mayeaux, que encontró en un archivo una copia ológrafa de un informe emitido por Bernardino Estrada de la ciudad de México sobre el sistema de drenaje del lago de México, fechada a 12 de noviembre de 1750.

Este sistema, causante de numerosas inundaciones y colapsos hídricos, fue la primera ficha que desencadenó el desastre que enfrenta hoy CDMX. El hormigón y el asfalto reemplazaron a los humedales y ríos. Cuando llueve, la zona se inunda; y cuando no hay lluvia se reseca, produciendo largos períodos de sequía. 

El 60% del agua de Ciudad de México proviene de su acuífero subterráneo; el resto del agua de la ciudad se bombea a grandes distancias, cuesta arriba desde lugares a las afueras de la ciudad, en un proceso increíblemente ineficaz, durante el cual se pierde alrededor del 40% del agua por fugas.

El día cero

"Varios barrios llevan semanas sufriendo la falta de agua, y aún quedan cuatro meses para que empiecen las lluvias", ha afirmado Christian Domínguez Sarmiento, científico atmosférico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en declaraciones a la CNN.

La crisis hídrica que sufre el Valle de México viene precedida de un problema de sequía registrada en la Cuenca del Río Cutzamala, localizada entre los estados de Michoacán y el Estado de México. Se ha cuantificado que el nivel de llenado conjunto de las tres presas de almacenamiento del Sistema Cutzamala (El Bosque, Valle de Bravo y Villa Victoria) se encontraba al 38.2% a y en solo una semana, con la marca del 27 de febrero, descendió al 37.8%

Unos meses antes, en noviembre de 2023, los responsables del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) anunciaron medidas de reducción de agua en varias alcaldías de la metrópoli. Al tiempo que Conagua anunció la reducción del bombeo del sistema Cutzamala un 25%, de 12,2 metros cúbicos por segundo a 9,2. Según estimaciones del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, de no haberlo hecho, el día cero habría llegado el 20 de abril de 2024.

Ahora, la fecha marcada es el 26 de junio —tres semanas después de las elecciones— o en 2028, mantiene en vilo a muchos científicos y, por supuesto, a los habitantes de las localidades que se abastecen del Valle de México. Si se llega a ese punto, se terminaría el acceso libre al agua, que sería racionada en puntos colectivos de abastecimiento. Las autoridades se verán obligadas a priorizar el uso del agua en hospitales y servicios de emergencia. 

Esta situación no sería excepcional de la Ciudad de México. En 21 de abril de 2018, Ciudad del Cabo —capital de Sudáfrica— llegó al punto de no retorno. Las autoridades decretaron que los más de cuatro millones de habitantes de la zona solo tendrían acceso a 25 litros por persona.